Yo me he pasado mucho tiempo poniendo verde al género masculino. Cierto, los he puesto de vuelta y media por muchas actitudes que me parecen desagradables, humillantes y sobretodo falta de educación y respeto a la hora de tratar a las mujeres.
Pero ¿Y las mujeres? ¿Qué coño estamos haciendo? ¿Qué clase de mujeres somos que dejamos que los hombres usen nuestra autoestima, nuestras emociones y nuestro cuerpo como un saco de boxeo?Esto de la "Vergüenza Ajena del Género", es un tema que ya he comentado con amigas porque todas sin excepción nos damos cuenta de cuando nos están utilizando y de cuando se ríen a nuestra costa.
Seamos serios y serias: Tenemos eso que buscamos desesperadamente. Si buscas desesperadamente la atención de un gilipollas (y digo gilipollas que con 40 años todavía no sabe estar a la altura...Y LOS HAY) obtendrás una relación en la que te tratará como a él le parezca, pues tú; siempre estarás dispuesta.Veo constantemente a mujeres desesperadas por tener una relación, por sentirse queridas por cualquiera que les conteste un Whataspp, que las invite a un vino o lo que sea.
Y como parece que ahora (en este mundo tan liberal en que vivimos) es tan difícil de encontrar algo así, rebajan su lista de deseos hasta límites insospechados con tal de no dormir solas una noche.
Estamos tan acostumbradas a ser un puro objeto, a que nos mientan, a que nos digan cuatro gilipolleces y después no quede en nada más que en sexo, que ya no exigimos.... ¡Cómo es lo normal! ¿Hay que estar dentro o fuera de esa onda?
Pero claro, cuando "fulanito" aparece con un mensaje de Whatsapp para invitarte a una cena (por no decir directamente al postre) tú como una idiota, no dices que NO.
Tú, aunque cabreada y sabiendo lo que hay de antemano, piensas: Ya que ha escrito y llevo desesperada 2 semanas intentando quedar con él, no le voy a decir que no ¿verdad?Y ahí estás tú, cenando con un gilipollas que ni siquiera pasa a recogerte, sino que te dice el lugar de encuentro y ya aparecerá... Algunos de esos gilipollas valoran tan poco tu tiempo que llegan más de 20 minutos tarde y se quedan más anchos que largos con su ya resabida excusa: "Tengo mucho lío".
Ya ni hablemos de esta "liberación sexual", en la que da lo mismo quién sea, cómo sea, si es para una noche, para dos o para más.
Ahora ni se plantea el hecho de que el sexo no tiene porque ir ligado al amor, pero coño, que tampoco es plan de hacer un diccionario de sinónimos:
Te invito a cenar quiere decir ... y después de la cena sexo. Te invito a una copa... quiere decir ¿En tu casa o en la mía? Porqué después de la copa vamos a practicar sexo ¿verdad? Te invito a un vino... quiere decir, nos pedimos una botella y ya después si eso... sexo.Lo dicho, a veces me dan ganas de pegarme una bofetada a mi misma, o de atarme las manos para evitar darle a la tecla, para no enviar un "buenos días" a quién no te contesta, para evitar ser cariñosa con quién busca cada noche compañía en una cama nueva....
Pues sí, me merezco un amor de verdad (y no esta puta mierda que nos venden de la liberación, del sexo sin compromiso, de la independencia, del no agobiar, de dejar espacio al otro....bla bla bla) dónde te llaman, te escriben, te buscan e irremediablemente te encuentran...
Vergüenza propia de mí y también vergüenza ajena, por conformarnos con menos y después llorar las penas.