— Tengo fresas.
— Las diez y cuarto.Fue un diálogo de besugos. Cada uno lanzó su discurso. No se oyó ninguna propuesta. Solo descalificaciones. Era de esperar habida cuenta de nuestros representantes. La vergüenza fue tornándose en espanto al ver como los escaños de sus señorías iban vaciándose según pasaban las horas y los días.
Lo más vergonzoso quizá no ha sido esto, que ya es grave. Sino el total desprecio de doña Celia Villalobos, Vicepresidente primera del Congreso de los Diputados, que fue sorprendido jugando en su tableta durante la intervención del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.Hubo quien negó la mayor
asegurando que no está demostrado que la señora Villalobos estuviera jugando. Por otra parte, la Vicepresidente tercera de la Mesa del Congreso, Dolors Montserrat, justificó la actuación de doña Celia asegurando que se pueden hacer dos cosas a la vez. Desgraciadamente no es el primer caso. Ya han sido varios los políticos cazados en sus escaños. Y da igual de un partido o de otro. Los hemos visto haciendo sudokus, la lista de la compra, incluso viendo pornografía... Todo vale para ellos.¿Se imagina por un momento que su jefe le sorprende a usted en semejante tesitura? ¿Cuánto tiempo cree que tendría para recoger sus cosas e irse a su casa? ¿Alguien me puede explicar por qué los políticos tienen la cara tan dura de negar lo evidente? Creo que el problema es claro. No son conscientes de que sus jefes somos nosotros. El político está para servir al ciudadano, es decir, a usted y a mí. No para vivir a costa del ciudadano. Y esto seguirá así hasta que nosotros nos hartemos de estas situaciones y cambiemos definitivamente a estos políticos sinvergüenzas.
Piensen.
Sean buenos.La canción regalo de hoy viene de la mano de Nacho Carni: Pinball wizard. Trata de un niño ciego y sordomudo que se convierte en un genio del pinball. Me recuerda a doña Celia, absorta en su mundo cibernético. Con todos ustedes: The Who.
https://www.youtube.com/watch?v=XvQr7SnXRMw