Páginas: 222
La familia de Violeta esconde un secreto milenario que ha conseguido mantener oculto hasta ahora. Jules Verne, el célebre escritor, ha desembarcado en el puerto de Vigo con una maleta y un montón de preguntas. Él quiere conocer todo sobre las mujeres planta... y ellas necesitan la ayuda de sus inventos para sobrevivir.
Misterio, aventura y magia ancestral en un trepidante viaje contrarreloj hasta un bosque submarino. (Sinopsis de la editorial).
En el año 2015 la escritora gallega Ledicia Costas ganó dos importantísimos premios en el mundo de la literatura infantil y juvenil: el Premio Nacional de Literatura infantil, con Escarlatina, la cocinera cadáver, y el Premio Lazarillo con el libro que hoy os reseñamos, Verne y la vida secreta de las mujeres planta. Con una carta de presentación semejante, no es de extrañar que mis ganas de conocer la obra de esta autora fuesen inmensas. Felizmente, lo que me he encontrado ha cumplido mis expectativas, e incluso las ha superado ampliamente.
La historia de este libro comienza cuando Julio Verne recala en Vigo a finales del siglo XIX. La versión oficial nos dice que el barco de Verne sufrió una avería mecánica y por eso el escritor debió quedarse en la ciudad unos días. Pero eso no es cierto. Ledicia Costas nos asegura que ella conoce la verdadera historia, y que en su libro nos la va a contar. En realidad, Julio Verne está buscando información sobre unas extrañas criaturas, las mujeres planta, y cree que en Vigo existe alguna de ellas, por lo que acude a buscarlas. Creéis que no es cierto, ¿verdad? Pues si leéis el libro, la escritora lo narra de una forma tan convincente y documentada, que os meteréis completamente en la historia y acabaréis creyendo que esas criaturas maravillosas existen sin duda.
Me ha encantado la forma de escribir de Ledicia; no me extraña que gane premio tras premio porque no puede contarnos las cosas de una forma más bonita. Todo su mundo está impregnado de lirismo, pero sin caer nunca en lo pedante ni dificultar la lectura a unos adolescentes (este libro está recomendado para jóvenes a partir de doce años) que en general buscan disfrutar de la historia sin demasiadas complicaciones. Es, por tanto, una novela adecuada tanto para grandes lectores como para otros menos aventajados, puesto que la autora nos cautiva por lo que nos cuenta y por cómo nos lo cuenta.
Ledicia Costas
La autora ha realizado un importante trabajo de documentación sobre el período en el que Julio Verne permaneció en Vigo. En el libro aparecen además de Verne otros personajes que vivieron en Vigo a finales del siglo XIX, como el empresario e inventor Antonio Sanjurjo Badía, del que se especula sobre si llegó a entablar una relación de amistad con el famoso escritor. La ambientación también es exquisita. Ledicia Costas nació en Vigo y el amor por su ciudad se aprecia en cada detalle de la novela. Leyéndola nos imaginamos cómo era Vigo en aquella época y casi podemos oler el mar a través de sus palabras.Por último tenemos unos personajes y una historia que nos atrapan: aventuras en la tradición del mismísimo Julio Verne, toques de humor, una gran ternura que se desprende sobre todo de las relaciones entre ciertos personajes, como la de Violeta con su abuelo, o la de éste con su mujer,... ¡incluso aparece el Nautilus! Y no nos olvidemos de lo mejor, las mujeres planta del título: Violeta y su abuela Melisa, a la que Julio Verne tendrá que ayudar para que complete su metamorfosis al final de su vida.
En fin, que no puedo ocultar mi entusiasmo por Verne y la vida secreta de las mujeres planta; es una gran historia ideada por una gran escritora. Os podría recomendar que se lo regalaséis a algún adolescente, pero no lo voy a hacer, porque os lo recomiendo directamente a vosotros. ¡Ah! Y si sois profesores y queréis usarlo en vuestras clases, en este enlace de Anaya tenéis un proyecto de lectura fantástico que podéis aprovechar.
Mi recomendación no puede ser otra que el libro por el que Ledicia Costas ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil: Escarlatina, la cocinera cadáver. Yo me he propuesto leerlo pronto, porque estoy segura de que es otra joya.