Verónica, nunca hagas Ouija, por si acaso

Publicado el 28 agosto 2017 por Patrick Bateman @CinefiliasO

Verónica es el nuevo film de Paco Plaza, co-director de las dos primeras entregas de la saga REC junto a Jaume Balagueró y director de la tercera entrega, REC: Génesis. La cual, a pesar de no funcionar mal como comedia zombi, me parece que fue un estratégico movimiento que lo único que hizo fue aprovecharse del título de la franquicia.

Soy de los que piensa, que Plaza adquirió bastante notoriedad beneficiándose más que Balagueró en su participación dentro de la saga REC. Aunque Plaza ya había ganado el Meliès D'argent en 2002 en el Festival de Sitges con su película El segundo nombre, éste no puede presumir de tener una filmografía tan aclamada/reconocida por el público como la de su ' tocayo' Jaume Balagueró.
Plaza no cuenta con una pésima filmografía, pero tampoco es un director de mí gran devoción. Pero ante las buenas impresiones que se está llevando el film y la escasez de buen cine de terror actual, me he dejado arrastrar hacia una sala para ver si realmente Verónica, estaba a la altura de lo que dicen por ahí.
Verónica, se inspira en hecho reales, parte límitada a los hechos redactados en el informe policial por parte del inspector que acudió a una llamada de socorro en un piso de Madrid en el barrio de Vallecas en 1991. A partir de esta información, Plaza reconstruye la historia de los tres días previos al dramático suceso redactado en el informe policial y nos ofrece un argumento típico pero solvente en su campo, las posesiones demoniacas.

Tras hacer una ouija con unas amigas, una adolescente es asediada por aterradoras presencias sobrenaturales que amenazan con hacer daño a toda su familia.

El guionista Fernando Navarro (Toro) apuesta por el drama familiar. Utilizando todos los tópicos dramáticos de una familia disfuncional cualquiera, que desarrolla con buena presencia y encanto, utiliza hechos sobrenaturales como envoltorio para impulsar la historia y desarrollar, tanto a los personajes como los acontecimientos que arraigan dentro en la película a medida que avanza la trama muy comprometida con el género de terror.

A pesar de cumplir con todos los tópicos dramáticos y de terror, el film respira libremente. Con los elementos más cotidianos que podamos llegar a imaginar, Plaza y Cia, consiguen la inmersión del espectador en la historia, que hace que éste acabe retorciéndose en su butaca con la tensión increscendo por momentos.

A pesar de típica historia de presencias sobrenaturales dentro del género de terror, los resultados están bastante por encima de la media actual, gracias a la presentación de los personajes principales, Verónica, los tres hermanos y la madre, perfectamente integrados en los títulos de crédito iniciales. Donde la presentación más básica de cada uno de ellos y su situación individual/conjunta dentro de la familia, queda perfectamente definida. Gracias a esta breve y dinámica introducción, durante el resto de la historia, los personajes se van desarrollando casi por sí solos sin demasiada ayuda del guionista u otros personajes secundarios. Ahora bien, hay algún personaje secundario ' ancestral' realmente interesante, y que merece mucho la pena su incursión. Pero que no voy a desvelar, prefiero que cada uno lo descubra por sí mismo y se sorprenda.

Un punto a favor del film, lo juega el propio espectador según la edad. Los que hemos vivido bien de cerca la época en la que se desarrolla la historia -inicios de los 90- sabremos valorar mucho más la conseguida ambientación en todas sus localizaciones y otros detalles muy característicos de la época en la que se inspira el film. Un conjunto de referencias, decorados y puesta en escena que hacen muy creíble a ojos del espectador. Desde luego, los que hayan nacido a mediados de los 90 o más allá, probablemente, no conectarán tanto con la propuesta de Plaza como los que fuimos adolescentes durante principio de los 90.

Es cierto, que algunas de las secuencias paranormales, aunque son necesarias dentro de la película, están de más. Consiguen que el mal rollo que genera con el miedo más terrenal, la ambigüedad y los aspectos cotidianos, pierda algo de fuerza y queden un poco en entredicho frente la aparición de efectos paranormales. Por otro lado, tampoco me imagino un desenlace mejor sin estas secuencias tan típicas del terror sobrenatural al que estamos tan acostumbrados. Una oscuridad que van impregnando la pantalla y trastoca todo el mundo que rodea a su protagonista.

Sin desmerecer las interpretaciones de Bruna González, Claudia Placer y Iván Chavero, que se muestran muy naturales dando vida a los hermanos de Verónica, ésta última interpretada por Sandra Escacena nos ofrece un debut como actriz en su papel de Verónica, un personaje en el que se apoya toda la película y consigue sacar adelante con muchas agallas en el papel de adolescente que abandona la inocencia para dar paso a la madurez. En cuanto a Ana Torrent, la protagonista feménina de Tésis de Alejandro Amenabar, esta vez da vida a la madre de Verónica. Un personaje que cuenta con pocas apariciones y que no luce mucho en pantalla, pero que juega un papel determinante en como la adolescente afronta la peligrosa situación.

La banda sonora de Chucky Namanera cumple con todos los cánones de este tipo de films. Pero hay una parte diegética de la banda sonora con temas de la banda zaragozana Héroes del Silencio capitaneada por Enrique Bunbury, que le otorgan un punto extra de veracidad y distinción a algunas de las secuencias más ' poltersgeiranas' del film. Poco más puedo decir sin revelar muchos detalles de la simplista trama, pero realmente efectiva. Paco Plaza, posiblemente, ha creado una de sus mejores obras con Verónica. Sorpresiva y tensa película de terror que ningún amante del género debería perderse.