Veruschka

Publicado el 10 mayo 2010 por Leevancleef

Nadie se movía como ella- comentó David Hemmings, el actor que daba vida al fotógrafo creado a imagen y semejanza de David Bailey por Antonioni en la peli-ensayo -retrato de culto del swinging London, Blow Up.

Vera Von Lenhdorff fue prisionera de la  Gestapo cuando era niña, porque su padre era un conde de origen alemán que participó en un complót para asesinar a Hitler. Todo salió mal y Vera se quedo sin padre.

Menos de veinte años después, Vera se había convertido en Veruschka, una de las modelos más interesantes y legendarias de la historia. Su presencia  agresiva y al mismo tiempo serena y su capacidad camaleónica hasta suponían un abrumador alivio  ante el empacho de niñas pecosas y escuálidas baby dolls a lo Twiggy que tendían a invadir las revistas de moda  durante una buena parte de los 60.

A Veruschka nunca le entusiasmó demasiado la ropa en si  pero adoraba ser fotografiada. Es de esas mujeres a las que ves y al instante te das cuenta que nacieron para ser inmortalizadas continuamente, para ser los percheros andantes de la (s) moda (s) de toda una época que se reinventaba sin grandes aspavientos y con tanta facilidad como la que Vera parecía tener para mutar de soberbia pantera  a sofisticada dama de una foto a otra, de reportaje en reportaje.

11 portadas en Vogue y el respaldo incondicional de Diana Vreeland ampararon una de las carreras más productivas y versátiles en lo que concierne a las modelos de esa época. Muchos se quedan con que Veruschka puso cara al rescatado y manido “bohemian chic” hace ya 40 años pero en realidad esa imagen solo fue un cuarto de todo lo que dió de si en fotografía.

El mito de Veruschka no ha hecho más que crecer durante los últimos años. En 2008 se publicó un  carísimo libro de edición limitada que recogía toda la esencia de su carrera en fotografías de genios como Richard Avedon o Francesco Scavullo entre otros.

Esta misma primavera, sin ir más lejos, tenemos a Veruschka congelada en el tiempo en la nueva campaña de relojes de Gucci, firma que creativamente no pasa por un momento demasiado brillante que digamos y que , irónicamente,ha tenido que tirar  de sus maravillosos archivos para innovar . Lo cierto es que, como la misma publicidad puntualiza, Veruschka con su sombrero y su bolso Gucci en los 60 es TIMELESS  y mil veces más actual y moderna que el 90% de las celebrities que contratan para vendernos artificio y cortinas de humo).