¡Vete al médico!

Publicado el 22 marzo 2021 por Salva Colecha @salcofa

El pasado día 17 ocurrió en el Congreso uno de esos lamentables espectáculos al que nos tienen costumbrados sus señorías. No se si te habrás enterado porque con eso de que andamos distraídos en otras cosas  no llegamos a sospechar que tenemos otros problemas serios. Resulta que en nuestro país es ya el cuarto de Europa con más casos de depresión . Según el CIS  6 de cada 10 españoles tienen síntomas de depresión y ansiedad, y  hasta 10 personas se suicidan al día en España. Datos que van en aumento porque esto del estrés pandémico, la incertidumbre y las noticias horribles van calando más y más en una sociedad sin valores en la que la soledad, el abandono y la apatía han acampado entre nosotros.

“Vete al médico”. Le gritaron nada más acabar de hablar desde la bancada del PP (después, al ver la que se había liado el diputado en cuestión se disculpó en voz baja, como cuando tu madre te obligaba a disculparte con el niño al que le habías atizado con la regla). Errejón no había hecho más que hablar de la urgencia de afrontar de verdad una estrategia de salud mental y hacer ver que nos hace falta doblar el número de psicólogos en la sanidad pública para que acudir a un profesional y salir adelante no sea cosa de ricos y famosetes que pueden pagárselo. Además de derribar, de una vez por todas el halo de estigma extraño que rodea a las enfermedades mentales y que hace que todos seamos capaces de decir que hemos ido al cardiólogo, al urólogo o al ginecólogo pero ocultemos que hemos visitado a un psicólogo o a un psiquiatra, como si no quisiésemos reconocer que muchas veces necesitamos a alguien que nos acompañe para poder seguir el ritmo frenético al que nos hacen creer que vivimos.

El grito del diputado del PP no es lo significativo (qué más hubiese querido él). No hace más evidenciar un hecho demasiado cotidiano, una postura generalizada ante la enfermedad mental que nos hace sentir miedo a ser estigmatizados en esta sociedad en la que estamos obligados a sonreír y no capaz de entender que la enfermedad mental es una más de las que pueden atacarnos a lo largo de nuestra vida y que además afecta a muchísima gente de la que está a nuestro alrededor quienes no solo la sufren sino que sienten miedo a reconocerlo. Vivimos en una sociedad en la que como señalaba Errejón todos conocemos y hablamos como si nada del Diazepan, Valium o el Tranquimazin pero negamos que los hemos necesitado alguna vez y además nos atrevemos a hacer chistes sobre ellos. Parece que necesitamos hacerlos y eso puede que siga el mismo camino que cuando hacemos chistes sobre la muerte. La tememos y necesitamos “quitarles hierro”. Entonces, si tememos a las enfermedades mentales, ¿no va siendo hora de normalizarlas e intentar hacerles frente? Escondiendo el problema no conseguiremos más que aumentar el sufrimiento de quién las padece y no puedes asegurar que no vayas a ser tu el que caiga sumido en una depresión víctima de todo lo que estamos viviendo. ¿Esperarás a que eso ocurra para darte cuenta de que necesitamos ser escuchados?