En noviembre de 2008 realizaba por primera vez esta famosa ruta de senderismo y lo relataba en el blog de este modo( aquí). Ahora, casi por las mismas fechas, he caminado exactamente el mismo trayecto: la ruta desde la estación de tren de Cazalla hasta San Nicolás del Puerto( con noche en el Batán de las monjas y parada en las cascadas del Huéznar). Sinceramente, no estoy acostumbrado a hacer senderismo entresemana, pero la experiencia me ha maravillado, de hecho siempre que pueda acudiré al campo en estos días, lo he decidido. Vaya maravilla no encontrarte absolutamente a nadie en todo el trayecto, ni de noche, ni ruido alguno en el campo. Se ven muchos más animales, y más cerca. No está nada mal la variedad de especies que he visto, de hecho no me ha faltado ni un grupo de vertebrados por ver.
Las fechas elegidas para hacer la ruta quizás no eran las ideales, ya que el bosque caducifolio que te acompaña todo el trayecto aún está verde, y las cascadas aún no tienen agua, pero bueno, yo quería estrenar mi tienda de campaña nueva y esto era lo más asequible que tenía por tiempo y dinero. De lo mejor sin duda, como ya he dicho más arriba, el no encontrarte a nadie, una tranquilidad absoluta para disfrutar de todo el campo para ti. Claro, así normal que haya visto ciervos( desde el bus de vuelta), un meloncillo que se cruzó por la vía, una culebra viperina que descansaba también en la propia vía y otros muchos animales. En el río, además de las ranas que todos hemos visto desde la infancia, algunos invertebrados interesantes, a destacar el cangrejo de río americano más grande con el que me he topado, y algún insecto acuático.
De noche, con una calma total en la zona de acampada, nos acompañaron a modo de banda sonora varios sapos parteros con sus inconfundibles cantos, alguna rana meridional tempranera, un par de cárabos en arboledas vecinas, jabalíes que decidieron acudir de noche al río, y ya casi al amanecer mirlos y petirrojos por doquier. En el suelo, brillando ante la luz del frontal, muchas arañas, y a destacar una araña lobo portando sus crías en el dorso.
En cuanto a aves me gustó encontrarme con un grupo de rabilargos bien nutrido, el herrerillo capuchino, varios agateadores comunes, tres mitos- inconfundibles bolas de algodón voladoras-, urracas, un ratonero posado en una encina, carbonero común, lavandera cascadeña… pero sobre todo lo que más captó mi atención fue sin duda el arrendajo. De ser un ave que había visto dos veces en mi vida, o tres a lo sumo, he pasado a ver en un día siete parejas.¿ Casualidad? ¿ Hay más que antes? No lo sé, pero nunca había visto tantos.
Lo dicho, cuando tengais opción id al campo de lunes a jueves, se está verdaderamente bien y posiblemente se vean especies más raras. La vía verde de la Sierra Norte es una opción cercana desde Sevilla, asequible económicamente y que ofrece bastante, tanto paisajística como biológicamente.