-Renfe, buenos días, le atiende Alfonsina, ¿en qué puedo ayudarle?
-Pues mire usted, Alfonsina, es que he comprado unos billetes por internet y no consigo imprimirlos, le doy al botoncito pero no sucede nada.
-Dígame su número de localizador, por favor.
-El tal y cual. Me llamo Beatriz Biofrutas.
Un minuto de silencio en el que la escucho teclear...
-Ah, sí, usted es doña Beatriz.
-Aham... -empiezo a mosquearme- ¿sabe cuál es el problema?
-Puesss...
Otro minuto de silencio que termina con la vocecita de la buena mujer:
-¿Cuál era su problema, Beatriz? ¿Que no puede imprimirlos?
-Efectivamente, Alfonsina. Como ya le he dicho, le doy al botón y no imprime.
-Hmm... puesss... esto es que la web está mal, eh.
Me armo de paciencia, esperando otra respuesta posterior que ilumine mi angustia y me resuelva el problema... y al recibir de nuevo silencio al otro lado de la línea, concluyo:
-Perdone, ¿podría imprimir los billetes en la estación?
-Ah sí, hay máquinas.
-De acuerdo, muchas gracias.
Y cuelgo, turbada.
Hoy. Me despierto con una mala noticia: huelga de Renfe para mañana viernes 28. Pienso que puede que mi tren no salga de la estación y casi me da un yuyu porque estoy muy ilusionada con mi finde friki y eurovisivo, así que miro en la web de RENFE los trenes cancelados y, por si acaso, llamo ipso facto al teléfono que ya me conozco bien rezando por no tener que hablar con Alfonsina.
-Renfe, buenos días, le atiende Paca.
-Buenos dias, Paca. -bieeeeen, es otra mujén.- Le llamo porque mañana viajo a Madrid desde Cuenca y aunque acabo de comprobar en su web que mi tren no está cancelado, me gustaría confirmarlo.
De nuevo el sonido de un teclado al otro lado, y Paca se pronuncia:
-¿Está usted delante del ordenador?
-Ehhm...pues sí. -¿me va a preguntar lo que llevo puesto o qué?- Estoy viendo su página web.
-Vale, pues donde habla de la huelga, ponga ahí su localizador.
Frunzo el ceño, porque acabo de decirle que todo ésto ya lo he hecho... pero decido darle una segunda oportunidad a mi amiga Paca, a ver si me cuenta algo nuevo y me estoy adelantando.
-Ya está, me dice que mi tren no sufrirá cancelaciones ni retrasos.
-Pues eso es todo, buenos días y gracias por viajar con nosotros.
Estupefacta, me hallo. ¿Por qué narices no tengo trabajo?