Viajar a China. 10 consejos útiles

Por Jmbeltran @Beltran_JoseM

Texto y fotos  por © José Manuel Beltrán
Los contrastes entre las diferentes culturas existentes en el mundo son espeluznantes. Los conceptos occidentales en cuanto a la forma de vivir para nada tienen que ver con los utilizados en otras partes del mundo. Una de las primeras cosas que debe asumir el ciudadano viajero cuando se traslada a otro lugar, sea el que sea, es el aplicar ese viejo refrán que dice: "Allá donde fueres haz lo que vieres".
China es un país milenario donde se encuentra una de las ciudades más pobladas del mundo y que, aunque sea poco conocida, no es su capital: Beijing, o Pekín para los occidentales. Ese honor, con más de 33 millones de habitantes en su área administrativa, le corresponde a Chongqing.
Aunque algunas de las sugerencias que ahora se van a exponer te serán recordadas por cualquier guía turístico local, bueno es que vayas un poco con la lección aprendida. Así que ¡no perdamos tiempo!
 1.- No hablo chino ¿me podré entender?
Ni tú, ni yo, ni mucha gente (fuera de China, claro) conoce este complejo idioma. Además, y refiriéndonos a un componente amplio de la población, otras lenguas, como el inglés, son poco conocidas. Es así que esta opción tampoco te resultará ventajosa aunque, ya sabes, el lenguaje de las manos es internacional.
 Es muy aconsejable tomar una tarjeta del hotel donde te alojes en la que figuren las señas en chino. De esta forma, si te pierdes o tienes algún problema, con sólo enseñársela al taxista podrás llegar a tu destino. Lleva contigo un plano del metro (las estaciones, además de su nombre en chino también se señalan con su nombre occidental). En los mercados turísticos, el Silk Market de Beijing o el mercado de la Ciudad Vieja, en Shanghái, no tendrás excesivos problemas. Allí, con tal de venderte algo, te hablan en tu propio idioma (un básico español que sirve para que compres).
 2.- El timo de los billetes falsos.
 Aunque parezca mentira, eso de decir "a mí nunca me la han pegado" puede ser erróneo si viajas a China. Para cualquier viajero foráneo es lógico no estar habituado a la tipología de los billetes del país que visita. En este caso, reseñar varias recomendaciones.
 Los billetes en China (Yuanes) tienen la denominación de 5,10,20,50 y 100 yuanes. En todos ellos, como se muestra en la imagen, figura la cara de Mao. Identificar cual es el verdadero, y no es falso, es muy fácil. Si pasas el dedo por la parte del cuello de la prenda que viste Mao, notarás una rugosidad. Si no es así, el billete es falso. Otros de menor denominación, décima parte de 1 yuan, es el Yi Jiao. Parecen billetes del Monopoly, y aquí la rugosidad no existe. Nos lo dieron en un supermercado.
 Ten cuidado, sobre todo, en la venta ambulante; ahí es donde se dan los mayores timos. A los chinos no les gusta que los billetes estén rotos o arrugados y es muy posible que te rechacen el mismo. Cuando deban darte cambio, una técnica que utilizan es que al dar tú un billete bueno (con gran rapidez y habilidad) rompen el billete y te lo devuelven. Realmente te están dando un billete roto y falso (lo han cambiado) y te piden de nuevo otro billete. ¡Ya está, te la han colado!
 3.- Olvídate del "rollito de primavera".
¿Te gusta la comida china? ¿Ya la has probado en España? Si es así, sabrás, que una de las entradas más populares es el rollito de primavera. ¡Bueno, pues olvídate de este invento occidental! Allí eso no existe, por mucho que me empeñase yo en pedirlo y hacerme entender.
 La base principal de sus menús, evidentemente, es el arroz. Las especias, en todos los platos, tampoco pueden faltar y, dependiendo de los estómagos, prepárate para el picante. Sopa por doquier, incluso -para ellos, claro- en el desayuno. Será en los hoteles donde si podrás desayunar al estilo occidental o en algún restaurante especializado. Ahh, se me olvidaba, el "maná del Señor", el pan, no figura dentro de sus creencias. Allá donde fueres haz lo que vieres, decía antes. No sabes bien, a la vuelta, lo que estarás deseando una buena tortilla de patatas.
 4.- Los aeropuertos, vuelos interiores, maletas, el mechero y componentes electrónicos...
 !Los chinos no fuman!, claro que si, como en todas partes. Si estás encuadrado en esta, cada vez más, especie rara: la de los fumadores, que sepas que en todos los aeropuertos del país, en vuelos interiores, está totalmente prohibido acceder a las salas de embarque con mecheros y con cerillas ¿Qué hacer? Muy sencillo, dejarlos allí, depositados en una bandeja. Así que, ni se te ocurra llevar un mechero de calidad porque se tendrá que quedar allí.
 Un detalle, que no en todos los casos funciona, es que una vez llegado a tu destino, a la salida, verás unas bandejas donde podrás tomar otro mechero, evidentemente no el tuyo. Este detalle también se aplica a la entrada de cualquier monumento oficial. Las pilas, baterías o cualquier componente electrónico no pueden ir -bajo ningún concepto- en el equipaje que facturas, siempre en el de mano. Los controles son estrictos y no se les pasa una; ni siquiera la pilita del cepillo de dientes eléctrico.
 Si vas a tomar vuelos interiores es importante que sepas que el peso máximo de las maletas es de 20 Kg. Se supone que harás compras así que una buena idea es comprar allí una maleta de mano. De esta forma aligeras el viaje de ida y guardas capacidad para tus regalos.
 5.- ¿De compras? El arte del regateo.
 De nuevo retomo las frases o refranes populares. "Te están engañando como a un chino". Cuán lejos de la realidad, más bien valdría decir que a un chino no le engañas ni aunque se deje.
 En China todo se copia, todo se imita y todo se vende. De la misma forma que en España, y en parte del mundo, siguen proliferando las tiendas o comercios "chinos" con productos más baratos, allí en el lugar de origen, no podía ser la excepción. Mercados turísticos, como el de la seda (Silk Market) en Beijing/Pekín o el de la Ciudad Vieja, en Shanghái, son lugares donde te puedes encontrar de todo, y de cualquier marca. Evidentemente, todo son imitaciones, algunas muy burdas y con verdaderas taras; otras veces, en lo que a tecnología se refiere, los sistemas operativos no son compatibles -en muchas aplicaciones- con los occidentales.
Personalmente, el Silk Market de Beijing, me defraudó, y mucho. Un gran edificio de muchas plantas, en gran parte descuidado y sucio -ni se te ocurra entrar en los baños !deprimente!- donde la insistencia por la venta (hasta en español) es agobiante. Sanghai, es diferente y allí, más al aire libre, me encontré más cómodo. También es verdad que existen establecimientos y marcas oficiales donde poder comprar pero, claro, aquí los precios son más caros y no tanta la diferencia.
¿Regatear? Siempre. ¿Hasta dónde? Aquí es donde se aúna tu habilidad por ganar con tu verdadero interés por el producto. Yo saqué la siguiente conclusión: Ellos siempre ganan. Sin embargo me aventuro a aplicar una proporción. Del primer precio que te pidan, intenta dejarlo en el 20/25% del mismo. Es muy posible que escuches palabras como "loco", "español", "amigo"... al quererte ir. Sé fuerte en tus convicciones, quizás algo puedas sacar de tajada.
 6.- La comunicación y las redes sociales.
 Según los datos que he consultado, China cuenta con 567 millones de personas que utilizan las redes sociales. Inclusive, en porcentaje, superior al de EEUU. Sin embargo, en la China continental, las redes de Twitter, Facebook, Google+ y Youtube, tal y como las utilizamos en Occidente están prohibidas y, por tanto, no funcionan.
Aún así, a través de redes privadas o clandestinas, los nativos y muchos extranjeros residentes utilizan Facebook. Si en tu viaje quieres estar en contacto con los tuyos, aparte de la comunicación telefónica que es evidente te puede salir muy cara, lo puedes hacer por medio de FaceTime (quien disponga de esta aplicación en los terminales de Apple) o usando aplicaciones como Viber, Tango o Skype; siempre y cuando, claro está, dispongas de una comunicación wifi.
 En los grandes hoteles podrás disponer de ese wifi gratuito, otra cosa será la velocidad de la conexión y no en todas las partes. Quien efectúe cualquier crucero a través del río Yangtzé, dispondrá también de esta posibilidad aunque la conexión es muy débil en muchas zonas del recorrido.
 7.- Como desplazarse en las grandes ciudades.
 Las distancias en las grandes urbes, y en China son algo más que grandes, son elevadas. Es así que el mejor medio de comunicación, por rápido y barato, es el metro. No debes de tener ningún reparo si, como te aconsejábamos al principio, te haces con un mapa del metro (es más, te aconsejo que lo lleves ya descargado en tu dispositivo móvil: una simple foto, basta). Para facilitarte el trabajo aquí puedes consultar el mapa del metro de Beijing y en este otro, el de Shanghái.
En Beijing el precio del billete es de 2 yuanes, y válido para ilimitados transbordos. Las líneas están muy bien señalizadas y su espera no es mayor de 5 minutos. Sin embargo, en el de Shanghái, el precio del billete varía en función del trayecto. Hasta 6 km. son 3 yuanes; a partir de ahí 1 yuan por cada 10 km. Lo mejor, en las máquinas de billetes se selecciona la línea y la estación de destino: resultado, información del precio de tu recorrido.
 En ocasiones, dado lo baratos que son, es mejor desplazarse en taxi. Pero eso si, recordad que el taxista –por lo general- no hablará absolutamente nada de inglés, y de español ni te cuento. Así que, acordaros de lo de la tarjetita.
 8.- ¿Efectivo o tarjeta? ¿Cómo pagar los gastos?
 Te resultará bastante difícil encontrar moneda china en España, así que lo aconsejable es cambiar una vez allí. Existen diversas páginas donde puedes consultar la cotización y su conversión. Yo te dejo esta para despejar tus dudas.
 Evita, si no es totalmente necesario para los primeros gastos, el cambio en el aeropuerto (es menos beneficioso). Bien en las oficinas bancarias (generalmente haciendo cola), o en los hoteles, tienes los mejores cambios, sea introduciendo tus euros o por medio de la tarjeta.
 Por regla general, aunque no en todos los establecimientos –particularmente los pequeños- todas las tarjetas están admitidas; incluso, aunque de menor aceptación, American Express. Si te aconsejo que lleves dos o más tarjetas por si surge alguna incidencia.
 9.- Asistencia sanitaria, medicamentos, agua.
Imagínate en una farmacia china queriendo comprar tu medicamento. Bueno, mejor no. Si necesitas de alguna medicación, e incluso si no la necesitas, procura llevar un mínimo botiquín de viaje.
 Comentario aparte es para el agua. Siempre, siempre, bebe agua embotellada. ¿Las sopas? Bueno mi experiencia no fue mala. Generalmente en los restaurantes lo hacen con agua purificada. ¿Y lavarse los dientes? Tampoco hay que pasarse, digo yo. En cualquier caso, en vuestro botiquín no debe faltar algún antidiarreico, tipo Fortasec.
 10.- Seguro de viaje y visados.
 Dicen de los seguros que mejor es no hacer uso de ellos. ¡Vaya perogrullada! Lo que está claro es que hay que tenerlos por el “por si acaso”. Aunque tu propia tarjeta de crédito lleva incluido un seguro de viaje, te aconsejo que contrates un seguro con tu compañía habitual o con cualquier otra. No son tan caros y mejor es prevenir que curar.
Aquí, lo siento, no te doy ninguna indicación concreta; no sea que pienses que llevo alguna comisión. ¡Imposible! Porque, como verás, en este blog no existe ningún tipo de publicidad.
 Viajar a China requiere visado. Quienes puedan desplazarse, o vivir, en Madrid o Barcelona lo tendrán más fácil, o mejor dicho más barato. Solo deben acercarse al Consulado de China y allí les darán las instrucciones oportunas. Para el resto de personas, y sin tener que desplazarse, se puede hacer por mensajería (yo lo hice así) por medio de este enlace de Visaforchina.
No es necesario que te anticipes mucho dado que el visado tiene una validez, generalmente de 30 días, desde la fecha de entrada al país y de 3 meses desde la fecha de expedición. Eso sí, procura poner especial atención –y repasarlo bien- a todos los datos que consignes. No cometas el más mínimo error que pueda echar al traste todo tu viaje.
 Siento haber sido tan extenso aunque lo mejor es que lo aquí indicado te pueda servir si te decides por viajar a China. Yo, como siempre, te desearé SALUD, ciudadano viajero.