Viajar a La Manga en marzo: consejos para visitarla fuera de temporada

Por Mundoturistico

La Manga del Mar Menor es un lugar muy bonito aunque algo castigado por el furor turístico y urbanístico que desembarcó a orillas del Mediterráneo en los años 60. Yo lo visito en ocasiones, pues mi chico tiene allí un apartamento, y con los años he ido cogiéndole cariño, de menos a más, descubriendo lo que fue en origen e intentando deshacerme de ese prejuicio que tenía con ella años atrás. Me gusta especialmente hacerlo fuera de temporada, cuando la cara más turística deja paso a una tranquilidad que no existe en verano y se basa en largos paseos, buen comer y alguna actividad acuática para disfrutar del lugar y sus dos mares.

El pasado marzo le reservé cuatro días. Además de sus grandes atractivos, nuestro tiempo también fue ocupado por algo de deporte y siestas y recuperación de muchas horas de sueño, lo que nos llevó a disfrutarla también de modo tranquilo. Sin duda, es un lugar ideal para ello. 

Disfrutar de sus atardeceres

Si hay algo que me gusta de este destino es que, a la hora en que cae el día, suele haber siempre unos atardeceres de primera. Siempre elijo las puestas de sol de La Manga cuando pienso en las mejores que he vivido en el territorio nacional. Este año, el primer día, todo apuntaba a que las nubes no nos dejarían disfrutar de este espectáculo de la naturaleza -aunque guardábamos la esperanza porque casi siempre hay buenos atardeceres-… pero poco a poco el cielo fue despejándose para acabar haciéndole un hueco al sol. ¡Y como siempre volvió a ser mágico! Una verdadera pasada…

Surcar el Mar Menor con un barco

Este año hicimos una actividad que llevábamos tiempo con ganas de hacer: coger un barco y adentrarnos en el Mar Menor. Se puede hacer fácilmente sin necesidad de un carné especial. Eso sí: lo mejor es llamar con antelación y preguntar si es un buen día para navegar, pues aunque el Mar Menor parece tranquilo, tiene días revueltos y entonces es mejor no salir. De hecho, nosotros nos empeñamos con unas circunstancias regulares, aunque no tan malo como para que nos prohibieran salir, y acabamos dándonos golpes por el choque con las olas, además de bastante mojados.

Los barcos son pequeños pero perfectos para dos personas (podría haberlos más grandes) y espaciosos y los precios oscilan entre 60 euros la hora, 100 las dos horas hasta 160 euros las cuatro horas. La página donde reservamos la salida es happyboat.eu y la atención fue buena en todo momento. De hecho, decidimos acortar el camino por el tiempo y no nos pusieron problema en devolvernos el dinero.

Comer al estilo murciano, comer bien

Otra de las cosas que más disfruto cuando viajo a La Manga es de su comida. Cada vez más. Especialmente del caldero, un arroz caldoso hecho a base de pescados locales y sabrosísimo. Suele ir acompañado de alioli y la mezcla está buenísima. Para comer este plato os recomiendo La Martinique, también hotel, ya que lo hacen buenísimo. El pescado en general también suele estar fresco y muy bueno en toda la zona. En nuestra última visita comimos en el Bonovo, con vistas al Mar Mediterráneo y tienen también un buen producto, aunque el arroz no era lo mejor.

Playa y entorno de Calblanque

Sin duda una de las mejores playas de la zona, además del entorno, es Calblanque. El Parque Regional de Calblanque es un espacio natural protegido, por lo que supone un remanso de paz y naturaleza en medio del caos urbanístico del área. En verano, de hecho, está prohibido entrar con el coche y parten autobuses. Por eso también es buena idea visitarla fuera de temporada. Nunca he dedicado demasiado tiempo allí, pues seguro que hay rutas para disfrutar de un bonito paseo, pero tan solo pasear un poco y disfrutar de las vistas y del horizonte recargarán las pilas. Así me pasó a mí en la última vez que fui.