Viajar a Medellín en familia

Por Jose Ortiz @mejorepoca

Lo único que sabíamos de Medellín antes de aterrizar en el aeropuerto, es que allí nos esperaba el encuentro con una antigua amiga y su familia.

Ya llevábamos algunas semanas recorriendo Colombia y teníamos prácticamente superada esa primera fase que experimentamos en todos los viajes que solemos llamar “la descompresión” (aunque es más bien la de “comprensión”).

Empezábamos a familiarizarnos con los precios y con la moneda, controlábamos el funcionamiento de los transportes públicos, conocíamos varios platos de las cartas en los restaurantes…

Estábamos en ese momento en el que empezar a dejar de invertir energías en la logística más básica, para empezar a disfrutar mucho más con todo lo que hay alrededor.

Aun así, ni de broma imaginábamos estar en una ciudad con tantos secretos de los que nunca antes habíamos escuchado hablar.

A Colombia, además de viajar con un bebé de 8 meses, se sumaron los abuelos que todavía hoy, pasados ya casi 2 años de esa experiencia, coinciden en que fue uno de los mejores viajes de de su vida.

Había que coordinar los horarios de varias personas y los gustos de abuelos, padres y bebé a la hora de recorrer la ciudad.

Aunque, si algo tiene Medellín en particular y Colombia en general, es espacio para todos (ya tengas 90 años o acabes de nacer). Aquí te dejamos varias de las actividades que más disfrutamos en Medellín las tres generaciones juntas:

El metrocable 

 

Es uno de los sistemas públicos de transporte de la ciudad que facilita enormemente la vida de sus ciudadanos a la hora de remontar las colinas de Medellín.

Además, desde las cabinas del teleférico, hay una vista ideal y no falta la conversación con los compañeros de viaje que no dudarán en preguntar cosas como “de dónde eres, qué es lo que más te gusta del país, qué has visitado o qué comidas has probado”.

Actualmente funcionan 5 líneas y el recorrido total es de algo más de 9 km. Aunque su finalidad no es la de ser una atracción turística, bien merece la pena subirse.

Además, precisamente por ese motivo, los precios son los de cualquier otro transporte público habitual.

La Comuna 13 

Hay varias empresas locales que organizan visitas guiadas a la Comuna. Tiene las ventaja de que ellos te llevan a conocer los puntos más interesantes del barrio y además, cuentan muchos detalles interesantes sobre su historia. Nosotros por tema de horarios y de que nos gusta lo de investigar a nuestro aire, decidimos finalmente hacerlo por nuestra cuenta.

Los muros de la Comuna 13 están cubiertos por cientos de graffities que gritan mensajes de paz en medio de una gran explosión de colores. Los vecinos han puesto en marcha varias iniciativas culturales y pasear sus calles topándose con todos ellos, es una lección para el mundo de lo que significa querer pasar página y dejar atrás ese pasado difícil (aunque todavía reciente) que les ha tocado vivir.

Parque regional de ecoturístico Arví

A golpe de metrocable, el parque Arví es un espacio natural con senderos y visitas guiadas en el que poder conocer más sobre las especies autóctonas de la zona. Cuenta con 16.000 hectáreas, de las cuales 1.760 son bosques naturales. Hay, además en la entrada, un espacio con muchos puestos de comidas locales donde se pueden recargar las pilas después de los paseos.

La Plaza de Botero 

Nombrada así porque en ella conviven varias de las estatuas del conocido artista. Según descubrimos en el museo de Botero de Bogotá, en contra de lo que muchas personas piensan, el resultado de sus obras es una representación del volumen, no de personajes obesos.

Museo Parque Explora  

Este museo interactivo se divide en varias naves en las que poder aprender sobre diferentes temáticas de una forma más que amena. En cada temporada ofrecen diferentes actividades y programaciones pero sin duda, esta fue una de las visitas que más disfrutamos.

Nos faltó tiempo para recorrerlo completo y se nos hizo muy corta la visita, aunque llegamos por la mañana, comimos allí y salimos cuando cerraban.

Parque de los Pies Descalzos

El parque se construyó con la finalidad de que el visitante entre en contacto con la naturaleza, de ahí lo del nombre que invita a quitarse los zapatos.

Tiene varias partes en las que se puede interactuar con diferentes elementos: una zona de fuentes, otras que invitan a jugar con la arena, un jardín zen y el que llaman el bosque de los enamorados que está completamente poblado de cañas de bambú.

El Peñol de Guatapé y otros pueblos de los alrededores de Antioquía

San Rafael, Jérico, Támesis, San Carlos, Sonsón… Casitas de colores, ritmo tranquilo, paisanos que se juntan en la plaza del pueblo, calles sin apenas coches… los pueblos de Antioquía tienen mucho encanto y el peñol de Guatapé, especialmente.

Subir los 659 escalones del monolítico y contemplar las preciosas vistas de la zona es como meterse dentro de un paisaje de esos que se pintan en los cuadros.

Siempre que hablamos de viajes en familia, Colombia vuelve una y otra vez a nuestras conversaciones.

Y es que, entre la variedad de paisajes, las frutas y verduras de todos los colores y sabores y lo cariñosa que es su gente, es un país que se mete en el corazón de todos los que preferimos sacar nuestras propias conclusiones e irnos a conocerlo en primera persona.

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