En aquella época ella trabajaba como coordinadora del programa científico del Campus de Excelencia dirigido por José Ramón Calvo, y organizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, evento que se suele repetir anualmente y suelen invitar a gente de muchísimo prestigio en diversas áreas del conocimiento para dar conferencias y seminarios a alumnos de doctorado y algún que otro curioso. Ese año, entre otros, vinieron a compartir sus conocimientos varios Premios Nobel (de medicina, química, física y economía), y la organización pensó en obsequiarles con un viaje al observatorio astronómico del Roque de Los Muchachos, en la isla de La Palma.
Como quiera que necesitaban que alguien acompañase a los VIPs (a tan selecto grupo se sumó además un astronauta de la NASA), y que en esas fechas los organizadores del Campus estaban trabajando a tope ya que las charlas y conferencias habían empezando, a mi amiga (que sabía de mi pasión por la astronomía) se le ocurrió llamarme para preguntarme si estaría dispuesto a acompañar a tan selecto grupo y hacer de cicerone...
La respuesta era obvia: -¿Y a quién dices que tengo que matar para conseguir ir?
Resumiendo, que me lío, a los dos días estaba a primera hora de la mañana en el aeropuerto esperando a los premios Nobel, que llegaron puntualmente acompañados por uno de los miembros de la organización del Campus, Óscar Cebriá.
Un premio Nobel de Medicina, tres de Química, uno de Física y un astronauta de la NASA. ¡qué grupo!
Estas personas eran las componentes del grupo de VIPs:
- Johann Deisehhofer, alemán, acompañado por su esposa, premio Nobel de Química en 1988
- Robert Huber, alemán, premio Nobel de Química en 1988
- Aaron Ciechanover, israelí, premio Nobel de Química en 2004
- Sheldon Lee Glashow, estadounidense, premio Nobel de Física en 1979
- Edmond Fisher, suizo-estadounidense (nació en Shangai en 1920, el más veterano del grupo), premio Nobel de Medicina en 1992, acompañado por su hijo
- Lee Morin, estadounidense, astronauta de la NASA
- Barry Barish, estadounidense, físico, profesor del Caltech y director del LIGO
En el aeropuerto de la isla bonita (así llamamos en Canarias a La Palma) estaban esperándonos representantes del patronato de turismo del Cabildo Insular, y un chófer con una guagua (en Canarias llamamos así a los autobuses y similares) para llevarnos al observatorio (un trayecto de casi una hora, para subir a los casi 2400 metros de altura donde se encuentra el observatorio). Durante el ascenso pudimos distinguir claramente cómo iba variando el tipo de vegetación, a medida que nos acercábamos a nuestro destino. Allí fuimos recibidos por Juan Carlos Pérez Arencibia, administrador del observatorio del Roque de Los Muchachos, quien tras darnos la bienvenida y explicarnos qué telescopios visitaríamos, fue nuestro anfitrión durante las visitas a las instalaciones del observatorio.
Continuará...