El embarazo es un estado, no una enfermedad. Por ello, viajar y estar embarazada no son incompatibles. Con un embarazo normal puedes hacer tu vida más o menos normal y viajar puede ser parte de ella, siempre tomando ciertas precauciones y adaptándote a tu estado particular, y siguiendo unos consejos básicos:
- Lleva siempre contigo el informe médico. Si por el motivo que sea tienes que acudir a urgencias en el destino es fundamental que los profesionales puedan ver el informe con tu estado.
- Habla siempre con tu ginécologo/matrona del viaje que tienes pensado hacer y sigue sus recomendaciones.
- Ahora más que nunca lo importante eres tú y en un viaje debes cuidarte tanto o más que en casa. Nada de estrés, ni prisas, si se queda algo por ver ya repetirás el viaje con tu peque.
- Ojo con las comidas. Si no has pasado la toxoplasmosis hay ciertas cosas que no puedes comer (y que varían según quién te lleve el embarazo), pero además de eso, usa el sentido común. La comida en puestos callejeros de países con un nivel de desarrollo inferior, por mucho que te guste como a mi madre, es mejor olvidarla durante el embarazo.
- Redobla la higiene: lávate las manos cuando puedas y si vas a comer algo por la calle lleva un botecito de líquido limpiamanos o toallitas.
- Calcula más tiempo del habitual para visitas, desplazamiento, paseos... Si puedes, añade un día extra al viaje que tenías en mente antes del embarazo.
- Busca alojamientos cómodos: aunque no te importe compartir habitación o baño, si estás embarazada puedes tener síntomas de pronto con los que preferirás estar "en privado".
- Asegúrate de tener siempre agua a mano, llevando una botella pequeña o parando cada par de horas. La hidratación es clave siempre.
- Intenta dejar los destinos más exóticos y lejanos para otra ocasión. Europa es maravillosa y seguro que te quedan mil rincones por descubrir.
Por etapas
Primer trimestre
En los primeros meses de embarazo, si todo va normal, puedes viajar sin problema en cualquier medio de transporte y a cualquier destino al que viajarías si no estuvieras embarazada, siempre siguiendo los consejos que te he comentado antes.
Si el embarazo transcurre normal y no te desaconsejan viajar desde el punto de vista médico, en principio ¡adelante! Pero antes de nada deberías pensar si realmente estás en condiciones. Puede que tu bebé y tú vayáis fenomenal pero que tengas unas náuseas, cansancio, etc. que te resulte difícil hasta levantarte de la cama. Aquí la decisión de cómo estás de bien o mal para hacer una viaje depende sólo de ti. Te voy a contar las dos experiencias viajeras de mi mamá en su primer trimestre y lo que te aconsejaría si estuvieras en situación parecida:
1. Viaje de tres días a Copenhague, con excursión a Malmö, en la semana 7 de embarazo: náuseas todo el día pero que no impiden comer y cansancio relativo pero que permite caminar, más despacito, pero a todos los puntos de interés de la ciudad marcados en el mapa. ¿Debo hacer el viaje? Sí, sin duda. Las dos ciudades son pequeñas, se visitan cómodamente a pie y cuentan con todos los servicios necesarios. Al estar embarazada mi mamá optó por un hotel muy céntrico y que incluyera desayuno y cena.
2. Viaje de cuatro días a Berlín en Nochevieja, con excursión a Dresden, en la semana 10 de embarazo: náuseas todo el día, con vómitos, cansancio absoluto... Mi mamá casi muere, según me cuenta, sólo de pensar que tenía que andar desde el Reichstag hasta la Puerta de Brandeburgo. Tenía el viaje reservado desde antes de saber de mi existencia y aún así, cabezona ella, habría ido igual. Incluso aguantó a pie en Unter den Linden, con los dichosos petardos constantes que casi me dejan sorda a mí, hasta el cambio de año. Entre los "adornos" que fue dejando por toda la ciudad y la pésima impresión en los restaurantes donde no pudo probar bocado por muy apetecible que le hubiera parecido un par de semanas antes, la experiencia fue un show. Lo único bueno es que como ya conocía la ciudad las cosas que ver estaban más limitadas. ¿Debo hacer el viaje? No, a no ser que ya lo tuvieras todo pagado y no te lo devuelvan.
Consejos para viajar en el primer trimestre de embarazo:
- Lleva algún snack que te apetezca esos días, a algunas les viene muy bien lo dulce, a otras galletitas saladas y en el caso de mi madre, pan tostado básico que no supiera a nada.
- Lleva bolsas de plástico y kleenex si tienes náuseas y/o vómitos.
Segundo trimestre
Esta suele ser la mejor etapa del embarazo. Las náuseas suelen reducirse o desaparecer, al igual que los mayores riesgos para el bebé, que además todavía no pesa tanto como para que sea una odisea cruzar un par de calles. En principio, si tu embarazo discurre con normalidad y los profesionales sanitarios no te ponen objeción, puedes realizar cualquier viaje en cualquier medio de transporte, aunque con ciertos cambios:
- En el coche es aconsejable llevar un adaptador homologado para el cinturón de seguridad que evite que éste presione la tripa en una posible colisión.
- Aunque las compañías aéreas no ponen impedimento ni requisito para viajar en el segundo trimestre de embarazo, si eres de las que se les nota mucha tripa es mejor que lleves el informe médico a mano en el que indique tu semana de gestación para que no te puedan poner pega alguna. Intenta, además, no estar todo el vuelo sentada.
- Cuenta con que posiblemente tengas que orinar de forma bastante habitual así que ten siempre un baño localizado.
Tercer trimestre
Teniendo en cuenta que este post está orientado a quienes piensan viajar por ocio, no por necesidad, en esta etapa te digo que mejor te dediques a planificar el primer viaje a realizar con tu bebé cuando nazca.
En función de la compañía aérea, no te permitirán viajar según la semana de gestación en la que te encuentres. Cualquier viaje en otro medio de locomoción se alargará infinito por la necesidad de orinar tan frecuente. Y lo que antes era un paseo de 20 minutos ahora será como una maratón debido al peso del bebé.
Además, sobre todo las últimas semanas, te puedes poner de parto en cualquier momento y seguro que prefieres tener a los tuyos cerca y estar en un hospital donde hablen tu idioma.
Para concluir este post, sí, se puede viajar embarazada. Y si todo va bien, hazlo, serán tus viajes más especiales pre-mamá.
Mi madre sólo viajó fuera de España a Copenhague y Berlín estando embarazada. Lo pasó mal pero los dos viajes se le quedaron grabados con infinito cariño y ahora se muere por llevarme a mí tanto a Berlín como a Copenhague porque, al fin y al cabo, fueron nuestros primeros viajes juntas.