Viajar en Navidad

Por Mayriel

Si eres uno de los afortunados que se puede permitir viajar en Navidad para vivir las fiestas de un modo diferente, aqui tienes algunas ideas… aunque quizá tendria que habertelas dado antes….

Visitar la casa de Papa Noel en Finlandia

¿Crees que Papá Noel no existe? Pues estás equivocado. En una zona de Finlandia, en Laponia, tiene su hogar este personaje tan importante de las Navidades.  Habita, evidentemente, en un lugar de ensueño, en un pueblo llamado Napapiiri, situado en un entorno idílico de bosques con pinos y abedules, con casitas de madera pintadas de rojo y donde se halla la fábrica de juguetes más importante del mundo, porque de ahí saldrán los regalos para todos los niños del planeta el día 25 de diciembre. También allí se encuentra la oficina de correos que recibe las cartas con los deseos de niños y mayores. El pueblo se encuentra en uno de los lugares más fríos del mundo, ya que por allí pasa la línea divisoria del Polo Norte, muy cerca de la ciudad de Rovaniemi, capital de Laponia.

Jerusalén en Navidad

Si quieres vivir a fondo la Navidad, entonces tienes que viajar en esta época a Jerusalén. Este es el lugar donde se supone que vivió y murió Jesucristo, y, por lo tanto, el ambiente que se respira es muy especial. Dejando de lado los adornos y luces que embellecen una ciudad ya de por sí muy atractiva, la atmósfera religiosa que la envuelve hace que, para quien desee vivir estas fiestas de una manera diferente, Jerusalén sea el lugar ideal. A solo 8 km de Jerusalén podrás visitar Belén, la ciudad natal de Jesucristo, en esta ciudad se congregan cada año alrededor de 15.000 personas y peregrinos que visitan la Plaza del Pesebre, donde está la iglesia más antigua del mundo, la Basílica de la Natividad del 335 d.C. Asistir a la misa del gallo de la Iglesia de Santa Catalina es una experiencia que te pondrá los vellos de punta, y subir al Campo de los Pastores, donde se dio el anuncio del nacimiento de Cristo también te conmocionará.

La magia navideña en la Toscana

Si ya de por sí la Toscana es el destino preferido de muchas parejas durante todo el año por su romanticismo, en Navidad se impregna de un encanto que no se encuentra en otro lugar. En Siena, Florencia o Arezzo hay pesebres y belenes vivientes, llevados a escena cuidando hasta el más mínimo detalle. Las tiendas decoran sus escaparates con el característico gusto italiano, tan exquisito y en cada región hay típicos mercados navideños con bonitas artesanías y deliciosos manjares. Además, la gente de la Toscana es tan hospitalaria que os harán sentir como en casa.
Si sois aficionados al esquí, en la Toscana os esperan buenas alternativas para pasar las Navidades disfrutando de vuestro deporte favorito; la estación de Abetone o la del Monte Amiata son lugares perfectos para calzarse los esquíes y pasar días inolvidables en unos parajes maravillosos.

Nassau, Las Bahamas

Si buscas un sitio donde escapar de la depresión posfiestas, donde disfrutar del sol, de vestimentas exóticas y de ritmos de tambores caribeños que incitan al baile, entonces no lo pienses más ¡y vente al Junkanoo de Nassau!

Junkanoo se celebra el 26 de diciembre y luego otra vez el día de Año Nuevo y es el desfile más antiguo de todo el Caribe. Este festival no tiene nada que envidiar a otros desfiles como el Mardi Gras de Nueva Orleans o el Carnaval de Río, con sus recargados y brillantes trajes.

Pero entre tanta fiesta y jolgorio, el mes de diciembre también es una buena época para relajarse en la playa de Cable Beach, ya que hay muchos menos turistas. También puedes aprovechar para sumergirte en las azules aguas y disfrutar de una sesión de submarinismo de primera.

Douz, Túnez

Conocido por ser el lugar donde se rodó la última saga de La guerra de la galaxias, a menudo se considera que el tranquilo pueblo de Douz es la entrada al Sáhara. Pero los últimos cuatro días de diciembre, las tribus árabes que viven allí lo transforman y convierten sus calles en un magnífico espectáculo beduino.

El Festival Internacional del Sáhara atrae a mucha gente, incluidos turistas de todo el mundo que se unen a las tribus nómadas que llegan desde los países vecinos del norte de África para disfrutar de los torneos del festival, de la buena comida, de las ferias de artesanía y de los espectáculos tradicionales de danza del vientre.

En Douz, el camello es el rey pero también el mejor amigo del hombre. Los 50 000 visitantes que cada año se acercan al festival quedan maravillados con las carreras que se celebran en el desierto con estos peculiares animales.

No tiene nada que ver con nuestras fiestas de Navidad, pero te lo puedes pasar igual de bien en este festival tunecino que se celebra cada año.

Kioto, Japón

Kioto es el centro del budismo en Japón. Así que como debes imaginarte, aquí las Navidades son un poco diferentes. Sin tener esta época ninguna connotación religiosa, los japoneses celebran estos días del año decorándolo todo de campanillas e impregnándolo del romanticismo clásico. El día de Nochebuena, las parejas salen a cenar a restaurantes pijos, a los mejores bares y acaban en los “hoteles más románticos”.

Después de una noche de amor, disfruta de un momento espiritual en el templo Chion-in, donde como todos los 25 de diciembres se celebra el O-minugui Shiki (la ceremonia de la limpieza). Es un acto acompañado de música que se realiza en honor del nacimiento del Budismo de la Tierra Pura. Y para acabar bien el día, dirígete al Oeste, hacia las afueras de la ciudad para pasear por Arashiyama. Esta zona es conocida por ser un área recreacional de la nobleza japonesa. Perderte por la espesura de los altísimos bambúes es como adentrarse en otro mundo… ¡te aseguramos que pasarás un día de Navidad mágico!