Terminar fue uno de los máximos placeres de mi vida: había logrado un objetivo que no muchos (comparativamente) logran y, mas allá de eso, había conseguido a nivel personal el arduo propósito que me impuse y elegí a los 18 años.
Luego vendría tiempo de cumplir otros sueños, los sueños de viajero: conocer otras culturas y expandir mi amor por nuestros hermanos alrededor del mundo. Muchos utilizan el cliché y dicen que "viajar te abre la cabeza". No todos entienden que significa ello, ni siquiera yo. Me he encontrado con tanto cabeza dura que casi me hace creer que esa aseveración es, cuanto menos, inexacta. Viajar, para mi, logra un objetivo aun mas puro y eterno: nos elimina del prejuicio, destruye aquellos estereotipos que, vaya a saber quien, nos programó en nuestra cabeza.
"Myanmar (la ex Birmania) está en dictadura, la gente te robará por la necesidad" gritaban al cielo con mas ignorancia que realidad: Myanmar ha sido el lugar donde me he sentido mas a gusto en mi vida. "Para que vas a Colombia, si son todos narcos", aunque solo me anestesiaron con su infinita generosidad y perpetua sonrisa.
Escribo este blog para que vos y yo sigamos aprendiendo todo lo de arriba ejemplificado. ¿No son acaso estas enseñanzas muy importantes para el crecimiento de una persona y, consecuentemente, de una sociedad? ¿No es acaso ésta la manera de lograr que, por fin, entendamos que las fronteras son cuestiones políticas y que, mas allá de éstas, también viven nuestros hermanos?
Por favor no te amuralles, por miedo o por la dificultad que conlleva viajar, tu libertad de cumplir estas aspiraciones tan simples, que provienen del alma, de conocer al mundo y que el mundo te conozca a vos.