Habíamos pasado ya varios días en toda Irlanda, viendo paisajes increíbles, viviendo experiencias únicas y conociendo muchísima gente agradable. Ahora nos tocaba estar en el corazón de Irlanda: la mágica ciudad de Dublín.
Es cierto que ya habíamos pasado una noche en la capital, pero fue sencillamente de paso después de nuestro vuelo desde Manchester. Ahora, nos tocaba vivirla realmente, mientras recargábamos baterías de nuestro largo viaje por la isla. Y para ello, nos tocó hacerlo en el Maple Hotel. Después de varias noches en hostels, nos interesaba muchísimo el dormir en un hotel, y no fuimos decepcionados.
Ubicado en Gardiner Street, una calle con una riqueza histórica muy grande, el Maple cuenta con un diseño sobrio y precioso, que no desentona en lo absoluto con el resto de su ubicación. Además, está localizado en una zona bastante céntrica, que nos permitió trasladarnos en Dublín sin ningún tipo de problema.
La comodidad está a la orden del día, y el servicio es excelente, donde nos prestaron una atención impresionante. Esto lo pudimos comprobar desde la limpieza de la habitación, hasta el simple hecho de ayudarnos a conseguir un taxi hasta el aeropuerto, indicándonos además que la tarifa nos salía bastante cómoda. Además de los servicios básicos (incluido el importantísimo Wi-Fi), encontramos también que el Hotel cuenta con un bonito bar en la planta principal (Ned Keenan's Bar). Las habitaciones se encuentran equipadas con televisión, así como equipo para hacerse un café o un té caliente. Reservando a través de la página web, se incluye un delicioso desayuno irlandés completo (esto es una obligación al visitar Irlanda). Además, en la reserva online, el hotel ofrece paquetes que incluyendo el hospedaje, y bus city tours, para aquellos huéspedes que quieren probar conocer la capital de Irlanda de este modo.
Además, es de suma importancia mencionar nuevamente la gran ventaja de su ubicación en la capital irlandesa. La estación de autobuses está a menos de cinco minutos andando, y además llegar a las principales calles de Dublín es cuestión de no más de diez minutos caminando. Ni que decir que tanto servicios de comida rápida, como souvenirs, entretenimiento y hasta la lavandería se encuentra a solo pasos de distancia.
Como Budget hotel, indudablemente el Maple Hotel se convierte en una opción más que interesante para un par de noches en Dublín. Sus tarifas accesibles, sumados al completo servicio hotelero, sus ofertas en la reserva web, y su excelente ubicación en la ciudad nos hace definitivamente recomendar el hotel, como base para conocer una ciudad más que mágica.