Viaje a Austria: Viena de pago

Por Déborah F. Muñoz @DeborahFMu

Por fin tenía un día entero por libre en Viena y como siempre decidí aprovechar para hacer todos los planes de pago que tenía pendientes.

Mi primera parada fue el de verano de los Habsburgo. Hay varias modalidades de entrada, cada cual más cara que la anterior, y yo decidí hacer el tour completo pero sin entrar a los jardines porque hacía un día horroroso. No merece la pena el dispendio de 32 euros en ese tour. El palacio es muy chiquitito, el recorrido apenas alcanza los 50 minutos y el contenido de la audioguía es bastante deficiente. Hay alguna que otra sala interesante, pero no vale lo que cuesta y hay muchas cosas mejores en las que gastar el dinero.
Empezaba mal el día, pero no me detuvo esta contrariedad. Tras un breve paseo por los jardines públicos del palacio, me dirigí al Hofburg, Palacio de Invierno, compuesto por varios museos que visitar.

Museo de las mariposas (Schmetterlinghaus)

El primer museo en el que caí fue en el de las mariposas. No había oído hablar de él hasta que una compañera de trabajo me lo mencionó y me pareció súper chulo. Porque no se trata de mariposas disecadas, sino de entrar a un invernadero modernista repleto de mariposas vivas. Son preciosas y verlas de cerca y tan concentradas es alucinante.

A mí se me puso una en la rodilla cuando me senté, pero la gente es mongola y cuando tiene cerca una se comporta fatal, así que se lanzaron a intentar fotografiarla demasiado cerca y la espantaron. También había demasiada gente intentando agarrar a las mariposas, aunque estaba muy claro en muchos idiomas que no se podían tocar ni las flores ni las mariposas. En general, creo que dejan entrar a demasiada gente a la vez, a pesar de lo cual me gustó mucho.

Biblioteca Nacional de Viena

Mi segunda parada fue la maravillosa Biblioteca Nacional de Viena. Dicen que es la más bonita del mundo y, aunque no he visitado todavía todas las que se postulan a ese puesto, esta sin duda está la primera de las que he visto, desbancando al clementinum de Praga. Al margen de que en esta se puede entrar y es más grande, tiene frescos en las paredes y una decoración preciosa. Había también una exposición temporal sobre un compositor, pero no tenía demasiado interés.

Catedral de San Esteban

Después fui a ver la catedral por dentro, pero no pagué la entrada porque por lo que me habían dicho era sobre todo subir a la torre y bajar a las catacumbas, y ninguno de los dos planes me apetecía demasiado (aparte de que el primer palacio ya me había costado el doble de lo que tenía presupuestado).

Museo de Sissi

Mi parada final del día fue el museo de Sissi. Si estás dudando entre ir al , no lo dudes. Museo de Sissi. Más barato, mejor audioguía con más tiempo de explicación y un palacio mucho más completo y espacioso. No esperes, eso sí, que te cuente sobre la vida idealizada de Sissi. Lo que se percibe es una mujer muy adelantada a su tiempo pero con una gran depresión que duró toda su vida. Pero es muy curioso, porque tenía hasta aparatos de gimnasia en el vestidor.


Justo estaba acabando la audioguía cuando por megafonía avisaron de que iban a cerrar el palacio, y ya a esas horas van cerrando prácticamente todos los sitios que visitar. Así que fui al parque del palacio para ver la estatua de Sisi y luego me fui hacia el hotel.
De camino entré en una librería y arrasé con la sección de libros en inglés... supongo que la visita a la biblioteca había hecho emerger lo peor de mi bibliofilia.


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