Qué visitar en BerlínNos levantamos y nos dirigimos a la calle Potsdamer, buscando si podíamos encontrar un lugar que abaratase el precio del desayuno que ofrecían en el hotel, atraídos por su olor, no tardamos mucho en dar con Toja (Potsdamer,132), una pequeña panadería que vendía bollería recién elaborada y donde podías degustar en su barra o en sus únicas tres mesas, un buen café con leche (Latte macchiato) o un espeso capuchino. Nos encantó, ya no cambiamos, aquí desayunamos todos los días.Sacamos en las máquinas del metro un abono de transporte de 7 días zonas A-B (Die 7-Tage-Karte VBB-Umweltkarte) que nos costó 28 euros (ahora 28,80 €) ,que sirve para utilizar todo tipo de transportes. Tomamos el metro y nos dirigimos a Potsdamer Platz.
Plaza de Potsdamer y su mercadillo navideño
Potsdamer Platz o Sony Centre
Esta plaza es uno de los lugares mas visitados y bulliciosos de Berlín. El antiguo muro la partió en dos, y hasta la reunificación, no se ha convertido en el lugar tan vanguardista y activo que es ahora. Una gran cúpula de colores cambiantes la protege de la lluvia y nieve en el invierno, junto a ella se instala uno de los mercadillos de Navidad (Weihnachtsmarkt) mas emblemáticos y preciosos de Berlín. Sus quioscos donde se venden salchichas, dulces o el tradicional vino caliente (Glühwein), tienen forma de casas en miniatura. Ese año una gran pista de nieve en forma de tobogán era la atracción mas concurrida.
En la plaza, se puede visitar el ascensor mas rápido de Europa (Panoramapunkt), el semáforo mas antiguo que funciona manualmente, el museo del cine, Legolandia y fragmentos del Muro de Berlín. Aquí se celebra anualmente la Berlinale. Es el lugar ideal para tomarte un café bajo la cúpula, una cerveza o sencillamente ir al cine. En Navidad acoge gigantes adornos navideños con figuras realizas con piezas Lego.
No muy lejos de aquí se encuentra el Memorial del Holocausto al que nos dirigimos a pie.
Memorial del Hocausto y Centro de Información
Holocaust Mahnmal (Memorial del Holocausto)
Consiste en una formación de 2.711 bloques de hormigón colocados a diferentes alturas sobre un terreno ondulado. El monumento y su color gris simboliza la tristeza de un cementerio, sus estrechos pasillos hacen sentirte que estas encarcelado entre muros insuperables.
Personalmente, lo mas interesante es visitar el Centro de Información que se encuentra en un subterráneo al final del monumento.
A unos metro de aquí, se encuentra el búnker en el que Hitler se refugió y suicidó, se rellenó con arena para que no se convirtiera en lugar de peregrinación de los neonacis, tan solo un cartel con el plano lo indica. Nosotros no dimos con él hasta que nuestro hijo nos llevó, ya de noche, un aparcamiento lo cubre. Desde aquí, a escasos 300 metros, se encuentra la Puerta de Brademburgo.
Brandenburger Tor (Puerta de Brandemburgo)
Es el monumento mas conocido y representativo de Berlín.
El tiempo desapacible y la nieve no nos dejó disfrutarlo. Desde ahí partimos hacia el Parlamento.
Fachada del Parlamento y la Cúpula de Norman Foster
Reichstag (Parlamento)
El Parlamento es otro lugar que no debes dejar de visitar. Se trata de un inmenso edificio estilo neoclásico del 1894, coronado por una moderna cúpula de cristal diseñada por el prestigioso arquitecto Norman Foster, a la que se puede acceder solicitando la visita previamente mediante internet . Nosotros así lo hicimos concertando la visita para las 14:30 h., te proporcionan una autoguía en español y conforme vas subiendo por una rampa con extraordinarias vistas de la ciudad, te hacen comentarios de lo que se divisa. La solicitud, autoguía y visita es gratuita.
Terminada la visita, decidimos ir a comer el típico codillo alemán al Restaurante Satndige Vertretung (Schiffbauerdamm,8) especialista en comida alemana. Es un lugar acogedor, decoradas sus paredes con fotos de personalidades y gente famosa, la carta estaba también en español y el personal era muy amable.
Checkpoint CharlieSe trata de un antiguo puesto de control del sector americano, que permitía a los alemanes un pase diurno para cruzar la frontera hacia el sector soviético.
Iglesias Francesa y Alemana, casi idénticas
Plaza Gendarmenmarkt
Esta plaza llama la atención por los tres edificios que la flanquean: El edificio de la sede de la Orquesta Sinfónica de Berlín (Konzerthaus) y dos iglesias de estilo neoclásico casi gemelas que cuesta identificar, la Iglesia Francesa (Französischer Dom) y la Iglesia Alemana (Deutscher Dom), ésta última transformada en un museo.
La preciosa plaza que toma su nombre del regimiento allí instalado en el s.XII. En Navidad se ubica unos de los mas tradicionales mercadillos berlinés.
Desde aquí, debido a su proximidad, nos acercamos hasta la Avenida Unter den Linden.
La Avenida de Unter den Linden
Esta avenida, que significa: “Bajo los tilos”, es una de las mas principales de la ciudad, parte desde la Puerta de Brandemburgo y llega hasta la Isla de los Museos.
Altar de Pérgamo y Puerta mercado de Mileto
La Isla de los Museos
Esta situada en el río Spree que atraviesa la ciudad. La componen un conjunto de cinco museos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, situados en este orden de Norte a Sur: El Museo Bode (Bode Museum), el Museo de Pérgamo (Pergamon Museum), el Museo Nuevo de Berlín (Neues Museum), la Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie) y el Museo Antiguo de Berlín (Altes Museum).
Estos museos, destruidos en los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial,con tenacidad, han sido casi reconstruidos prolongándose todavía las obras.
El museo mas visitado, que no debéis perderos, es el Museo de Pérgamo, nombre que recibe de la ciudad griega donde fue encontrado el Altar de Pérgamo, la mas impresionante pieza del museo, como también lo son la Puerta del Mercado romano de Mileto, la Puerta babilónica de Astarté y las piezas islámicas de la sala superior entre las que se encuentran algunas procedentes del Andalus español. El precio de la entrada es de 13 euros, la reducida 7 € y disponen de autoguías en español.
Puerta de Astarté y Museo Nuevo de Berlín
La visita, nos llevó toda la tarde hasta la hora de cierre a las18 h, así que volvimos al día siguiente para visitar el Museo Nuevo, otro de los museos mas espectaculares del mundo, no solo por la gran colección de arte egipcio que contiene, sino también, por al edificio que lo alberga. Aquí se puede admirar momias, objetos funerarios, estatuas... pero la joya es el busto de Nefertiti, que te asombrará como se conserva con toda su policromía. También hay salas con objetos de la prehistoria, cultura romana y germánica. Nos gustó, vale la pena visitarlo. El precio de la entrada son 10 € y la reducida para estudiantes 5 €.
East Side Gallery (Muro de Berlín)
Por la mañana, tomamos el metro y nos bajamos en la estación Warschauer Str. de la línea U1, para visitar este lugar que se ha convertido en la galería al aire libre mas grande del mundo.
Se trata de un tramo del muro de 1,3 km., donde se conservan los dibujos en grafitis de artistas del todo el mundo, que tras la la apertura del muro, quisieron reproducir mensajes de protesta e imágenes relacionadas con el acontecimiento.
Reloj mundial y mercadillo en Alexander Platz
Alexander Platz
Era la plaza mas importante de Alemania del Este, conocida popularmente como “Alex”, ahora nudo de comunicaciones de metros, trenes y tranvías. A aquí se encuentra la Torre de la Televisión (Fersehturm) con 368 metros de altura, semejante a nuestro Pirulín de la TVE de Madrid. Arriba hay instalado un restaurante giratorio con vistas extraordinarias de la ciudad. Se puede subir por 12 €, los estudiantes 7,5 €.
Desde aquí, parte la avenida de Karl Marx Allee con edificios típicos de construcción comunista. En la plaza destaca el gran reloj mundial y el mercadillo navideño que también es otro de los mas importantes de la ciudad.
Allí encontramos unos inmigrantes españoles, que nos contaron su personal historia al calor de la lumbre. Desde Alemania, con grandes privaciones, enviaban el dinero a sus padres y hermanos de la Vera (Cáceres). Gracias al dinero enviado, sus padres habían construido una casa nueva y sus hermanos habían podido estudiar carreras. Siempre creyeron que esa casa sería su hogar cuando se jubilases, pero al asistir a entierro de su madre, último de sus progenitores, se encontraron que éstos no habían hecho testamento y los hermanos se negaron a ceder o vender a precio simbólico, la parte de la casa heredada por todos a partes iguales. Defraudados por tanto egoísmo, juraron no volver mas a su pueblo. Ahora habían comprado una casa en la Costa Blanca, donde iban de vacaciones y donde pensaban jubilarse definitivamente en España.
Cuando dejó de nevar retomamos la visita y nos dirigimos a pie hacia el Ayuntamiento.
Rotes Rathaus (Ayuntamiento Rojo)
Es un edificio de estilo neorenacentista, construido en 1861 en ladrillo de color rojo, del que recibe su nombre.
La entrada es gratis, se accede por la torre central donde ondea la bandera, puedes moverte libremente por su interior.
Desde aquí cruzando el río Spree llegas a la Isla de los Museos, donde se encuentra la Catedral de Berlín.
La Catedral de Berlín y el Restaurante Alt Berliner Biersalon
Berliner Dom (La Catedral de Berlín)
Es un majestuoso edificio de estilo neoclásico con dos torres y una gran cúpula de cobre que recuerda a la del Vaticano. Este edificio se construyó a principios del s.XIX.
Su interior guarda la cripta donde están enterrados 90 miembros de la familia real de la dinastía de los Hohenzollern. Subiendo 270 peldaños se llega a la cúpula, desde donde se puede apreciar vistas panorámicas de la ciudad. La entrada cuesta 7 € o 4 € la reducida.
Desde aquí nos fuimos a visitar el Museo Nuevo que ya comenté, acabado de visitarlo, nos reunimos con nuestro hijo y nuera que llegaban de Dinamarca, y juntos, nos fuimos a cenar al Restaurante Alt Berliner Biersalon (Kurfurstendamm,225), con apariencia de pub, donde en unos reservados, puedes degustar la comida típica alemana en grandes raciones y una carta amplísima de tipos de cervezas. El precio y trato muy bueno, para recomendar. Allí preparamos la visita para el otro día a la ciudad de Postdam
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Ciudad de Potsdam y ante el Palacio Nuevo
Ciudad de Potsdam
Quedamos en la Estación de Alexanderplatz y desde allí tomamos el tren S7, que en 50 minutos, te lleva a Postdam. Hay que sacar un suplemento para el sector C que cuesta 1,60 euros.
Allí, en la estación de llegada, se puede tomar un City tour por 18 € que te lleva por los lugares mas turísticos o tomar un autobús publico, el 695, que hace casi idéntico recorrido, nosotros optamos por este último, ya que nos servía el bono de transportes de 7 días zonas A-B, que compramos el primer día para movernos por Berlín.
Hacia un frío tremendo, pero aún así, valió la pena visitar esta preciosa ciudad. Federico II, el Grande, la embelleció de tal manera que se considera "la Versalles berlinesa". El palacio mas impresionantes es el Palacio Nuevo (Neues Palais), pero tiene otros como el Palacio o Castillo Sanssouci, el Palacio de Cecilienhof, donde se reunieron Stalin, Churchull y Truman para repartirse Alemania.
Barrio holandés y Restaurante San Marco I
También merece visitarse el Barrio Holandés, con casas semejantes a las de Holanda construidas por trabajadores holandeses o el Puente de los Espías, utilizado para el intercambio de espías durante la Guerra Fría.
Pasamos todo el día y volvimos a Berlín para cenar al Restaurante San Marco I (Kleiststraße, 36), de comida auténtica italiana y alemana, algo caro, pero ambiente acogedor.
Al día siguiente, mientras nuestro hijo y nuera preparaban la cena de Navidad en el apartamento que habían alquilado, nosotros nos fuimos a visitar lo importante que nos quedaba por ver en Berlín.
Fachada y hall del Castillo de Charlottenburgo, Berlín (Alemania)
Iglesia Memorial del Emperador Guillermo y el Castillo de Charlotenburgo
La Iglesia Memorial (Kaiser Wilhelm Gedächtniskirche) esta casi destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, cuando nosotros fuimos, tuvimos que preguntar para dar con ella, ya que estaba completamente envuelta en andamiajes, tanto, que resultaba imposible hacerle fotos. La primera intención del Gobierno, era dejar únicamente la torre que quedó intacta, pero ahora parece que cambiaron de idea y la están restaurando totalmente, añadiendo fragmentos modernos.
En cambio, el Castillo Charlotenburgo (Schloos Charlottenburg), nos gustó bastante, aunque no pudimos entrar porque se celebraba una concierto con motivo de la Navidad con un precio desorbitado. No pasamos del recibidor, pero tenía buena pinta, el interior dicen que es precioso.
Con esto terminó nuestra visita turística a Berlín, el resto de la estancia lo pasamos con nuestro hijo y nuera, celebrando la Navidad, algo que no olvidaremos, ya que se desvivieron por nosotros, y lo mas importante, nos sentimos queridos, unas Navidades realmente entrañables.
Continuará
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