Viaje a Chipre 2014 - Los mosaicos de Pafos

Por Carlos Thode Mayoral

Mosaico de la casa de Aion, con cinco escenas mitológicas

Una de las visitas más recomendables que pueda hacer cualquier turista en Pafos, y posiblemente en toda Chipre, es el yacimiento de Kato Pafos. Ciudad nacida en el siglo IV a.C. debido al desplazamiento de la población desde la antigua Pafos (Paleo Pafos) a consecuencia de su destrucción por un terremoto, que acabaría convirtiéndose en un importante puerto en la antigüedad.

Acceso al yacimiento


Tras la muerte de Alejandro Magno, su general Ptolomeo, rey de Egipto, se apoderó de la isla convirtiendo a Pafos en su capital. Ya que Chipre abundaba en cipreses (el nombre de la isla procede de ellos), esta conquista le aseguraba madera para la construcción de una flota comercial y militar que la magra tierra egipcia no habría podido darle.
El estrategos encargado del gobierno insular se instaló aquí, lo que dio al nuevo puerto un flujo de riqueza que duraría siglos, ya que tras la conquista de la isla por los romanos, estos la mantuvieron como capital.
La consecuencia de esa riqueza podemos verla hoy día en los suelos de las antiguas casas, ya que están cubiertos de excelentes mosaicos. La mayoría consisten en escenas de diversos mitos grecorromanos, que además tienen dos grandes ventajas: la primera, es que los artesanos musivarios pusieron los nombres de todos los personajes, por lo que es muy fácil reconocerlos; la segunda, es que la mayoría de las escenas representadas podemos encontrarlas relatadas en el libro Las metamorfosis de Publio Ovidio, cuya lectura nos dará la clave para comprenderlos y disfrutarlos.
La casa de Aion
De época romana, su principal mosaico es uno muy grande consistente en cinco escenas de carácter mitológico: la historia de Leda y el cisne, la epifanía de Dionisos, la rivalidad en belleza entre Casiopea y las Nereidas, el castigo de Marsias y la alegoría de Aion.

Leda y el cisne

Leda, reina de esparta, fue seducida por Zeus, que había tomado la forma de un cisne para poder acercarse a ella. El resultado fue el nacimiento de cuatro famosos personajes: Cástor, Pólux, Helena y Clitemnestra. Esta fue una escena muy popular en todo el imperio romano, por lo que pueden encontrarse sus mosaicos desde Antioquía hasta Écija.

El castigo de Marsias

El sátiro Marsias estaba muy orgulloso de su habilidad tocando la flauta. Su soberbia le llevó a enfrentarse en un concurso con Apolo, dios de la música. Por supuesto perdió el concurso, y Apolo le castigó a ser despellejado vivo. Este relato fue también bastante popular, quizás como metáfora de lo que les puede ocurrir a aquellos que desafían a los poderosos.

Escena de Teseo y el Minotauro dentro del laberinto






La casa de Teseo

 Estuvo habitada desde el siglo II al VI de nuestra Era. Parece ser que era la casa del procónsul, el gobernador romano de Chipre. El principal mosaico es una espectacular escena de Teseo matando al minotauro dentro de un laberinto circular; metáfora de la victoria de la civilización sobre la barbarie. Además de los personajes principales (Teseo, Minotauro y Ariadna) hay una alegoría del laberinto y otra de Creta.

Baño de Aquiles niño

Además de los padres y las nodrizas de Aquiles, destaca a la derecha la representación de las Parcas (las Moiras en la versión griega): Cloto, Laquesis y Atropos; que decidían el destino de los humanos y la duración de su vida. Muy apropiado para alguien que muere joven en Troya. Este mosaico es de época posterior, más parecido a los bizantinos, cuando las figuras habían perdido dinamismo. Más que una escena, parece un retrato de familia; de calidad inferior al de Teseo o a los de la casa de Aion, aunque muy colorido. Este tipo de mosaico es el que se imitaría en época cristiana cambiando los personajes por los del Nuevo Testamento.

Casa de Dionisos

Es la más grande, mejor conservada y con los mosaicos más espectaculares. De sus 2.000 metros cuadrados de superficie, más de la cuarta parte esta cubierta de mosaicos.

Escila

Según Ovidio, Escila era una hermosa ninfa que provocó la envidia de la hechicera Circe, que la envenenó convirtiéndola en un horrible monstruo con cola de tritón y perros en el vientre. Este mosaico está hecho con guijarros blancos y negros siguiendo el estilo helenístico.

Narciso contemplando su reflejo

El joven Narciso era tan guapo (y tan idiota, por cierto), que la primera vez que vio su propio reflejo en el agua, se enamoró de él. No se sabe si murió de hambre contemplándose o ahogado intentando abrazarse al agua, pero dicen que en el más allá se sigue mirando en la laguna Estigia.

Las cuatro estaciones

El mosaico de las cuatro estaciones representa a estas en las esquinas mediante alegorías (arriba verano primavera, abajo  invierno y otoño) y, entre ellas, escenas campestres estacionales. El personaje del centro probablemente sea Dionisos, ya que se conocen mosaicos similares en otras localidades donde sí se reconoce a este personaje. Es muy curioso el efecto tridimensional de los cubos.

Píramo y Tisbe

La leyenda de Píramo y Tisbe la contó Shakespeare cambiando los personajes y la época, pero el relato original es griego, aunque fue Ovidio quien lo narró con más detalle.

Mosaico geométrico

Resumiendo: ambos eran jóvenes vecinos de Babilonia que se habían enamorado, aunque sus respectivas familias no querían ni oír hablar del tema. Dispuestos a fugarse, quedaron en encontrarse junto a una fuente en las afueras. En contra de la costumbre, primero llegó la chica, Tisbe, y durante su espera llegó un león. Tisbe se escondió, pero se le cayó un pañuelo con el que la fiera estuvo jugando. Cuando Píramo llegó a la cita (suponemos que con cualquier excusa inventada para explicar su tardanza), se encontró con que en la fuente no había nadie. Sin embargo, antes de empezar a quejarse de la poca paciencia femenina, vió las huellas del león y el pañuelo roto y ensangrentado, y sacó la conclusión lógica: Tisbe se había puesto hecha una fiera y se había comido un león... digo, no, creo que era al revés. El caso es que Píramo, en su desesperación, se suicidó con sus espada. Cuando Tisbe volvió de su escondite, encontró a su amado ensartado y se dió cuenta de lo ocurrido, hizo lo que cualquier romántico incurable esperaría de ella, darse muerte con la misma espada para estar junto a él en el más allá. 
En la imagen podemos ver al león con el pañuelo en la boca, a Tisbe huyendo, y a Píramo supuestamente moribundo. Digo "supuestamente", porque desconozco la razón de que lleve en la mano un cuerno de la abundancia en vez de su espada.
Recomiendo leer la versión de Ovidio, mucho más completa y poética.

Apolo y Dafne

Mosaico con escena de caza

El mosaico de Apolo y Dafne resume esta historia: El dios Apolo, gran arquero, se había estado burlando del pequeño Eros (Cupido en la versión romana) por su "arquito". Pero la mala uva de Eros era bastante más grande que su arma. En venganza, decidió clavar una flecha de oro (provocaba amor) en Apolo, y una flecha de hierro (incitaba al desprecio) en la ninfa Dafne. Apolo comenzó a perseguir a la ninfa proclamando su amor eterno con la misma velocidad a la que ella huía de él asqueada. Cuando el dios iba a alcanzarla, esta pidió a su padre (que era un dios fluvial), que la librase de semejante castigo; el resultado fue bastante sorprendente, y es que la bella Dafne se convirtió en un laurel (no sabemos en que demonios estaba pensando el padre), con la consiguiente decepción de Apolo, que se dio de bruces con un árbol.

En la escena, Dafne convirtiéndose en planta mientras Apolo la persigue. El estrafalario padre, tumbado a la izquierda.

Poseidón y Amimone

El relato de Poseidón y Amimone es bastante sencillo. Este ninfa fue a buscar agua, encontrándose con un sátiro que decidió que una chica sola por el campo, solo podía estar "buscando guerra". En ese momento llegó el dios Poseidón, que la libró del sátiro y decidió que su buena acción bien merecía una "recompensa". Así que el destino de la joven Amimone ese día estaba claro desde por la mañana.

Dionisos y Icarios

En uno de sus viajes, el dios del vino Dionisos se alojó en casa del ateniense Icarios. En agradecimiento, le concedió el conocimiento de la elaboración del vino. Icarios cometió la torpeza de dar vino a unos amigos que, tras emborracharse, creyeron que habían sido envenenados y lo mataron. Icarios fue transportado al cielo convirtiéndose en la constelación del Boyero.

El rapto de Ganimedes

Hay muchos otros mosaicos en Pafos, pero valgan estos como muestra de lo que podrá disfrutar quien decida visitarlos.Sobre ellos, recomiendo leer el artículo Consideraciones en torno a los mosaicos romanos de Chipre, de José María Blázquez Martínez y otros. Revista Lvcentvm XIV-XVI. Disponible en internet.