Costa Rica, mejor por libre
La idea de realizar muchos de nuestros viajes comienzan en FITUR, la Feria Internacional de Turismo, que se celebra todos los años en Madrid, precisamente en la pasada adicción, visitando el stand de Costa Rica, Freddy Lizano del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), nos animó a conocer este país centroamericano prometiéndonos que nos proporcionaría entradas y guías a los parques nacionales, luego desgraciadamente quedó en nada, era tal la burocracia que nos exigían que desistimos: Detalles de producción, permisos de filmación o imágenes, costes, tiempo... ¡vamos, ni que se tratase de filmar una serie para National Geographic!
La entrada, como en todos los parques nacionales gestionados por el SINAC, cuesta 10 dólares (5.000 colones) para los extranjeros, mientras que a los nacionales únicamente les vale 1.600 colones.
La visita a Costa Rica ha sido una experiencia gratificante que animo a realizarla, seguro que no os arrepentiréis. Es uno de los países mas pequeños de América, semejante a la Comunidad de Aragón, pero con la diversidad biológica mas grande del mundo, el 5% mundial se encuentra aquí. Su situación privilegiada entre los dos océanos, su tierra fértil y su clima tropical, la convierten en un paraíso ecológico único donde se pueden encontrar mas de 10.000 especies de flora, 35.000 especies de insectos, 1.010 especies de peces, 850 especies de aves, 220 especies de reptiles y 160 especies de anfibios, ¡todo un paraíso!
Costa Rica ha sabido sacarle provecho al turismo sostenible, ha creado 28 parques nacionales y 6 áreas protegidas, preservando y protegiendo los paisajes naturales. Una cuarta parte del país está protegida, curiosamente muchos Parques Nacionales, como por ejemplo el de Manuel Antonio, proceden de compras realizadas por compañías extranjeras como la United Fruit Company con fines de explotación, que luego han revertido al Gobierno como áreas protegidas.
Los costarricenses cuidan y respetan la naturaleza A esta riqueza de paisajes naturales exuberantes, dados a conocer al mundo como escenarios de la película “Parque Jurásico”, hay que unir, que es una de las naciones mas seguras de América, con una consolidada democracia e ideas pacifistas, que la convierten en “la Suiza americana”, al haber disuelto el ejército en 1948, lo que le permite destinar el presupuesto de las fuerzas armadas a otros servicios como la educación, aquí los analfabetos tan solo representan el 4% de la población.
Otro potencial, es la amabilidad, tranquilidad y dulzura de los costarricenses, familiarmente llamados “ticos”, por su costumbre a terminar muchas palabras con el diminutivo “tico”: Cafetico, gatico, chiquitico... como hacen en España los aragoneses. Aunque este estereotipo, no sirve para definir el carácter de los habitantes de la costa caribeña de tez negra, mas alegres, informales y holgazanes, que utilizan muchísimas expresiones de origen anglosajón por ser descendientes de esclavos de plantaciones jamaicanas, que se trasladaron a la costa Este costarricense con motivo de la construcción del ferrocarril a finales del siglo XIX. Aunque, a decir verdad, las actuales compañías norteamericanas que acaparan el cultivo del plátano y la piña, han influido mucho en el vocabulario y costumbres de toda la nación, como las cadenas de comida rápida y pollo frito que proliferan por doquier.
Costa Rica: Pura vida“Pura Vida” es el eslogan que repiten los lugareños para saludarte y que han sabido vender para atraer a turistas de todo el mundo que buscan ecoturismo, bosques exuberantes, volcanes, cascadas, vida salvaje... una “Tiquilandia” que genera la mayor fuente de ingresos del país.Seducidos también nosotros, el 25 de febrero salíamos para allá. El vuelo mas económico, la mitad que con otras compañías, era con Américan Airlines (434 euros ida/vuelta, con impuestos incluidos) que hacía escala en Nueva Yorrk o Miami, nosotros decidimos hacerlo en la primera ciudad, ya que la escala era de tan solo tres horas, lo justo para realizar los farragosos trámites aduaneros en Estados Unidos. Puntuales a las 10:35 h. salíamos de la T4 del Aeropuerto de Barajas (Madrid) en el vuelo AA-95. El avión era un Boeing 757 con una configuración de tres- pasillo-tres asientos.Lo chocante de esta compañía es el personal auxiliar de vuelo, personas muy mayores, algunos barrigudos, ¡mas aptos para el papel de Papa Noel que para azafatos!, pero correctos y eficientes que es lo que se trataba, excepto en recoger las bandejas, para mi demasiado rápidos, mi hija que es lenta comiendo, siempre se encontraba a medias cuando recogían.
De San José a TortugueroA las 10:30 h. de la noche llegábamos al Cocoon Hotel en San José, un establecimiento recientemente remodelado de ambiente y motivos ecológicos, su color verde predomina por doquier, incluso en su fachada. Tan solo tiene tres alturas que acogen a las 44 habitaciones que dispone. Lo elegimos por los buenos comentarios y su situación privilegiada en centro de la ciudad, muy cerca de la Terminal del Caribe donde debíamos salir al día siguiente dirección al Parque Nacional de Tortuguero. A tan solo unos minutos a pie, está el Museo de los Niños, el Museo de Oro Precolombino y el Teatro Nacional. A tres manzanas (cuadras), tomando la Calle Central dirección Sur, hay un Mc Donald's y una Pizza Hut, casi juntos.
El bus sale a las 12:00 de Cariari y te lleva por una carretera de tierra hasta La Pavona (también llamada Rancho El Suerte), este autobús es utilizado por los escolares y campesinos, así que va a a rebosar, la mayoría de gente de pie. Durante el trayecto entré en conversación con Alfredo, un capataz al servicio de un terrateniente cuyo negocio era el ganado vacuno, de él aprendí que la mejor carne es la de la raza de vaca jorobada. Alfredo tenía, nada menos, que 17 hijos procedentes de cuatro parejas, la actual, era mas joven que su nieta. La carretera atraviesa grandes plantaciones de plátanos (bananos) de compañías internacionales como los de la conocida marca de Chiquita.
.