En este primer post me gustaría hablaros un poco de lo que hay en la capital y el siguiente lo centraré en la decoración en general. Así si alguien quiere ir tendrá alguna referencia por mi parte.
Lo primero que decir es que si te gusta andar y patearte la ciudad de arriba a abajo, en dos días puedes recorrer las partes más interesantes de la ciudad, que para mi son sin duda, el centro comercial, el casco antiguo y Djurgarden con el parque de Skansen.
El primer día recorrimos prácticamente todo el centro comercial de la ciudad, lo que más me llamó la atención es la pasión que pone la gente por la navidad. Puede ser por el frío o por su estilo de vida, pero sin duda, tienen verdadera pasión por ella. Engalanan pisos, oficinas y comercios con un montón de objetos decorativos.
Tal vez la zona más espectacular en este sentido sea el centro comercial, donde edificios de tiendas se unen por debajo de la ciudad para formar a veces un único complejo de tres o cuatro edificios con inmensidad de tiendas y centros comerciales. Además a diferencia de París, hay muchas más tiendas de decoración que de ropa, por lo que disfruté como un niño.
En cuanto al precio hay que decir que en la mayoría de cosas se paga el doble, aunque si buscas un poco, puedes encontrar lo que allí se considerarían verdaderas gangas.
Lo segundo que vimos fue el casco antiguo, pequeño pero muy cuidado, de nuevo más tiendas engalanadas con adornos navideños, y de nuevo, la mayoría de decoración. Por supuesto no pueden faltar las tiendas de souvenirs como en cualquier ciudad, pero había otras muy interesantes. Los edificios son bonitos aunque personalmente prefiero el estilo arquitectónico Belga, muy similar pero en mi opinión más espectacular. Por suerte en esta época hay bastantes mercados navideños donde puedes comprar adornos, chucherías o algo de beber. Como nos gusta probar cosas nuevas probamos el vino caliente. Si he de ser sincero no me gustó nada, desde luego te hacia entrar en calor, pero la mezcla de especias que llevaban no me convenció en absoluto.
Después de un día agotador volvimos al hotel a aguardar un nuevo día.
El segundo día hicimos prácticamente lo mismo, solo que visité el Vasa museo, donde hay un antiguo barco vikingo rescatado hace cincuenta años y que había permanecido bajo el mar más de trescientos. Aunque el museo no tiene nada más y la entrada es cara ( unos 12 para estudiantes 155 para el resto) a mí me mereció mucho la pena, pues me gustan este tipo de cosas.
El tercer día tal vez fue el más interesante. Visitamos Djurgarden de nuevo, pero esta vez nos adentramos en el parque de Skansen, que ocupa la mitad de la isla.
Para los que no lo conozcáis, el parque de Skansen es un museo al aire libre-parque temático donde se unen un pequeño zoológico y casas tradicionales de cientos de años de antigüedad y puedes ver a gente realizando distintos oficios antiguos como herrería, cristalería, velas, etc.
No tenia muchas esperanzas pues me esperaba algo estilo Port aventura, pero fui gratamente sorprendido con un parque temático muy realista y elaborado, con objetos realmente antiguos y trajes bien confeccionados.
Además coincidimos con uno de los mercados navideños más grandes del país que solo duraba dos días justo en el centro del parque, con más puestos de comida y adornos. Allí probamos un par de comidas más. Un cono de maíz relleno de patata hervida, carne de alce y una salsa dulce que nos gustó mucho, y una especie de tortilla hecha con masa de churros y bacon frito. Suena peor de lo que estaba, pues tenia buen sabor y mucha energía para seguir caminando. Estuvimos comiendo al lado de unas buenas fogatas de leña y proseguimos la visita. Después de una visita de varias horas que no se hizo nada pesada, cenamos en el centro de la ciudad y volvimos al hotel.
Fue una experiencia muy agradable y aunque también tiene cosas no tan buenas, es un viaje que recomiendo.
Para terminar me gustaría poneros algunas fotos para que os hagáis una pequeña idea: