El obligado trayecto hacia el Ganges a través de la ciudad de Benarés no tiene interés alguno, salvo el de poder sufrir en primera persona la masificación del país. La primera parte del recorrido se realiza en algún medio de transporte, preferiblemente en rickshaw o en tuc-tuc, ya que las calles son estrechas y terriblemente transitadas, por lo que acudir en autobús supondría quedar atascados por tiempo indefinido. Además utilizar alguno de estos dos vehículos tiene la ventaja de saber que la propina que das la reciben los que verdaderamente la necesitan; además de ser el precio muy razonable.
Reservas de madera para las cremaciones
Los edificios no tienen atractivo, aunque sí se ve alguno que en su día debió lucir algo entre tanta cochambre.
Llama poderosamente la atención el cableado eléctrico externo, ya que se encuentra desastrosamente instalado. No es raro escuchar un fuerte ruido acompañado de un relámpago provocado por algún ave que, en su ingenuidad, ha pasado directamente al otro mundo cuando se posaba en dicho tendido eléctrico buscando un descanso.
Vendedoras de guirnaldas
También suelen verse grupos de peregrinos perfectamente reconocibles por tener todo el pelo afeitado.Por supuesto no faltan los animales, principalmente las vacas hurgando en la basura.
Este gran mapa de la India tallado en mármol se encuentra en el templo de la Madre India, ya que a falta de divinidades, los indios han convertido a su patria en una diosa. Fue realizado como homenaje a la declaración de independencia.
Estupa Dhamek
La Estupa Dhamek de Sarnath, un lugar a 13 km de Benarés, marca el lugar donde Buda dio el primer sermón a sus cinco discípulos tras alcanzar la iluminación. Empezada en el siglo VI, nunca llegó a terminarse. Es una estructura muy simple, ya que se trata de un cilindro sólido de ladrillos de piedra.