Viaje a la nada, segunda reseña de la saga Vamurta

Por Igork
Los mejores regalos son los no esperados. Desde tierras escocesas, vía Internet, llega la segunda reseña de Antigua Vamurta - Saga Completa publicada en el blog de Viaje a la Nada. Una reseña de Miércoles, una mente científica que conserva la capacidad de perplejidad y sorpresa ante el mundo que destila en gotas de ironía. Llega una crítica con sello de originalidad sobre esta obra de literatura fantástica. Lean ustedes el diálogo que sirve de sorpresiva antesala. Es una reseña sincera en estos tiempos fecundos en falsas críticas y recomendaciones (social managers a sueldo) en Internet y (previo pago) en los medios tradicionales. Todavía me sonrojo con las desmesuradas alabanzas en diarios y radios a la mediocre Victus, de Sánchez Piñol. Comemos lo que nos ponen en la mesa. En la latitud de Vamurta se es invisible pero cierto. Y además de ser una crítica creativa de este libro de fantasía, que rompe cánones, es también analítica. Una combinación ésta, como la del buen gin con tónica, que no siempre se da.   Señala aspectos negativos del libro, especialmente referidos a la lentitud del arranque de esta larga novela fantástica. Acertados, ciertos, discutibles. He leído opiniones justamente contrarias y creo que se debe a que el lector de fantasía épica prefiere el arranque, más acorde al género, que la evolución del libro, que se encara hacia, como Miércoles sostiene, los libros de aventuras clásicos. En general sí creo que la mayor parte de los lectores de Vamurta comparten la opinión de que el arranque no es lo mejor del libro, ni mucho menos.
Bueno, a estas alturas, cualquier noticia sobre Vamurta es un regalo. ¿Por qué? Porque la obra se ha situado en la medianía grisácea de la tierra de nadie con tendencia (si fuera una agencia de calificación de riesgo lo diría) a caer en los pozos del olvido. De ahí mi alegría. De hecho, como autopublicación que es, esta posición en medio del gran pelotón era la probable. Sobresalir es una hazaña, como siempre lo ha sido. Lo que sí sé es que algunos de los que han transitado por las tierras bajo el signo de Onar han descubierto y disfrutado de valles y ciudades no esperados. Caramba, eso es una maravilla.

Viaje a la nada, segunda reseña de la saga Vamurta