Cuando llegas a Rovaniemi, sobre todo si es invierno, te encuentras con una preciosa estampa de tranquilidad. Ya desde que te acercas a la ciudad desde el aeropuerto la vista te enamora. Es una estampa de pueblo de nieve. Todo blanco, pero precioso, con una luz cenital magnífica.
Una vez llegados y alojados en el hotel se había hecho de noche (se hace de noche muy temprano) decidimos dar nuestro primer paseo por la zona y de paso cenar algo. Como dijimos el Hotel Sokos Vaakunas se encuentra situado en la calle Koskikatu que es la calle principal de la localidad, en su mayor parte peatonal. Lo cual es fantástico, porque tienes la mayor parte de cosas a un simple paseo.
Lo primero que notamos fue frío, un intenso y penetrante frío.
En la calle Koskikatu nada más salir del hotel te encuentras algunos lugares para comer, una pizzería, el restaurante Amarillo del Hotel, un restaurante Chino y el maravilloso restaurante Nili. Un poco más adelante encuentras ya tiendas de regalos, recuerdos, conveniencia y muchos más sitios donde comer así como algún centro comercial, varios de hecho, de diferente tamaño.
Rovaniemi es una ciudad tranquila, donde aunque estamos en su máxima época turística y todos sus hoteles están al 100% de capacidad, no encontrarás una sola aglomeración. Sus habitantes son educados y mucho más civilizados de lo que estamos acostumbrados en estas latitudes, paran en todos los pasos de peatones e incluso donde no los hay.
Es ya tarde así que nos damos un paseo, vemos un poco el panorama de la zona en la que estamos, que es toda la zona central de la localidad. Como ya es algo tarde para esta zona decidimos ir a cenar.
Tras nuestra magnífica cena decidimos seguir con nuestro paseo antes de ir a dormir y de paso acercarnos a donde está la agencia que hemos escogido para realizar todas nuestras excursiones en nuestra estancia aquí para saber donde está.
Así que volvemos a tomar Koskikatu (la de veces que hemos tomado esta calle arriba y abajo en nuestra estancia) para dirigirnos hacia el hotel y seguir un poco más allá donde se encuentran las oficinas de Lapland Safaris donde hemos decidido realizar los safaris… “Safari de Papa Noel”, “En Busca de la Aurora Boreal” y “Leyenda de los Cuatro Vientos”. Está tan sólo cruzando la calle del hotel, es la siguiente esquina, lo cual es muy conveniente para nosotros.
Tras ver la localización exacta de las oficinas de Lapland Safaris nos dimos cuenta de cuánto engaña el plano de Rovaniemi, tanto en Google Maps como en los planos que tan amablemente nos habían enviado desde las oficinas de turismo. A diferencia de otros muchos lugares en los que hemos estado, en esta localidad todo está mucho más cerca de lo que parece en los mapas.
Decidimos seguir con nuestro pequeño paseo y bajamos hasta el río, que ya se estaba congelando casi en su totalidad y nos dio una buena visión de Ousnasvaara, la estación de esquí que está sólo cruzando el río. La visión de ver un rio tan ancho casi completamente congelado es muy emocionante para nosotros, nunca habíamos visto un río tan grande congelado, de hecho en los próximos días lo pasaremos en moto de nieve. A lo largo del río hay un interesante paseo con árboles que suponemos en otra época del año dará un verdor y frescor a la zona muy bonito, pero que ahora queda algo solitario.
Tras un rato de paseo decidimos volver al hotel y descansar un poco que a partir de mañana tenemos actividades y serán días de mucho movimiento.