Viaje a Madeira, Portugal (I)

Por Ribalda
  • Viaje a Madeira por libre. Vuelo a Madeira con TAP Portugal. Traslado del aeropuerto a Funchal. Cómo moverse en Madeira. Hotel Orquídea. Primer contacto con Funchal.
Funchal, capital del archipélago de Madeira
Desde hacía un tiempo teníamos la intención de visitar Madéira, habíamos recogido información en Fitur y nos había chocado sus preciosos paisajes de escarpadas laderas y su exuberante vegetación, el momento llegó con una oferta de vuelo de TAP Portugal por 165 euros ida y vuelta, ahora solo restaba encontrar un hotel a buen precio que no tardamos en encontrar, 5 días por 466 euros en habitación triple y media pensión.Sinceramente fue una elección acertada, hemos vuelto encantados de sus paisajes, de sus gentes hospitalarias, acogedoras, sinceras y nobles.El 11 de marzo, a las 12:30 h. partíamos desde el Aeropuerto de Barajas hacia Lisboa en un cómodo Airbus 319 configurado en dos filas de tres asientos con un pasillo central, lo que nos permitió ir juntos. El vuelo duró una hora y veinte minutos, así que llegamos puntualmente a Lisboa a las 12:40 h, descontada la hora menos por cambio de horario. Las azafatas fueron muy atentas, aunque no había mucho tiempo, nos sirvieron un bocadillo de atún, zumo, bebida y finalmente el café, cuando ya teníamos bajo nuestros pies la ciudad de Lisboa.

 Interior del Airbus 319 y vista aérea de LisboaUna hora y media después, partíamos para Madeira en un avión muy parecido (A-320) donde nos volvieron a dar un bocadillo, bebidas y café. Elegimos la parte de la derecha para poder contemplar, sin que nos molestase el sol, Lisboa y luego la isla de Madeira en el aterrizaje, por cierto, el aeropuerto esta considerado como uno de los mas difíciles y peligrosos del mundo únicamente para experimentados pilotos, ya que su pista es muy corta con el último tramo sobre columnas encima del mar. El aterrizaje y despegue de nuestros vuelos fueron perfectos, pero es frecuente, debido a las condiciones atmosférica, abortar el aterrizaje e intentarlo de nuevo.
Después de divisar en las laderas de las montañas infinidad de casitas de tejados rojos, que contrastaban con el verde del paisaje, puntuales a las cuatro de la tarde, llegábamos a Funchal, para ser mas exacto, a la ciudad de Santa Cruz, a 22 kms. de Funchal. Recogimos las maletas y nos dirigimos a el Aerobús, un autobús que se toma en exterior del aeropuerto, justo debajo de la pasarela que comunica con los aparcamientos, tiene un horario raro, supongo que adaptado a los vuelo, pero con una frecuencia de 3/4 de hora de promedio. El precio de un billete sencillo hasta Fuchal es de 5 euros, 8 € si compras ida/vuelta. Nosotros lo tomamos, ya que un taxis cuesta de 30 € a 45 €. El equipaje lo meten en la parte trasera del autobús, pero es seguro. Tiene varias paradas en la ciudad, por lo que es importante saber si el hotel esta cerca de  una parada, ya que sino es recomendable tomar un taxis, las calles de la ciudad son empinadísimas y no es cuestión de subirlas cargados con el equipaje. Bajamos en la parada 6 de Av. Do Mar, en el mismo centro de Funchal, a 10 minutos del hotel andando.

Aeropuerto de Funchal y tomando el AerobúsToda la Isla de Madeira tiene muy buenas carreteras y la red de autopistas (VR) son unas verdaderas obras de ingeniería dado el relieve tan accidentado de la islas, con el añadido de que son gratis.
Madeira tiene una buena y eficiente red de transporte público, aunque para largas distancias no tiene muchas frecuencia, el horario es muy limitado. Muchos servicios puede realizarse de forma exprés (por autopistas) o por viejas carreteras, esto último aunque mas lento, es recomendable hacerlo para no perderse los espectaculares vistas del paisaje.
Hay tres redes de transportes: El urbano que opera en Funchal y alrededores ; autobuses interurbanos que recorren la zona Oeste de la isla operados por la compañía Rodoeste, de color rojo y los autobuses interurbanos para la zona Este de la compañía SAM, de color verde.
Mirador Curral das Feiras, en el interior de la isla

Madeira, el jardín del AtlánticoMadeira es una idílica isla que se encuentra en el océano Atlántico a 1.000 Kms. de Lisboa, a 1.300 del archipiélago de la Azores y a 650 de las Islas de Canarias. Es una isla de origen volcánico, con grandes desniveles de terreno, su máxima altura es el pico de Ruivo de 1.862 metros, pero todo el centro de la isla supera la altitud de 1600 metros, pasando del nivel del mar a esta altitud en apenas 40 kms, lo que da una idea del gran desnivel de sus tierras.Los minerales arrojados por los volcanes, junto a su clima subtropical, la han convertido en unas tierras fértiles, con gran frondosidad y abundancia de flores y frutos, de ahí su apodo de "Jardín del Atlántico" o "Perla del Atlántico", o su propia denominación por la abundancia de madera, que sirvió en otros tiempos para que Lisboa presumiera de los edificios mas altos de Europa. Madeira pertenece al archipiélago del mismo nombre formado por las islas Madeira (740 Km2), Porto Santo (42 Km2), Desertas (14 Km2) y Salvajes (3,5 km2. estas dos últimas minúsculas y deshabitadas.

Cultivos e inmejorables infraestructuras en la isla

Madeira y Porto Santo son islas muy distintas, la primera muy montañosa y sin playas, bueno, tiene dos creadas artificialmente, mientras que Porto Santo es llana, sin vegetación pero con buenas playas, un ferry las comunica entre si. En cuanto al número de habitantes también son muy distintas, en la isla de Madeira viven 268.000 habitantes, mientras que la isla de Porto Santo tan solo lo hacen permanentemente 6.400 habitantes. Su clima es también distinto, aunque ambas tienen una temperatura primaveral casi todo el año (de 26 a 17º C), en la isla de Porto Santo llueve mucho menos. La misma isla de Madeira el clima es distinto en el Norte y en el Sur, en la vertiente del Norte llueve mas y la temperatura es menor, mientras que en el Sur donde se encuentra su capital Funchal, el clima es mas benigno y seco. El clima en toda la isla es imprevisible, puedes salir del hotel con un reluciente sol y a 10 kms. aparecer las nubes y llover, nosotros tuvimos suerte y únicamente nos llovió en São Vicente, ya dentro del coche de regreso a Funchal.
El archipiélago de Madeira fue descubierto en 1419 por navegantes portugueses, curiosamente estaba deshabitado, no como en las Canarias donde se habían asentado los guanches, desde esa fecha pertenece a Portugal, desde 1974 como Región Autónoma con una amplia autonomía política, legislativa y administrativa, que los hace sentir muy cómodos con al Gobierno central de Lisboa.

Bosque de Laurisilva y caña de azúcarSu naturaleza y vegetación exuberante atrae al turismo, actualmente la principal fuente de ingresos, en otro tiempo la caña de azúcar (siglo XV) y el vino (s. XVII y XVII). Sus bosques de Laurisilva (laurel salvaje) han sido declarados por la UNESCO en 1999, Patrimonio Mundial Natural. La isla es un  paraíso para los amantes del senderismo, toda la isla esta llena de senderos que recorren las levadas, acequias para transportar el agua, es una delicia caminar con el rumor del agua a tu lado. No se queda atrás el valor de su fauna, muchas veces endémica y única como la Paloma de Madeira, el Pajarillo Reyezuelo y el Pinzón. No existen animales ni peligrosos ni venenosos.
Madeira es ruta de cruceros que hacen escala, no solo para admirar sus bellezas paisajistas sino también para degustar su gastronomía, folclore o incluso visitar el lugar que vio nacer al jugador Cristiano Ronaldo.
Célebres personajes históricos han vivido en estas islas como la emperatriz Sissi, Carlos I de Austria, enterrado aquí o el político británico Winston Churchill.
Otro recuerdo que se llevan sus visitantes, como nos sucedió a nosotros, es la hospitalidad y dulzura de sus gentes, siempre dispuesto ayudarte.
Terraza del Hotel Orquídea al fondo Castelo do Pico 
Alojamiento en el hotel OrquídeaLlegamos a las 5 de la tarde para hacer el ingreso. El hotel Orquídea es un hotel tipo medio de 76 habitaciones, bien conservado y con una excelente ubicación, de los pocos hoteles que se encuentran en el mismo centro de Funchal, ya que la moderna zona hotelera de Lido esta a unos 4 kms. del centro de la ciudad.

Recibidor y desayuno en el restauranteEl personal es muy amable, encantador y eficiente con servicio de recepción las 24 horas.
Las habitaciones son muy amplias, silenciosas y confortables, con aire acondicionado, escritorio, televisión por cable y acceso a Wifi. Las baños son amplios, con bañera, bidé y secador de pelo. La limpieza de las habitaciones y ropa de cama es impecable, esto sirve igualmente para calificar el servicio de su restaurante Villa Mare, que se encuentra en la sexta planta con unas vistas extraordinarias de 360 º sobre la ciudad.
El desayuno incluido en el hospedaje, es tipo bufet con gran variedad de comidas frías y calientes: Huevos revueltos, beicon, fiambres, jamón York, queso, yogures, mermelada, mantequilla, bollería, cereales, zumos, leche, café, té y fruta fresca.

Habitación amplia y baño completoComo contratamos la modalidad de media pensión, por las noches cenábamos en su restaurante con toda la ciudad iluminada a nuestros pies. El menú, a elegir de la carta, consistía en un primer plato de gastronomía local, un segundo de cocina de autor y postre, no incluía el vino (Porca de Murça) que pagábamos aparte por 8 euros la botella ni la Fanta (1,95 €). La presentación era excelente, así como la profesionalidad de las camareras que lo servían.
El hotel se encuentra muy cuidado, casi nuevo, con tarjeta electrónica de apertura de las puertas de las habitaciones.
Resumiendo un excelente y aconsejable lugar con la mejor relación precio-calidad.
 Torrente que separa Rua 5 de Outubro y Rua 31 de Janeiro

Primer contacto con FunchalDejadas las maletas nos dirigimos a tener el primer contacto con la ciudad, bajamos por la Rua 5 de Outubro, una gran avenida con un torrente en el medio, mejor dicho en el lateral, porque curiosamente el otro lado de subida de la calle, se llama de distinto nombre, Rua 31 de Janeiro.Torciendo a nuestra izquierda nos dirigimos al Mercado dos Lavradores, que ya estaba a punto de cerrar, allí buscamos una fruta exótica muy original típica de la isla de la habíamos odio hablar: La Fruta Deliciosa (Monstera Deliciosa). Se trata del fruto de una planta ornamental, que muchos tenemos en tiesto en casa, pero aquí son de exterior, muy grandes y trepadoras con hojas en forma de esternón, por eso también la llaman en Brasil “Costela-de-Adão” (Costilla de Adán). Tiene un sabor delicioso entre plátano y piña, y cuando esta madura se desprende su coraza en forma de hexágonos, dejando al descubierto su perfumada y apetitosa carne.

Mostando la Fruta Deliciosa y con la simpática ElmaLa encontramos en el piso de arriba del mercado, concretamente en el puesto de frutas José Claudio Fernandes, donde también compramos maracuyá, todo por un un exagerado importe de 17,90 €, pero fue una estafa, ya que la dependienta nos dijo que estaban maduras para comer al día siguiente ¡y maduraron en España! y en cuanto al precio, al día siguiente las encontramos por todas las partes por la mitad, ¡habiéndonos asegurado que no era época y no la íbamos a encontrar! Sí que os recomendamos que compréis artesanía en el puesto que se encuentra junto a esa frutería, Elma, la chica que nos atendió, fue amabilísima y simpática, tiene unos precios muy buenos.
Desde aquí, ya a tardeciendo, paseamos por la calle peatonal de Rua San María de la zona Velha y volvimos para cenar en el hotel pasando por la plaza de la Antigua Aduana (Alfândega Velhala), hoy Parlamento Regional.
Después de cenar aún volvimos a pasear por el centro, Funchal es totalmente seguro, se respira sosiego y cordialidad por todas partes.

 Planta de la Fruta Deliciosa y Plaza de la Antigua Aduana, Funchal


Continuará
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