Viaje a Rumanía: Marginea, monasterios Sucevita y Voronet, Piatra Neamt (día 5)

Por Déborah F. Muñoz @DeborahFMu

Continuamos con la visita a la región de Bucovina

Visita a Marginea

Empezamos la mañana yendo a Marginea, un pueblo que estaba en la frontera (de ahí su nombre) conocido por producir cerámica negra. Nos explicaron cómo se hace ese efecto metálico (no es por la arcilla, sino por el horneado), aunque básicamente era una parada de compras porque solo había dos tiendas.

Monasterios Sucevita y Voronet

Estos Monasterios pintados son otros de los ocho de la región protegidos por la UNESCO. El primero del día fue el Monasterio Sucevita y allí otra monja nos explicó las características de las pinturas más representativas. No era tan expresiva como la monja Tatiana, pero lo que contaba era interesante.
Tras esa visita, fuimos al Monasterio Voronet, que contiene la denominada Capilla Sixtina de la zona, aunque me parece exagerado. Aquí la visita la hizo directamente nuestra guía, porque la iconografía era más de lo mismo.

Consejo para viajar a Rumanía (9): ¿Quieres hacerte fotos en el exterior de los monasterios? Prepárate para pagar una tasa. En todos los monasterios fue lo mismo, solo se podía hacer fotos en el exterior, pagando. Y hay que tener en cuenta que todos tienen al menos una pared en la que las condiciones meteorológicas se han llevado la pintura. El interior está tan protegido que no puedes hacer fotografías ni pagando.

La Casa de la abuela

Cerca del monasterio Voronet hay un gran mercadillo y allí está la Casa de la abuela, donde nos enseñaron cómo se pintan los huevos típicos. En ese local acabé comprando uno, fue el único sitio que vi en el que los huevos pintados eran huevos decorados a mano y no trozos de madera con forma de huevo y pintados con máquinas. Pasé el resto del viaje con la paranoia por si se rompía la cáscara, pero llegó intacto a casa. También tienen un espacio ambientado como una casa típica (que te cobran por fotografiar).

Sobre el restaurante del Hotel Best Western

Comimos sopa de remolacha y otros dos platos típicos: Sarmale (carne enrollada en hoja de repollo) con polenta (lo llaman pan, pero es casi como un puré de maíz, bastante insípido, que sirve como acompañamiento de otros platos). De postre, tarta de manzana y fruta de la región regalada por nuestra guía. Estaba bastante rico todo, aunque en la zona donde estábamos había poco espacio.

Visita a Piatra Neamt

Después de comer, todo fue autobús hasta Piatra Neamt. Es una ciudad pequeña pero con un centro bastante cuco, con una plaza central ( plaza Libertatii) que tiene edificios históricos bonitos, destacando la Corte Principesca con la Iglesia de San Juan y la Torre del reloj. Justo enfrente hay un parquecillo bastante animado con atracciones para los niños pequeños.

También tiene un teleférico (ellos lo llaman telegóndola), pero yo no subí, una suerte porque a la mayoría de los que pregunté les pareció que no valía lo que costaba (las zonas con mejores vistas estaban cerradas).

Sobre el hotel Central Plaza

Cenamos champiñones rellenos, carne en salsa y tarta de crema pastelera, bastante bueno, y el desayuno fue variado (industrial, pero variado). Pero lo mejor fue que me pusieron en una suite para tres, de dos habitaciones (creo que a todos los que íbamos solos, lo cual no tiene mucho sentido, aunque no iba a ser yo quien se quejara), en una zona bastante silenciosa donde pude elegir la cama más confortable, así que pasé una noche de fábula.