Viaje a San Andrés y Cartagena de Indias, Colombia (III)

Por Ribalda

Cartagena de Indias con la ciudad amurallada al fondo
Cartagena de Indias
El vuelo de Isla de San Andrés al Aeropuerto de Cartagena lo realizamos en dos horas. A la salida encontramos un mostrador de la cadena Decamerón, desde donde nos acompañaron a un microbús, que nos trasladó a su hotel, situado en la zona de hoteles de Bocagrande. El viaje apenas duró 15 minutos.
En el trayecto ya pudimos comprobar que Cartagena de Indias, es una moderna ciudad, bien equipada, con mas de un millón de habitantes, comparable a muchas urbes europeas, donde impresionan sus murallas y bastiones defensivos. Aprovechando la bahía Pedro de Heredia fundó la ciudad en 1533. Después Felipe II se gastó inmensas cantidades de dinero para amurallarla y hacerla inexpugnable a los ataques de los piratas y corsarios, convirtiéndola en una inmensa caja fuerte, donde se guardaba el oro y las riquezas antes de ser trasladas hasta España en flotas escoltadas.
Precisamente la importancia y riqueza que tuvo en la era colonial, la han convirtido en un recinto de casas señoriales, palacios, conventos, edificios civiles.. que han perdurado felizmente hasta nuestro tiempo.
Paseando por la callejuelas del recinto amurallado
Es fascinante cruzar sus murallas ( “el corralito” ) y contemplar sus callejuelas con sus casas de piedra de patios interiores y ventanas enrejadas, es como si retrocediéramos a la época colonial.
Resulta realmente asombroso y encantador encontrar en tan poco espacio tantos monumentos juntos. Esto le ha merecido que en 1984 la UNESCO la declarara Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Pero Cartagena de Indias no se queda sólo con su relevante pasado histórico, ha sabido combinarlo con la modernidad y ahora ofrece al turismo diversión, descanso y seguridad, convirtiéndose en el primer destino turístico del país y uno de los mas destacados del Caribe, sin desmerecer su importancia en otros sectores como el del comercio, al ser un punto clave en la logística del transporte marítimo internacional.
Cuando llegamos, en una sala de la recepción, nos dieron la consabida charla encaminada a vender sus excursiones, pasamos de ella, no vuelvo aquí a explicar las razones comerciales que las mueven, pero si una nueva variante para que estén al tanto. No es extraño que se les acerque alguna pareja para ofrecerles una pieza de esmeralda que la presentan de excepcional, pero por motivos económicos se ven obligados a venderla a un precio de ganga, suelen ser parejas mixtas de colombiana y europeo para dar seguridad, que previamente han ganado vuestra amistad. ¡Ni os ocurra caer en esta trampa!, un familiar cercano, que no lo cito para no avergonzarlo nuevamente, así fue estafado en su luna de miel, al llegar a España y valorar la esmeralda, el joyero estimó que su calidad era semejante al cristal utilizado para fabricar botellas de champán.
Después de la odisea para subir a nuestra habitación, ya que el hotel es una torre de 24 pisos y únicamente hay 4 ascensores, anochecido, contemplamos unas preciosas vistas de la ciudad con todos los edificios iluminados del recinto histórico, sobresaliendo la cúpula de la Catedral de San Pedro Claver y el castillo de San Felipe de Barajas, al fondo.
Este hotel se encuentra muy próximo a la ciudad amurallada, dando un paseo a lo largo de la playa, se llega cómodamente, aún así. por tan solo 5.000 pesos te lleva un taxis al caso histórico.
Para moverse por ha ciudad circulan varios autobuses (“chivas”) de hasta 30 compañías privadas diferentes, actualmente impulsado el proyecto por el Ayuntamiento, se están construyendo paradas para imponer un transporte municipal en todo el distrito que han denominado Transcaribe .
La playa de la ciudad te desilusiona, se encuentra entre espigones para protegerla del viento que crea bastante oleaje, pero siempre queda el recurso de tomar una lancha hasta la playa paradisiaca de arena blanca de la Isla de Baru, se puede hacer en lancha o también en microbús, que cruza en ferry el río Magdalena hasta llegar a su destino. Esta última opción aunque mas larga es ideal para ver el paisaje. Otra forma por libre, es tomar un microbús en el Monumento de la India Catalina que te lleva hasta Pasacaballos (1.300 pesos), sube al ferry para cruzar el río Magdalena (1.000 pesos), toma una moto-taxis (10.000 pesos) que te deja en la Playa Blanca de Isla Barú.
A las mañana siguiente, al recorrer las cortinas, nos sorprendió ver colgado frente a nosotros unos pintores en un simple trapecio como si una actuación del circo se tratara, sin ningún tipo de seguridad y a la cosiderable altura del piso 18 .
Desayunamos en le restaurante de buffet libre, junto a la piscina, repleto de excelentes zumos de fruta natural y partimos para visitar la ciudad.
Torre del Reloj, entrada al casco histórico
Comenzamos por el Muelle de los Pegasos desde donde parten las lanchas para las excursiones. Nos adentramos en la ciudad amurallada por la puerta del Torre del Reloj, para seguir hasta la Plaza de La Aduana, la mas grande y antigua de la ciudad. Desde ahí, visitamos la Catedral, la calle Las Damas, la Plaza Simón Bolivar con su parque, donde unos niños vestidos de uniforme militar, hacían instrucción. En su perímetro están el Museo del Oro con entrada gratis y el Palacio de la Inquisición. Excepcionalmente pudimos entrar en la casa donde se alojó Simón Bolivar, el libertador. Visitamos la Iglesia de Santo Domingo, su plaza y la estatua de “La Gorda” de Botero, que nos quita los complejos a los mas rellenitos. Paseamos por sus murallas y soportales llenos de mercadillos como Las Bóvedas, contemplamos el monumento a la India Catalina y un montón de lugares mas, llenos de encanto.
Las comidas y consumiciones las realizamos en el Restaurante San Pedro situado en la plaza del mismo nombre, que al pertenecer a la la cadena Decamerón, nos resultaron gratis con solo enseñar la pulsera de Todo Incluido. Se debe reservar con tiempo la cena.
Hotel Decamerón de Cartagena de Indias
Estancia en el Hotel Decamerón Cartagena
Hotel de 280 habitaciones distribuidas en un rascacielos de 24 pisos, al que no dan abasto sus cuatro ascensores, mejor no dejarse nada olvidado en sus habitaciones, porque costará un buen rato recogerlo nuevamente.
Funciona como Todo Incluido, con comidas tipo buffet y cinco restaurantes a la carta:
Galeotto: Situado en el piso 23 con excelentes panorámicas de la ciudad y platos de marisco. Me pareció excelente.
Ciacco's: Junto a la piscina, cocina internacional.
Boccaio: En la tercera planta, especialidad en comida italiana
Alibechs: En la primera planta y especializado en carnes.
San Pedro: Situado fuera del hotel, dentro del caso histórico, muy buena decoración y cocina japonesa .
Hay muy pocas plazas en los restaurantes, por lo que es recomendable reservar mesas antes de las 8 de la mañana en un mostrador junto a la piscina.
El Decamerón es un modesto hotel turista de tres estrellas, con buen servicio y precio, pero con mucha aglomeración en espacios reducidos, como por ejemplo la piscina que resulta insuficiente para tantos inquilinos, escasean las hamacas y las recogen a las 5 de la tarde, justo cuando gusta ver anochecer y disfrutar del fresco.
La ubicación del hotel es buena, a 10 minutos del aeropuerto y muy cerca de la ciudad amurallada, donde puedes ir andando, si superas la cantidad de vendedores ambulantes que te asedian nada mas salir del hotel o en chiva (1.200 pesos). Aunque la playa está nada mas cruzar la calle, es fea y los vendedores y masajistas no te dejan descansar.
Las habitaciones son a modo de apartamentos, muy sencillas pero limpias, para evitar el ruido es mejor pedir, si lo consiguen (suele haber overbooking), las habitaciones a partir de la planta 10 y que den a la playa, porque hacerlo en el lado contrario, te molestará el ruido de los shows nocturnos, que por cierto, vistos los del hotel Decamerón de San Andrés, nos defraudaron.
Resumiendo, es un sencillo hotel con buena relación servicio- precio.
Sobre las murallas, al fondo Castillo de San Felipe
Excursiones en Cartagena de Indias
En Cartagena a demás de visitar la ciudad por ti mismo, puedes realizar unas interesantes excursiones como:
Recorridos en coche: Se pueden realizar recorridos en coches de caballo por el centro histórico por 25.000 pesos, el viaje dura 20 minutos, es como volver al pasado. El paseo se puede alargar visitando el barrio de San Diego o la Cartagena moderna ( 35.000 pesos).
Rumba en chiva: Otro modo de conocer Cartagena es hacerlo desde una “chiva”, autobús caribeño de vivos colores. Las chivas parten de noche con una banda de músicos a bordo y bar para desinhibirse y saborear la noche caribeña, mientras recorre las callejuelas de la ciudad y se para en populares discotecas. Cuesta 40.000 pesos.
Islas del Rosario: Viaje en yate o lanchas rápidas, de aceptables seguridad, a este hermoso archipiélago de playas blancas paradisiacas, donde se puede hacer snorkel o visitar a el Acuario de San Martín. Se encuentran a 35 km de Cartagena. El precio del tour con almuerzo en yate es de 80.000 pesos y en lancha saliendo del Muelle Pegasos, lo puedes conseguir por 45.000 pesos.
Volcán del Totumo: Este volcán de tan solo 45 metros de altura, se ha formado por la emanación del lodo y gases de la tierra. Se encuentra a poco menos de una hora al Norte de Cartagena. Allí podrás recibir masajes de barro con propiedades medicinales para piel, basta una advertencia o la presencia del conjugue para que no se propasen los muchachos. Después en la ciénaga del mismo nombre con un refrescante baño se quita el lodo. El precio del tour con almuerzo es de 40.000 pesos.

Isla del Rosario y Cartagena de Indias
Continuará