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Viaje a Sils María. Sólo el paisaje es eterno

Publicado el 13 junio 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm

Viaje a Sils María. Sólo el paisaje es eternoTítulo original:
Sils Maria
Año:
2014
Fecha de estreno:
12 de Junio de 2014  
Duración:
124 min
País:
Francia
Director:
Olivier Assayas
Reparto:
Juliette BinocheKristen StewartChloë Grace MoretzJohnny FlynnLars Eidinger,Hanns ZischlerClaire TranAngela Winkler
Distribuidora:
Vértice 360
El talentoso realizador Olivier Assayas vuelve a la carga esta vez con una cinta de trabajada puesta en escena e imponente dirección actoral que explora, desde la intimidad femenina, los cambios e inseguridades que vienen con el paso del tiempo y el acercamiento de la vejez. Amparado en la labor de tres fenomenales actrices, caras conocidísimas del medio y totalmente dispares, como lo son Juliette Binoche, Kristen Stewart y Cloe Moretz; el director nos lleva de paseo por los complicados recovecos del mundo que existe detrás del teatro y el cine, en lo que parece una versión más humana y menos artificiosa de lo que vimos en la oscarizada Birdman.
El mundo en que se mueven los personajes de esta película es un mundo envuelto en una secreta y silenciosa guerra; una guerra sin víctimas ni violencia pero que existe y es patente en cada una de las escenas. María Enders (el personaje de Binoche) es una actriz veterana del medio europeo, trabaja en proyectos mucho más refinados que el habitual cine de consumo masivo hollywoodense y está envuelta en un universo que tambalea peligrosamente entre las justas pretensiones artísticas y el esnobismo más puro. Se escandaliza ante lo que las nuevas generaciones de actores hacen en público y se mofa de producciones masivas como las películas de superhéroes, a las que considera obras de psicología superficial que encima se vuelven más ridículos en su intención de ser más profundas (Assayas agrega clips paródicos sobre supuestas películas que se estrenan en el momento en que transcurre la cinta, pasajes hilarantes poco recomendables para fanáticos del comic y en particular de X-Men, franquicia que recibe varias “caricias”). En el plano contrario, la actriz Jo-Ann Ellis interpretada por Moretz, es la típica actriz con indiscutible talento pero que se ve envuelta en un mar de vicios y escándalos; una muchacha que sale al frente por el perfecto manejo que tiene sobre los medios de comunicación, por su carácter manipulador y su enorme carisma. La dialéctica está servida pero Assayás no muestra esos enfrentamientos de forma directa, sino a través de las conversaciones que mantiene Enders con Val (una gigantesca Kristen Stewart), su asistente personal. Val, perteneciente a las nuevas generaciones, se ve absorbida por las nuevas tecnologías y por las superproducciones masivas y en todo parece poder encontrar los puntos positivos y el talento que buenos actores pueden llevar a este tipo de películas. La veterana actriz, de pensamiento más rígido, es incapaz de ver el mundo como lo ve Val y esto va poniendo sobre la mesa tensiones ocultas que de otra manera no salen a la superficie.
Viaje a Sils María. Sólo el paisaje es eterno
Es curioso el juego de realidad y ficción que Assayás va proponiendo a lo largo de la obra. Enders logró la fama interpretando a Sigrid en la obra “Maloja Snake”, una mujer independiente y capaz de todo para triunfar. En la obra, la joven Sigrid enamoraba a Helena, una mujer casada y de vida acomodada que desarollaría hacia la joven una atracción tan insana que la arrastraría a la pérdida de todo, inclusive su vida. Enders se compenetró tanto con el personaje de Sigrid que fue su ejemplo a seguir para el resto de su vida, una mujer fuerte e independiente que no mira atrás y que busca conseguir lo quiere, claro ejemplo a seguir en un mundo dominado por el hombre donde a la mujer todo se hace más difícil. En contraposición llegó a detestar a Helena, considerándola débil y dependiente. El paralelismo entre la realidad del film y la ficción de esa obra de teatro no acaba ahí, pues en el momento en que transcurre la cinta la veterana actriz tiene una nueva oportunidad de trabajar en la obra pero, debido a su edad, esta vez le tocaría el papel de la repudiada Helena, siendo Sigrid interpretada por Jo-Ann. Las inseguridades en esa etapa de la vida más la plena conciencia que tiene María de entrar en una edad en que las mujeres empiezan a ser desechadas en favor de la carne fresca, actúa sobre el personaje de Binoche de una manera nada positiva, sintiendo esto como el papel como si fuera el final de su carrera y de su vida.
Viaje a Sils María. Sólo el paisaje es eterno
Ante el imponente paraje de Sils María y el hermosísimo fenómeno natural que da nombre a la película, asistiremos a los ensayos de la insegura María junto a su asistente, donde Assayás vuelve a confundir intencionalmente la realidad con la ficción. Muchas veces será imposible reconocer con facilidad, cuándo las mujeres están sosteniendo una charla común y cuándo están ensayando la obra, generando la sensación que Binoche y Stewart están en una posición similar a la de las protagonistas obra. También Assayas va mezclando realidad y ficción a niveles meta-narrativos, pues es muy consciente de los espectros de edad que manejan las actrices y cada una de ellas parece actuar de sí misma en todo momento, diciendo cosas que el espectador puede imaginar que dirían ellas mismas en la realidad.
Viaje a Sils María. Sólo el paisaje es eterno
En el transcurrir de los ensayos y las discusiones (que no se hacen pesadas gracias al natural trabajo del dueto Binoche-Stewart), encontramos como varían los puntos de vista de persona a persona acerca de los personajes de la obra. De repente, esa figura casi idealizada de Sigrid que María tenía se ve confrontada por una visión diferente de los demás y por el propio cambio de perspectiva que le ofrece la edad.
Así, el correr de los minutos va uniendo todos los elementos de la cinta, corriendo el velo de esa primera dialéctica presentada y revelándola como lo que es realmente: no es una dialéctica entre un mundo esnob y uno consumista, sino una confrontación generacional, caracterizada por la incomunicación, los prejuicios y los rígidos estereotipos. El final que Assayas decide darle a la función no es demasiado alentador pero se permite una pincelada de esperanza, una pequeña muestra de que el mundo es amplio y las etiquetas rígidas no sirven para mucho.
La sensible mirada con que presenta Assayas a la mujer en el efímero mundo del espectáculo es una de las grandes bazas de esta obra. Pero lo que debe convencerte de verla en pantalla grande, es el espectacular paisaje de Sils María, inmóvil y eterno espectador del inexorable paso del tiempo.
7/10

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