Viaje a Turquía, Iznik

Por Carlos Thode Mayoral

Con sus antecedentes históricos y su ubicación a orillas de un gran lago entre montañas, en la distancia la ciudad parece un joya; solo que cuando te acercas se queda en bisutería.


Aunque actualmente se llama Iznik, este pueblo es  más conocido en Europa por su antiguo nombre: Nicea.Cuando en el siglo XIII, durante la cuarta cruzada, los ejércitos europeos llegaron a Constantinopla, sobornados por los venecianos que tenían intereses comerciales,  conquistaron y saquearon la ciudad. El emperador bizantino trasladó la capital a Nicea. Durante cincuenta años esta ciudad cumplió dicho papel, hasta la recuperación de Constantinopla con ayuda de los genoveses (que también tenían sus intereses comerciales opuestos a los de los venecianos); y durante ese tiempo la ciudad se benefició de nuevas construcciones. Nicea se hizo especialmente famosa gracias al Primer Concilio Ecuménico del siglo IV, convocado por el emperador Constantino para establecer la paz religiosa y unir a la iglesia cristiana con el fin últimode asegurar la estabilidad del trono.Cuando los turcos conquistaron la ciudad, le cambiaron el nombre. En el mundo oriental es más conocida por ser el lugar donde se fabricaban los azulejos que decoraron todas las mezquitas de una época (como la Mezquita Azul de Estambul).

El pueblo, porque no merece el apelativo de ciudad, tiene un paseo lacustre que no es que sea feo, pero es que tampoco tiene ningún encanto.

Iznik dispone a su alrededor de la antigua muralla bizantina atravesada por cuatro puertas en los cuatro puntos cardinales. Sin embargo, creo que la señal de tráfico que se ve en la foto lo dice todo.

Una de las puertas de Nicea. Las cuatro vienen a ser muy parecidas.

Iglesia bizantina de Santa Sofía. Actualmente se encuentra en restauración, por lo que no hay mucho que ver por dentro (por fuera tampoco). Resulta casi sarcástico que se llame igual que la de Constantinopla.

Un par de pequeñas mezquitas. La de más allá, la están convirtiendo en museo; es decir, que la están reformando. Y es que los monumentos que podrían visitarse, o están en restauración o necesitan una urgente.


Para finalizar, algunas fotos de casas y calles de Iznik. No todas las casas están tan ruinosas como estas y, para ser justos, se ve bastante limpia. Sin embargo actualmente no merece la pena de visitar. Habría que esperar algunos años y un buen alcalde para darles tiempo a restaurar toda la población, que tiene muy buena base para convertirse en la joya que debería ser.