Viaje al centro de Marte

Por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

La misión InSight de la NASA, que se lanza hoy, explorará por primera vez el interior del planeta rojo

Después de haber explorado la superficie y la atmósfera de Marte en nueve misiones en los últimos 22 años, la NASAestudiará por primera vez el interior del planeta con lasonda InSight, que debe despegar hoy a las 13.05 h (hora española) desde California. La sonda debe realizar lo que viene a ser una ecografía del interior de Marte para averiguar cómo es por dentro. Sus observaciones deben aclarar cómo evolucionó Marte en su infancia hasta llegar a convertirse en el mundo árido que es hoy. Los resultados de la misión ayudarán a comprender así también cómo han evolucionado los otros planetas rocosos del sistema solar, y especialmente la Tierra, a lo largo de su historia.

InSight es lo que, en el argot del sector espacial, se conoce como un lander. Un aterrizador, en español. Es un tipo de sonda que se queda en el lugar donde aterriza, a diferencia de los todoterrenos ( rovers, en el argot del sector) que exploran Marte circulando sobre su superficie.

“Un lander es el equipo adecuado para hacer exploraciones del subsuelo. Para esta misión, un lander es más apropiado que un rover”, declara Alberto G. Fairén, especialista en investigación de Marte del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) en Torrejón de Ardoz. Fairén destaca que “el subsuelo es la última frontera del programa de exploración marciana. InSight es una misión ambiciosa que explorará por primera vez el interior de un planeta distinto de la Tierra”.

La sonda debe aterrizar el 26 de noviembre tras un viaje de 485 millones de kilómetros

Para cumplir con este ambicioso objetivo, los responsables de la misión han decidido enviar la sonda al lugar más aburrido de Marte. Debe aterrizar el 26 de noviembre en Elysium Planitia, junto al ecuador marciano, después de un viaje espacial de 205 días y 485 millones de kilómetros. En las fotos que envíe desde allí no se espera ver ninguna montaña en el horizonte y posiblemente ninguna piedra destacable en el suelo. Serán como el cuadro de Rothko del Museo Guggenheim de Bilbao, con la franja naranja del suelo y la franja amarilla del cielo separadas únicamente por una línea horizontal. Los Monegros parecerán un parque de atracciones al lado de Elysium Planitia.

“Hemos elegido el lugar más parecido a un parking de cien kilómetros de longitud que hemos podido encontrar”, ha declarado a The New York Times Bruce Banerdt, investigador principal de la misión, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en California. Es como “Kansas sin el maíz”.

Elysium Planitia se ha elegido para reducir riesgos. Bastante difícil es aterrizar en Marte, adonde InSight llegará a unos 21.000 kilómetros por hora, lo que le obligará a frenarse con paracaídas, retrocohetes y un escudo de aerofrenado, como para añadirle complicaciones innecesarias.

El equipo de la misión ha buscado un lugar de aterrizaje a baja altitud para disponer de una almohada de atmósfera lo más gruesa posible para frenar. Se han descartado zonas montañosas con desniveles, así como terrenos con rocas, para evitar que el lander pudiera quedar inclinado e inservible tras el aterrizaje. Y sólo se han considerado regiones ecuatoriales porque InSight se alimenta de energía solar y no sobreviviría a la falta de luz durante el invierno en latitudes alejadas del ecuador.

Cortesia de: udgtv

Con estos requisitos, se han analizado fotografías tomadas por la nave Mars Reconnaissance Orbiter, que se encuentra en órbita alrededor de Marte, y se ha concluido que Elysium Planitia es el destino ideal para InSight. Es posiblemente “el lugar geológicamente más aburrido del planeta”, ha declarado Bruce Banerdt. Pero esto no supone ningún inconveniente para la misión, que debe estudiar el interior del planeta y no necesita que el paisaje en la superficie sea atractivo.

Comprender la historia del planeta aclarará cómo perdió el agua y el campo magnético

Tras el aterrizaje, InSight desplegará su brazo robótico y colocará cuidadosamente sobre la superficie de Marte una especie de semiesfera metálica del tamaño de una pelota de fútbol. Bajo su cubierta redonda, que en realidad es un escudo contra el viento y contra los cambios bruscos de temperatura, hay un sofisticado sismógrafo capaz de detectar terremotos y de identificar en qué lugar del interior de Marte se han originado.

Dado que las ondas sísmicas se propagan de manera distinta en medios diferentes, las señales que capte el sismógrafo permitirán deducir en qué medida las ondas se han propagado a través de la corteza, del manto y del núcleo del planeta. Con estos datos, se espera poder hacer una estimación del grosor de la corteza y de los radios del manto y del núcleo. Una corteza gruesa sugeriría que Marte estuvo casi íntegramente fundido en el origen del sistema solar y que no ha tenido movimiento de placas tectónicas como la Tierra. La principal incógnita es cuántos terremotos captará InSight y si serán lo bastante fuertes para hacer un cálculo preciso de la estructura interior del planeta.

Un segundo instrumento perforará el suelo marciano hasta cinco metros de profundidad para estudiar cuánto calor sale del interior del planeta. A partir de ahí se podrá calcular cuánto calor se pierde por los elementos radiactivos de los minerales de Marte –cuya proporción se conoce por meteoritos de origen marciano que han caído a la Tierra– y cuánto es calor acumulado en las profundidades de Marte que se escapa hacia el espacio.

Misiones anteriores han revelado que Marte estuvo bañado en el pasado por grandes cursos de agua. Sin embargo, no se ha averiguado cuándo ni por qué se secó. Tampoco se sabe cómo se apagó el intenso campo magnético que tuvo en el ­pasado ni en qué momento empezó a perder su atmósfera. “Tenemos preguntas sobre Marte que sólo se pueden responder con datos sís­micos”, afirma Bruce Banerdt en declaraciones recogidas por la ­revista Nature.

“Son datos importantes no sólo para comprender por qué Marte es cómo es, sino la formación y la ­evolución de todos los planetas rocosos del sistema solar, incluida la Tierra”, destaca José Antonio ­Rodríguez Manfredi, del Centro de Astrobiología, que participa en la misión como investigador principal de la estación meteorológica de ­InSight.

El calendario de trabajo de la ­misión, que tiene un presupuesto total de unos mil millones de dólares –incluido el precio del lanzamiento–, prevé que la sonda InSight esté activa durante algo más de un año marciano, hasta el 24 de noviembre del 2020. Si al llegar a esa fecha la sonda está en buen estado, la misión podría prolongarse.

España participa en el proyecto con una estación meteorológica

La sonda InSight viaja al planeta Marte con una estación meteorológica made in Spain . El instrumento Twins, liderado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) con sede en Torrejón de Ardoz, medirá la fuerza y la dirección de los vientos, así como la temperatura, en la Elysium Planitia, donde aterrizará InSight.

“Twins tiene tres objetivos”, explica José Antonio Rodríguez Manfredi, investigador principal del instrumento. El primero es asegurar que el brazo robótico de InSight pueda colocar los instrumentos científicos de la misión sobre la superficie de Marte sin dañarlos. “Las mediciones de Twins nos dirán si las condiciones de viento son apropiadas para desplegar los instrumentos o si es mejor esperar a que haya condiciones mejores”, explica Rodríguez Manfredi.

Una vez desplegados los instrumentos, Twins aclarará si las vibraciones registradas por el sismógrafo de InSight proceden del interior del planeta o si se deben a vientos que agitan el instrumento. El tercer objetivo, añade Rodríguez Manfredi, es combinar los datos de Twins con los de la estación meteorológica Rems del todoterreno Curiosity, también aportada por el Centro de Astrobiología (CAB), para tener una imagen más completa de la meteorología marciana.

Twins, cuyo nombre corresponde a las iniciales en inglés de Sensores de Temperatura y Viento para InSight, ha sido construido por las empresas Crisa y Alter. En su desarrollo han participado seis instituciones de investigación españolas –entre ellas, la Universitat Politècnica de Catalunya con un grupo liderado por el ingeniero Luis Castañer–.

Después de Rems y Twins, el consorcio español liderado por el CAB aportará una tercera estación meteorológica al todoterreno de la misión Mars 2020 de la NASA. Estas contribuciones a la exploración de Marte representan el “primer estudio meteorológico global y a largo plazo de otro mundo”, destaca Rodríguez Manfredi

Via: lavanguardia.com