Entramos por la parte más baja del Valle de Chistau. Seguimos la carretera, siempre pregada al río. A la derecha encontramos la entrada al pueblo de Saravillo y, desde su plaza, una pista forestal de 14 km que nos acerca a la Basa La Mora o Ibón de Plan. La pista puede estar en mejor o peor estado, según la época del año; es frecuente la nieve hasta bien entrada la primavera; atraviesa dos barranqueras sin puente que, cuando hay mal tiempo, sólo se pueden pasar con todo terreno. En verano se puede hacer con un turismo convencional.
Pero volvamos a Saravillo.
Si bajamos de nuevo a seguir la carretera principal, enseguida sale un cruce a la izquierda que, al otro lado del Cinqueta, nos lleva a los pueblos de Sin, Señes y Serveto. Los tres forman desde hace mucho tiempo La Comuna. Es una particular comunidad de bienes e intereses que se encarga de ordenar los pastos y recursos forestales de los tres pueblos.
La ermita de Santa Lucia (ahora en ruinas) era testigo de las reuniones de la junta. Haciendo sonar su campanilla, que se oía por toda La Comuna, la "Chunta" convocaba las reuniones en la ermita. Eran tres: una en mayo, antes de subir el ganado a la montaña, para decidir los pastos y reafirmar el vaquero; otra al final de noviembre, para pasar cuentas y, si tocaba, elegir nueva junta; y la última el día de Reyes, para confirmar los toros de ese año.
Volvemos atrás para bajar hasta el río Cinqueta y seguimos la carretera; pasamos los túneles de un desfiladero y llegamos hasta Plan. En 1985 este pueblo saltó a los medios de comunicación por la búsqueda de mujeres. Con 40 hombres solteros convivía solo una mujer soltera; la mayoría habían emigrado. Plan organizó una "caravana de mujeres" que fue todo un éxito. Se llegaron a realizar 33 matrimonios.
Siguiendo la carretera, casi llana desde que entramos en el valle, poco más adelante llegamos a San Juan de Plan, todavía en la parte baja. A partir de ahí, la carretera empieza a subir.
El último pueblo del valle es Gistain, Chistén en aragonés. Tiene parte de su término municipal ocupado por el Parque Natural Posets-Maladeta. Antes de entrar a este precioso pueblo, a mano derecha tenemos una pista bien arreglada que lleva a un mirador, desde donde divisamos la zona alta del rio Cincequeta y numerosas cabañas, aquí llamadas bordas. Prados y cabañas se esparcen en un paisaje montañoso digno de admiración, dominado por el macizo de Posets, con 3.375 metros de altitud.