Muy fiel a la novela original de Isaac Asimov, que ya de por sí desbordaba una fantasía compatible con el rigor científico propio del escritor de origen ruso. En su momento fue una carísima producción por sus cuantiosos efectos especiales que hoy, en plena era digital, parecen pedestres pero que en aquellos momentos supusieron un avance más que notable, y en todo caso logrados y eficaces. Sin grandes estrellas en su reparto, excepto una fulgurante Raquel Welch, que distrajeran el impacto visual, y un acabado moderno adelantado a la época propio del gran director Richard Fleischer. Diversión de primera clase para todos los públicos.Puntuación @tomgut65: 7/10