5 de NoviembreMúsica para los reales fuegos artificiales, HWV 351 4: «La réjouissance» — AllegroGeorg Friedrich Händel (1685-1759)
La Música para los reales fuegos artificiales de Händel no tiene nada que ver con la «Noche de Guy Fawkes» o «Noche de las Hogueras» o «Noche de los Fuegos Artificiales» que se celebra este día en Gran Bretaña, pero como música pirotécnica no tiene rival.
La pieza se escribió en realidad para acompañar el espectáculo pirotécnico que se organizó en Green Park de Londres en 1749 para celebrar el fin de la Guerra de Sucesión Austriaca y la firma del Tratado de Aix-la-Chapelle, que se consideró un gran triunfo para Gran Bretaña. Antes de que tuviera lugar la ceremonia oficial en el centro de Londres, cerca de la residencia real de St James’s Palace, hubo un ensayo público en los Jardines de Vauxhall, al sur del Támesis.
Por extraño que parezca, se congregaron más de doce mil personas, cada una de las cuales pagó dos chelines y medio por asistir. La inesperada multitud causó un embotellamiento de tres horas en el puente de Londres, el único medio que tenían los coches y viandantes para pasar a la otra orilla en aquel tramo del río.
Lo cual me deja atónita: me esfuerzo por pensar qué estrellas pop, y no digamos qué compositores clásicos, serían capaces de atraer hoy a más de doce mil personas a un ensayo pagando. Esto demuestra la importancia que tenía esta música para toda clase de personas; y que las etiquetas de «clásica» o «popular» son absurdas, restrictivas e inútilmente alienantes. Música popular es la música que le gusta escuchar al pueblo; y en aquellos tiempos esta era la que gustaba a todo el mundo.
Clemency Burton-Hill