Nadie quiere ser un turista (o al menos yo no quiero ser el típico turista); bermudas, cámara grande, mapa todavía más grande, mochila/bolso graciosa, camiseta de yo amo “el sitio donde estoy”, gorra, ya saben por donde voy y a que tipo de turista me refiero. Por la naturaleza del viaje todos somos turistas, al fin y al cabo todos somos extranjeros en tierra desconocida. Pero creo que hay una ligera diferencia entre viajero y turistas. Para empezar el viajero es algo que viene desde hace bastante tiempo cuando el hombre comenzó a explorar el mundo, a expandir sus límites y a mezclarse con otras culturas. El turista es algo que existe desde hace poco tiempo.
Una de las principales diferencias entre turistas y viajeros es el tiempo, los primeros andan muy limitados de tiempo y lo único importante es ver los sitios obligatorios de turismo y volver a casa; los segundos aunque a veces también andan limitados por el tiempo suelen pasar más tiempo en el lugar de origen, tratan de envolverse más dentro de la cultura de acogida y tienen más libertad en el itinerario pudiéndose mover a placer en su destino del viaje. El turista ya sabe lo que va a encontrarse en su camino y el viajero busca lo diferente y las sorpresas que pueda encontrar en el camino.
Viajando he aprendido a diferenciar aquellos que están en un sitio para hacer las compras y hacerse la foto y de aquellos que realmente quieren aprender de la cultura, más allá de los museos y de las visitas guiadas. Pero lo más importante, he aprendido a diferenciar turistas a grandes distancias y si yo he podido hacerlo imagínense los carteristas y los estafadores que ven claramente el letrero: ¡Estafa me! o la gente local donde en los lugares más turísticos tienen una mala connotación la palabra turista. Así que procura no ser el típico turista, aquí te dejo claros signos de como diferenciar a turistas:
- El mapa gigante “Donde estamos nosotros”. Hoy en día gracias a las nuevas tecnologías y las aplicaciones para móviles este tópico de los turistas empiezan a desaparecer, pero si no tenéis un smartphone, lo mejor es estudiar donde vais a ir antes de salir y en caso de que os perdéis siempre podréis preguntar la dirección, o hacerlo en una calle menos concurrida o en la mesa de una cafetería, mientras os relajáis de vuestro viaje.
- Quítate del medio. Está bien pararse a observar el mundo que nos rodea y en este caso nuevos lugares, pero si estas en una acera o en un sitio donde pasa mucha gente estás bloqueando su paso. Así que párate para mirar, pero mira también donde te paras.
- No todo el mundo necesita saber de tu presencia. Ni tienes que andar gritando por la calle para llamar a tus amigos, excepto que alguno de vosotros esté en peligro, ni tienes que dejar el estúpido mensaje “XXXX y JJJJJ estuvieron aquí 2014″ En todos los monumentos nacionales o piedras y muros del lugar. Respeta a la gente y la tranquilidad del lugar donde estás al fin y al cabo has ido ahí para apreciar esa cultura no imponer la tuya, y mucho menos para dañar monumentos con tus inscripciones.
- La riñonera. En muchos casos lo que estás indicando al mundo que no eres de allí, convirtiéndote en un objetivo fácil de posibles ladrones o estafadores. Además de ser muy de los 90, si quieres tener tu dinero protegido, lo mejor es buscarse un cinturón monedero donde esconder tu dinero de una forma menos obvia.
- La mochila al revés. Este es una de las mejores formas de detectar a un turista. ¿Ves que la gente local que vive en ese país lleve la mochila al revés? No, verdad. Si tu miedo es a que te roben, llevándolo de esta forma lo que hace es que sea más obvio anunciar que no eres del sitio y que te roben. Además que da una mala señal transmitiendo: “nunca he estado en vuestro país pero creo que sois unos ladrones y gente de poco fiar”. Robos pasan en todas las ciudades de todo el mundo, y no por eso en tu ciudad llevas la mochila delante tuya.
- Respeta las costumbres locales. Si hace calor y has viajado desde muy lejos para ver ese templo en el medio de la nada, pero eso no te da la libertad de entrar en bermudas, con sandalias, gorra y apuntando con la cámara a todo lo que esté dentro del templo, y más si están celebrando un rito. A ti no te gustaría que alguien se colara en tu boda de esta forma, excepto que sea el pariente gracioso de la familia, y ni aún así aveces. Por ser extranjero no estás exento de seguir las costumbres locales, así que infórmate antes de salir. Tu eres el que estás en su país, tu eres el que te tienes que adaptar a ellos y no importa que sean países pobres, el respeto hacia otras culturas es lo primero.
- La camiseta I love… La ciudad en la que estás te gusta, pero, ¿Cuanta gente en Madrid ves que lleve una camiseta, I love Madrid? Pues lo mismo en otros países. Excepto que sea una nueva moda no lo hagas, porque en combinación con lo anterior hace clamar al cielo que eres un turista.
- Infórmate. No sólo de las costumbres locales, si no también del tiempo, la gente, sus tradiciones. No es agradable congelarse de frío por la noche en el desierto, porque por el día hacía calor, o tampoco es agradable recibir un beso de un extraño cuando en ese país apenas se tocan para saludarse.
Evita ser un típico turista y haz un esfuerzo por adaptarte. Hemos viajado tan lejos para sorprendernos por lo nuevo, lo extraño, lo ajeno, para ver esos que viven de forma tan diferente como vivimos nosotros. Los locales sabrán que no eres de allí nada más comiences a hablar así que no hace falta sobresalir de forma notoria como turista, si tratas de adaptarte, además de no dar la nota, tendrás más facilidades para entender la cultura de ese país.
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