Viajar a Londres es abrir una ventana al mundo. Doblando cualquier esquina, viajamos a India, China o el Oriente Medio y es más fácil toparse con un londinense que hable Jafaican (híbrido lingüístico cruce de Jamaica y África) que con un típico Cockney.
Los Juegos Olímpicos de 2012 subrayarán la vocación multicultural de esta metrópolis. Ya se están reclutando miles de voluntarios políglotas que garanticen diversidad y varios arquitectos internacionales ponen su granito de arena en la construcción de la ciudad olímpica. Es el caso del madrileño Alejandro Zaera Polo, cuyo estudio de arquitectura Foreign Office Architects se encarga del diseño del parque olímpico y el velódromo.
Pero no hace falta que esperemos al 2012 para descubrir las diferentes culturas que hacen de Londres una ciudad única. Hoy mismo, con una Oyster Card, podemos dar la vuelta al globo.
El Museo Británico, el Victoria and Albert o el menos conocido pero no menos interesante Horniman exhiben objetos y obras de arte de los cinco continentes. Las colecciones de la National Gallery y la Wallace Collection cuentan con importantes obras de pintores españoles. La Venus del espejo, el único desnudo que queda de Velázquez, está en la sala número 30 de la National Gallery.
Brick Lane, zona también conocida como Banglatown es el epicentro de la comunidad procedente de Bangladesh. Sus restaurantes sirven algunos de los currys más auténticos y por sus calles venden fantásticos ramos de plumas de pavo real. Varios cines de la ciudad y alrededores regularmente proyectan filmes de Bollywood. El Himalaya Palace en Southall es uno de los más populares.
Las celebraciones del año nuevo chino londinenses son las más multitudinarias fuera del continente asiático. Este febrero dragones, acróbatas y leones tomarán las plazas de Trafalgar Square y Leicester Square para festejar el comienzo del año del conejo. Merece la pena buscar más allá de Chinatown para degustar gastronomía China. Hakkasan y Yauatcha son algunos de los restaurantes favoritos de la gente guapa. En el exclusivo Hakkasan, que parece salido de una película de James Bond, la estancia está limitada a dos horas. ¡La experiencia sale a una media de 1, 23 libras al minuto!
En Edgware road sirven el mejor kebab de Londres. Llueva, granice o nieve, los vecinos se sientan en las terrazas de los cafés para fumar las típicas shishas de tabaco aromático.
Para hacer la compra a ritmo de reggae, hay que visitar el mercado de Brixton con la mayor cantidad de productos afro caribeños de toda Europa. Una jornada de la aldea global no puede terminar sin una sesión de karaoke privado en Lucky Voice, al más puro estilo ‘Lost in Translation’ y unos bailes desinhibidos en Guanabara, bar brasileño con música en directo y una concurridísima hora feliz de caipiriñas. Y si después de tanta aventura, sientes nostalgia de las tascas españolas, siempre queda tomarse un vino de Jerez en el Bar Pepito, recomendado como el mejor "recién llegado" de la ciudad por la revista Time Out.
**Màs información en www.visitlondon.com/maps/multicultural_london/ y www.visitlondon.com/es