Viatri, el goleador que puede resistir a Palermo

Publicado el 31 agosto 2010 por Marianofusco

Martín Palermo marcó un antes y un después en la historia de Boca. Cuando llegó en 1997, procedente de Estudiantes de La Plata, no muchos habrán imaginado que se transformaría en uno de los máximos ídolos de La Ribera, el goleador histórico del club y uno de los más amados símbolos de todos los tiempos. Desde aquel primer gol a Independiente, en el Apertura 97, hasta el último tanto convertido, por el momento, al propio Rojo, en la jornada 17 del pasado Clausura 10, hay un camino construido por 222 goles. Poco dúctil con la pelota y algo tosco, su olfato depradador y su currículum de goleador no admiten discusiones, por más que cada tanto, en tiempos de sequía puntualmente, se intenta discutirlo.

La figura de Palermo absorbió continuamente a jugadores que intentaron pelearle el puesto y desgastó la paciencia de aquellos que eran conscientes de que tenían un rol secundario por detrás de él, tanto en su primer ciclo dorado con Bianchi como en este segundo con menos brillo. Fue tal la marca que grabó el Loco con sus goles, que incluso ausente, cuando pasó sin suerte por España, su recuerdo fue demasiada competencia para reemplazantes fallidos. Con mayor o menor participación, sobran los nombres, como Barijho, Moreno,  Balbo, Bracamonte, Pampa Sosa, Marioni, Bueno, Figueroa o Boselli. Ninguno se pudo afianzar completamente -Barijho y Moreno fueron los goleadores en la Libertadores 2001, pero igualmente no lograron mantenerse-, y cuando él ya no estuvo, la mejor fórmula de ataque la compusieron entre Delgado, Guillermo Barros Schelotto y Tevez.

Viatri estuvo cerca de ser parte de esa nómina de centrodelanteros que Palermo agotó y terminaron yéndose a otros clubes para buscar minutos, pero decidió quedarse. Tras sus pasos por Emelec y Unión Maracaibo, volvió a Boca y fue uno de los jóvenes que Ischia promovió a tener mayor participación, junto a Chávez, Forlín, Mouche, Philippe, Noir, Muñoz y Sauro. Con la lesión de Palermo y un Boselli ya harto que acababa de irse a Estudiantes, le tocó ser la referencia con Figueroa, en aquel Apertura 08, el último campeonato que Boca guarda en sus vitrinas.

Hasta ahí duró la felicidad de la titularidad, porque una vez recuperado Palermo, al campeonato siguiente le tocó regresar a la suplencia, que duró hasta el torneo pasado y amenazó con extenderse por más. Como no llegó ningún otro delantero y el nivel de Mouche roza lo bajo, Borghi apostó por darle la titularidad, sin complejos por juntar dos `9´ de físicos parecidos. Es que más allá de que Viatri tiene adn goleador y es alto y armado, ofrece otras características adicionales, como una técnica fina, manejo elegante y panorama para colaborar en el armado del juego. Sabe moverse por afuera, le gusta salir del área y tener contacto con la pelota.

Aporta desde el gol y desde el juego, compatibilidad que lo hace resistir la presencia de Palermo y hasta ser preferido por algunos hinchas. Mientras que el histórico `9´anda con la pólvora mojada, él ya lleva 3 tantos en igual cantidad de juegos. Viene siendo lo más destacado de este Boca que intenta encender sus motores. Por ahora comparte el ataque; no lo reemplazó y seguramente no lo hará, dado que al blondo le queda un año de contrato y el retiro sería el próximo paso. Finalmente, parece que en Boca hay un goleador que no claudicará a la sombra del eterno Palermo.