Para comprobar lo que antes comenté no hay más que ver la siguiente fotografía e intentar localizar la cabeza de la pequeña víbora asomando entre la ramasca del suelo.
De unos pocos cm de longitud, probablemente se trataba de un ejemplar nacido el año pasado. Mucha gente desconoce que las víboras tardan unos 4 años en alcanzar su madurez, momento en el miden unos 35 cm; y que luego aunque su crecimiento se ralentiza no se detiene, pudiendo alcanzar los 13 años de vida y unos 45 cm. de talla. La víbora cantábrica es practicamente un endemismo ibérico, ya que aparte de la franja norte de la Península sólo se encuentra en un trocito del SO de Francia al norte de los Pirineos.
Las víboras han salido hace poco de su hibernación, y su periodo de actividad se extiende entre marzo y octubre. Fundamentalmente diurnas, cazan prácticamente todo lo que se pone a tiro y está en consonancia con el tamaño de la serpiente: lagartijas, pequeños anfibios, musarañas, ratones de campo... A su vez son presas de muchos depredadores a los que no parece asustar su mordedura: rapaces como el busardo ratonero, mustélidos, ginetas, zorros, etc. De este modo son una piedra angular en la ecología de nuestros ecosistemas. Por desgracia, como pasa con todo animal que resulta "molesto" al hombre, goza de una muy mala prensa y es objeto de leyendas absurdas que resulta bastante vergonzoso repetir.