Vibrando índigo

Por Tupenda

—Índi­go —volví a es­cuchar.

Conocía el col­or índi­go, esa mez­cla de azul in­ten­so y vi­ole­ta a la que tam­bién se de­nom­ina col­or añil, pero la ex­pre­sión «vi­bran­do Índi­go» no la había oí­do an­te­ri­or­mente, de­sconocía por com­ple­to las car­ac­terís­ti­cas que se aso­cia­ban a este tipo de vi­bración que re­cién de­scubría.

—Si te apetece, documén­tate so­bre el­la. Creo que puedes iden­ti­fi­carte con al­gunos de sus as­pec­tos.

Di­cho y he­cho. Fue lle­gar a casa, ter­mi­nar de com­er y sumer­girme en la búsque­da de datos. Pasé una tarde en­tera de cu­lo bloque: aque­lla en la que uno no se lev­an­ta de la sil­la ni para be­ber un va­so de agua. Sen­ta­da frente al or­de­nador, con una pin­za mor­di­en­do el re­volti­jo de pe­los de mi cabeza y un bloc de no­tas a la derecha. Bus­can­do, leyen­do, an­otan­do, sub­rayan­do…

Vi­bración Índi­go.

Em­patía vi­bra­cional.

Sen­si­bil­idad emo­cional más de­sar­rol­la­da. Se con­mueven y so­bre­saltan con may­or fa­cil­idad.

Cre­ativi­dad in­cre­men­ta­da.

Es­pecie de radar o ra­dio in­te­ri­or que les per­mite sin­tonizar con las fre­cuen­cias de otros.

Hipersen­si­bil­idad al rui­do: ante las grandes ciu­dades y los es­tí­mu­los con­tun­dentes y repet­itivos se blo­quean.

Ab­sorben la en­ergía del lu­gar en el que es­tán y de las per­sonas que los rodean. Les cues­ta difer­en­ciar en­tre la suya y la de los demás, ya que se ha­cen car­go de la en­ergía del am­bi­ente y la toman co­mo propia.

Sen­ti­dos más de­sar­rol­la­dos, es­pe­cial­mente el oí­do y el olfa­to.

Rec­haz­an las muchedum­bres y los rui­dos.

Ex­pan­sión de la con­cien­cia.

Ca­paci­dad in­tu­iti­va que se da en el­los de man­era nat­ural.

Nece­si­tan es­tar en con­tac­to con per­sonas ser­enas o más re­spetu­osas con el psique del otro.

Se sien­ten en ar­monía en con­tac­to con la nat­uraleza, con los an­imales y las plan­tas.

Di­fi­cul­tad en pre­definir, ya que no plan­if­ican des­de el hem­is­fe­rio cere­bral lógi­co y matemáti­co, sino que uti­lizan may­ori­tari­amente las fac­ul­tades de la in­tu­ición y de las emo­ciones.

Re­sisten­cia a la au­tori­dad y a los sis­temas de em­pleo jerárquicos.

Disien­ten con la may­oría de sis­temas políti­cos, ed­uca­cionales, médi­cos y legales.

Nat­uraleza in­tro­spec­ti­va. No viv­en bi­en en gru­pos.

Necesi­dad ar­di­ente de hac­er al­go que con­tribuya al cam­bio y la evolu­ción. Pueden sen­tirse blo­quea­dos para ac­tu­ar.

Mo­do difer­ente de ver la vi­da que les hace ten­er otras pri­or­idades, val­ores y necesi­dades.

Leído en Todo un viaje de Silvia Abascal