Viceversa 1

Publicado el 14 octubre 2013 por Serlibre
Cada tanto sucede algo que no modifica nada a nadie. Lo cierto es que cuando R me llamó no pude dar significado a su relato. El ritmo que toman los hechos cuando se tornan dignos de ser contados requieren de varios tiempos. Los psicólogos posracionalitas dirían que vivimos todo en dos etapas, la experiencia inmediata y la mediata, lo que comúnmente se llamaría “te bajó la ficha”.

No podemos escapar de ninguna de las dos experiencias, explicación que no me sirve para quitarme la culpa frente al llamado de R. Ella viviendo a ritmo vertiginoso y yo a cámara lenta. Hoy que puedo contarlo quizás ya no sea lo que fue y sólo tenga que recurrir a algunas evocaciones inútiles que algún lector entrenado se atreva a atesorar.R tenía una cajita de música, la echaba a andar en esos momentos en que casi todo parecía paralizarse. La cajita musical era un cofre redondo con dos muñequitos arriba que giraban al ritmo de la música, y en cada vuelta sus bocas se rozaban simulando un beso de novios. La noche que R me llamó sonaba la cajita de música que se mezclaba con su voz. Hoy ya no la escucho y tal vez ella tampoco pueda leerme. De ser así el mail en que J me pide que le narre lo sucedido sólo tendrá por respuesta una suma de letras con agujeros sin que él pueda entender los vacíos que contienen. La O es O, pero también es lo de adentro de la O. Vacío, puro vació.

Continuará..

AgC