"Mi padre es tristón por naturaleza. Se jubiló hace tres años y no habla mucho. Si se le deja solo puede guardar silencio durante días. cuando esto ocurre empieza a rumiar, empieza a pensar cosas extrañas. Hace poco me dijo que yo era egoísta, que siempre lo había sido, que cuando era un bebé me echaba a llorar en cuanto él encendía el televisor. Tengo cuarenta años y él tiene setenta y dos. Cuando me lo dijo empecé a hacerle cosquillas. Yo estaba en casa de mis padres en Nueva Jersey, en un sofá de su cuarto de estar."
Las listas son terroríficas. Un libro que aparece, por ejemplo, entre los 10 mejores de la lista de The New York Times, genera unas expectativas que muchas veces son difíciles de cumplir. Hoy traigo a mi estantería virtual, Vida de familia.
Conocemos a la familia Mishra, protagonista de la historia, mientras aún vive en Delhi, a mediados de los 70. En ese momento de incertidumbre tienen dos hijos, Birju y Alay, el menor y protagonista de la historia que está acomplejado por la sombra que proyecta su hermano. sin ser conscientes de la situación real de su país, viven como una aventura que su padre de vaya a Estados Unidos, y la aventura se convertirá en algo real cuando les envíe los billetes para que se reunan con él en un país desconocido lleno de costumbres ajenas.
Pudiera parecer que Vida de familia es un relato de inmigrantes y de su adaptación, pero es mucho más que eso. La familia protagonista no sólo se ve en un país extraño, con un lenguaje extraño y un entorno diferente, la vida, además, decide sacudirles desde los cimientos. Y eso es justo lo que nos cuenta el hermano pequeño narrador de la historia. La novela, recortada por el autor hasta un extremo que4 os sorprendería, nos relata en unas doscientas páginas la visión de este niño de una vida injusta para cualquiera. Y será precisamente este niño el que introduzca una nota de humor negro de vez en cuando, y el que hable con una cierta ligereza que permiten que la novela no sea un drama lacrimógeno, sino una historia de supervivencia con momentos duros y otros de una ternura capaz de desbordar al lector.
En Vida de familia asistimos al cambio, a la diferencia que unos padres hacen entre sus dos hijos y también veremos como el mayor, el favorito, el que destaca, sufre un accidente que lo deja postrado sin posibilidad de recuperación. De repente pasamos de una historia en la que una mujer ve por primera vez unos vaqueros, a otra en la que la misma mujer se vuelve enfermera devota, casi santa para un entorno que se ha convertido en un pequeño guetto de supervivientes. Asistiremos a las distintas formas de tomarse la noticia, el padre desanimado que se deja caer, el hermano pequeño que se esfuerza sin parar buscando ser la sombra de quien ahora es justamente eso, una sombra en una cama con olor a enfermedad. Vida de familia es justamente eso, una lucha constante contada sin afectación, una manera de lidiar con lo que la vida nos tiene previsto y también una sucesión de momentos que van desde la torpeza infantil de pensamientos poco adecuados, a los momentos de ternura de quien toma como confidente a un hermano que ya no escucha.
Una vez más me hubiera gustado un poco más de extensión. No he echado en falta como he visto en otras opiniones, más profundidad ya que entonces perdería la credibilidad el narrador, cosa común en este tipo de libros. Y me quedo, qué duda cabe, con los poliédricos padres de esta familia. Un libro que roza el corazón del lector.
En definitiva es un buen libro que puede verse perjudicado por la expectativas. Para leer y disfrutar sin pensar en los mejores ni en los peores. Como cualquier otro libro.
Y vosotros, ¿alguna vez os han traicionado las expectativas que teníais en un título estropeando su lectura?
Gracias