Vida nueva

Publicado el 20 julio 2024 por Rubencastillo

Conocido es el asunto que Dante Alighieri aborda en esta obra, titulada Vida nueva: los pormenores de cómo conoció a su amada Beatriz y los fingimientos que desplegó para proteger debidamente de la curiosidad ajena el secreto de tal pasión. Recordemos algunos de esos detalles. Nos dice que se cruzó con ella por la calle cuando ambos rondaban los nueve años (él, recién cumplidos; ella, aún no). Y que desde entonces utilizó las figuras de varias mujeres de la ciudad para, fingiendo amor por ellas, camuflar con el velo de la cortesía la identidad auténtica de la destinataria de sus versos. Esto supuso que, en alguna ocasión, Beatriz se sintiese celosa (“Un día, al encontrarnos por casualidad, llegó a negarme su dulce saludo, lo que entonces era cifra de mi única felicidad”). Uno tras otro, Dante va enhebrando los sonetos, canciones y baladas que sus amorosos sentimientos le van procurando, hasta que llega a sus oídos una triste noticia: “No pasó mucho tiempo sin que la suprema voluntad del Altísimo, que a sí mismo no quiso evitarse el trance de la muerte, dispusiera de la vida del hombre que tuvo la dicha de ser el padre de tan encantador ser como era mi adorada Beatriz”. Eso le hace comprender que también ella morirá algún día y eso le provoca un “delirio frenético” que afecta a su salud. Finalmente, ella abandonó la vida (“pasó a pertenecer a los ciudadanos que habitan la vida eterna”) un día 9, dejando a su amado en la más desolada de las tristezas.

Una obra de textura autobiográfica, que abusa notoriamente de un mecanismo tedioso: vi a mi amada y escribí este poema; luego observé a unas damas y escribí este poema; después me sentí triste y escribí este poema; por fin, me sentí alborozado y escribí este poema… Un centenar de páginas geminando ese recurso hace que el libro (no nos engañemos) resulte bastante repetitivo y genere, en la actualidad, más de un bostezo.