Tuve la suerte de conocer a este autor con su anterior novela, Vida de Martin Pijo, que me resultó muy entretenida y me sorprendió gratamente. Cuando llegó a mis manos Vidas elevadas me propuse sacar tiempo para leerla lo más pronto posible, y lo hice, sin embargo llevo desde el verano intentando escribir esta reseña. Y no es falta de tiempo, no creais, si no de no saber como encararla. Miguel me ha dejado sin palabras para expresar sin destripar el argumento este libro.
El autor afronta todos los temas con una fina ironía que ya nos transmite desde su presentación en la solapa del libro, me vais a perdonar pero la copio integra.
Miguel Baquero_ Madrid, 1966_ profesor emérito durante varios años en la Universidad de Cambridge, que siputaba su servicios a la de Oxford, una herida por asta de toro, en circunstancias nunca bien aclaradas, truncó su carrera académica. A raiz ce este percance, abandonó la docencia e intentó hacer carrera en el mundo de la investigación, en concreto en la investigación tecnológica. Inventor del facebook, cuando fue a patentarlo se encontró con que algunos jóvenes ya lo habían hecho apenas un cuarto de hora antes. Fue innovador, pero no lo suficiente. Dolido por este revés, se entregó al consumo de sustancias prohibidas _clembuterol, nandrolona, eritropoyetina (EPO).._ lo que, además le dio a su cuerpo esa musculación y ese perfil griego de lanzador de disco que puede apreciarse en todas sus fotografias. Cuesta abajo en el camino de la perdición, acabó por recalar en el mundo literario, con su primera novela de tal calidad que, al poco de salir a la venta, hubo de huir a Myanman, donde no existe tratado de extradición con ESpaña. Hoy, una vez prescrito su delito, vuelve a editar en nuestro país. Vidas elevadas es su última novela (última en cuanto a más reciente, no en cuanto a definitiva y tras la que no habrá más publicaciones, como numerosas veces le han aconsejado las autoridades sanitarias).
En la tónica de este texto escribe sus novelas, sin embargo lejos de parecer una gamberrada destilan sutileza, tanta que entreves personajes públicos detras de los protagonistas. Por que si se tratara de un dibujo estariamos ante una caricatura, sin embargo no me atrevo a tildarlo de parodia, porque me parece algo más serio y a tener en cuenta que eso.
En Vidas elevadas tres poetas de corte muy distinto nos cuentan sus venturas y desventuras. El libro esta divido en cuatro partes y en cada una de ellas aparecen todos los protagonistas, o casi todos y vamos descubriendo cosas de su personalidad conforme se van cruzando sus caminos. La cuarta en discordia que al interactuar con ellos provoca situaciones límite es una mujer, que nunca hubiera soñado que se fijaran en ella, y que sin embargo lleva de cabeza a dos de nuestros protagonistas.
Sin duda despues de mucho reflexionar y de mucho darle vueltas esta novela creo que es una critica a los escritores, tanto noveles como consagrados, a los criticos literarios y me temo que al mundo editorial. Me imagino que Miguel mientras escribía tenía en mente a algún personaje más o menos relevante que me ha parecido medio intuir, y que seguro que él jamás me confesará. Y es que este es el mundo en el que se mueve nuestro autor, y seguro que alguna vez consciente o inconscientemente ha practicado alguna de las imposturas que aquí aparecen. La fatuidad de mundo literario puesta de relieve, la banalidad de aquellos a quien los lectores y las editoriales ensalzamos y ponemos un lugar privilegiado a pesar de que no todo lo que publican es bueno, en detrimento de otros que no obtienen ese privilegio y que sin embargo pueden ser tan buenos o mejores que aquellos que ostentan el cetro
Nuestros tres protagonistas como ya he mencionado son tres poetas. Pedro Vioque esta comenzando, intenta adecuar su vida a la de un poeta en ciernes y que posteriormente pueda adquirir renombre, para ello lo primero que hace es cambiar su nombre por otro más sonoro y cambiar su lugar de residencia. Como si con ello ya tuviera las bases para ser un gran poeta, se encierra en su casa a escribir de forma delirante.
No aspira a demasiado, solamente a seguir viviendo subvencionado, aunque pobre. Hasta que un día la realidad choca con ese mundo de fantasía y onírico en el que vive y se ve incapacitado para llevar a cabo una tarea cotidiana en la comunidad de vecinos. Menos mal que para ayudarle en esos menesteres tiene un alter ego, con lo que no contará Vioque es con enamorarse y vivir un sueño.
Sueño que termina rompiendose por un episodio que no se aclara y que sumirá a nuestro heroe en una sequía creadora y le envolverá en una obsesión que regirá su vida y le hará cometer error detrás de error.
Victor de Pingarrón nuestro segundo protagonista, es ya un famoso poeta, ante la imposibilidad de la critica de encuadrar sus poemas en ninguna corriente literaria existente hasta el momento, le convierte en creador de una, el panlirismo. Y en que consiste?, pues en escribir lo que se ve día a día, lo cotidiano, sin rimar versos, sin métrica, cualquiera de nosotros podría con un minimo de grácia y donaire para escribir podría formar parte de esta corriente. Sin embargo el autor se encuentra en un bache creador. Siguiendo el consejo de alguien más versado que él desaparece de la escena pública y nos muestra los tejemanejes de los que nos hacen objeto algunos autores.
En su retiro se obsesiona con que nadie sepa donde está y al final se refugia en el pueblo de Mazabuches con su amigo Vioque al que intentará ayudar a recuperar a su dama, con poco acierto para Vioque y mucho para él mismo.
El tercer poeta es Lucio Valverde, alguién con un nombre hecho y derecho en el panorama literario, conocido por el público y admirado y por ello mismo capaz de permitirse ciertas licencias. Busca la forma de promocionarse más allá de su trabajo literario. Para ello no duda en convertir la pequeña localidad de Mazabuches en un circo mediático que no responderá a sus expectativas, abandonando a su suerte a quien ha corrido con el mayor de los riesgos, la financiación. Quizás este personaje es el que más reflejo pueda tener en la realidad y el que estoy convencida de que es real aunque caricaturizado.
Y el personaje femenino es Rita, una mujer rolliza, pelirroja, que hasta el momento ha tenido poco éxito en el terreno sentimental y que se ve perseguida por un hombre al que le ha perdido el respeto y seducida por otro con ínfulas de grandeza. Vive con su madre quién la maneja a su antojo y la domina, sueña con una vida mejor y como no con compartirla. Y cada verano y en las fiestas se desplaza con sus padres a Mazabuches de donde es oriunda la familia, y el padre de Pingarrón, cuantas coincidencias en torno a una población pequeña.
Es precisamente en Mazabuches donde se desarrolla más de la mitad del libro, la localidad que desconozco si es real o fruto de la imaginación del autor se convierte en protagonista. Se caricaturiza al alcalde, se coloca a Vioque en situaciones límite y ridículas, se habla de literatura de una forma culta y que sin embargo esconde una burla hacia esas personas que se creen muy duchas en ciertos terrenos y que sin embargo no lo son tanto como piensan.
Queda demostrado que ante una mujer el hombre pierde los papeles, la concentración y hasta la inspiración, de la mano de ella llegan gran parte de las situaciones cómicas, y es un personaje al que le guardo cariño, cosa que no he conseguido con los masculinos.
En clave de humor y con una sonrisa en los labios Miguel Baquero nos ha llevado a su terreno, nos ha hecho pasar un rato divertido y nos ha hablado de un tema serio, sin que hayamos sido conscientes de ello hasta mucho después de haber terminado de leer la novela.
Espero que no cumpla su amenaza de no volver a publicar por hacerle caso a las autoridades sanitarias, porque necesitamos esta forma de narrar y presentar los temas, sin duda yo seguiré su trayectoria, esperaré su próxima obra que puede ser que no esté ni gestándose. Pero como me parece una buena apuesta esperaré a que me vuelva a hacer reir, sonreir o llorar si quiere, lo dejo en sus manos.