Llevo tiempo desaparecida. Lo sé. La principal razón es que, en éste tiempo de desconexión, he estado viviendo vidas paralelas. Durante éstos meses he vivido en México, en Miami, en Chicago, Japón ¡y hasta Islandia! ¡Una locura!
Antes de Navidades fui de visita a México y me desconecté de la vida virtual. Por primera vez en siete años no iba con nostalgia a mi patria, simplemente volvía feliz de tener dos casas. Así que me dediqué a vivir el momento.
Cuando regresamos el jet lag (pero sobre todo el de los niños) me afectó de sobremanera. Ya estoy vieja y no dormir pega más. ¡Quince días de levantarme a ver Art Attack a las 2 am deja consecuencias!
Llegaron las navidades, vacaciones de los niños y una vez más me vi inmersa disfrutando del momento (y del turrón).
Y entonces llegó año nuevo y los propósitos del 2016. Yo quería seguir como el 2015 ¡estable, feliz y contenta! pero uno "propone" y la vida "descompone". Así que llegaron muchos cambios y vidas paralelas.
Sin deberlo ni temerlo, me encontré viviendo en Miami. Una historia divertidísima y que me recordaba que nunca hay que escupir para arriba porque te cae.
Yo siempre había dicho que ver telenovelas dañaba la sinapsis cerebral. Pero ¡lo que viví fue un auténtico culebrón! Fui testigo de cómo una chica latina fue inseminada por equivocación en su visita al ginecólogo resultando en que, a pesar de ser virgen, ¡estaba preñada! Un auténtico milagro.
El hecho de volver a estar en contacto con el mundo latino me despertó la necesidad de bailar. Así que corrí a inscribirme a clases de salsa para bajar los excesos del turrón navideño.
Por problemas de compatibilidad de horarios ¡sólo podría inscribirme a clases de nivel intermedio! ¡Bah! ¡Yo puedo con todo! No es lo mismo que opinó mi Santo. ¡Menudas risas nos echamos bailando bachata sensual con dos pies izquierdos! Al día de hoy llevo 6 clases y ya sé bailar rueda cubana, bachata y salsa. Es lo bueno de ser mujer, yo me dejo llevar.
Volví de Miami pero me mandaron de vuelta a Chicago. Si les contará en un post todo lo que pasó no me lo creerían. Conocí a 8 personas increíbles que me inspiraron a conectar y encauzar de manera diferente mi vida.
Ocho personas tan diferentes pero unidas de cierta manera por algo especial. Una japonesa, una escandinava, una hindú, un alemán, un africano, un americano y ¡un español afincado en México! Digamos que es lo que yo definiría como net-working.
Han sido un par de meses agotadores, de dormir poco pero de mucho aprendizaje.
Si algo he aprendido es que lo único constante es el cambio...eso y que Netflix ¡es un vicio! En éste mes me ha permitido vivir vidas paralelas viajando de Miami a Chicago...¡hasta Islandia! viviendo historias increíbles a través de sus series. No se pierdan Jane the Virgin y Sense8. Dos series que me han tenido durante un mes durmiéndome a las 3 de la madrugada pero sarna con gusto no pica. Si no miren lo que le picó a Jane:
¿Has visto éstas series? ¿Cuál me recomiendas? ¡Estoy buscando nuevas opciones igual de buenas
Imagen destacada vía Fabio Secchia