El partido amistoso entre Milan y Pro Patria se suspendió a los 26 minutos del primer tiempo ¿Motivos? Uno de los grandes problemas en Europa: Los cantos racistas. En esta oportunidad, Kevin-Prince Boateng no aguantó lo que le gritaban y decidió sacarse la camiseta, tirar un pelotazo a la tribuna y retirarse. Sus compañeros, que no lograron convencerlo para que siga jugando, también abandonaron el campo de juego. El Pro Patria, equipo de la cuarta división del fútbol italiano, había recibido en octubre de 2012 una multa de 5 mil euros por discriminación racial.Massimiliano Allegri, el entrenador del Milan, apoyó la decisión de sus futbolistas y aseguró: “Tenemos que acabar con estos gestos no civilizados. Italia tiene que mejorar y los italianos tienen que ser más educados y más inteligentes”.
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