El holandés Will Coerver, técnico de los 70, ideó un sistema de enseñanza que postuló que “la técnica se puede aprender, no es sólo innata”. Para desarrollar esa idea creó un modelo de trabajo con una estructura orgánica piramidal de seis niveles acumulativos y que para avanzar a un nivel más alto exige dominar los preceptos de los niveles anteriores. Los seis niveles son, desde la base hacia arriba, la relación con el balón, la recepción y ejecución, uno contra uno, velocidad y finalización y, por último, el ataque colectivo. Normalmente se trabaja con jugadores de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, justo cuando son más moldeables los futbolistas.
El holandés Will Coerver, técnico de los 70, ideó un sistema de enseñanza que postuló que “la técnica se puede aprender, no es sólo innata”. Para desarrollar esa idea creó un modelo de trabajo con una estructura orgánica piramidal de seis niveles acumulativos y que para avanzar a un nivel más alto exige dominar los preceptos de los niveles anteriores. Los seis niveles son, desde la base hacia arriba, la relación con el balón, la recepción y ejecución, uno contra uno, velocidad y finalización y, por último, el ataque colectivo. Normalmente se trabaja con jugadores de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, justo cuando son más moldeables los futbolistas.