Rosetta y su módulo Philae encabezan la lista de hechos destacados de Science, no sólo por su hazaña de llegar hasta el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, sino por la ciencia que permitirá realizar con los datos recogidos.
El italiano Andrea Accomazzo, director de vuelo de la nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) cuyo módulo aterrizó el 12 de noviembre en el cometa, aseguró en Nature: "Fue como ascender a un pico de 8.000 metros y regresar vivo".
Entre otros descubrimientos, la sonda permitió saber que el agua de los cometas es distinta a la de los océanos terrestres.
Según el subdirector de noticias de Science, Robert Coontz, los hallazgos del año deben "resolver un problema con el que la gente ha estado batallando durante mucho tiempo o abrir la puerta a una gran cantidad de investigación nueva".
En el caso de Rosetta, "la mayor parte de la buena ciencia realmente está por venir", explicó Coontz.
Los reconocimientos de Science
El hallazgo paleontológico del año fue el cálculo correcto de la antigüedad de unas pinturas de animales en una cueva en Indonesia que se creía que fueron realizadas hace 10.000 años, pero que en realidad tenían entre 35.000 y 40.000 años, lo que apunta a que los humanos en Asia produjeron arte simbólico a la par que los europeos.
Science también reconoció una serie de artículos que compararon los fósiles de aves primitivas y dinosaurios con los pájaros modernos y permitieron develar la evolución genética de las diferentes especies de aves.
Asimismo, valoró un experimento que demostró que el factor GDF11 de la sangre de ratón joven puede rejuvenecer los músculos y el cerebro de ratones más viejos, y que ha llevado a un ensayo clínico en el que pacientes de Alzheimer reciben plasma de donantes jóvenes.
Entre los estudios destacados están, además, una investigación de la Universidad de Harvard que se inspiró en el comportamiento de las termitas para crear un grupo de robots que se coordinan entre sí y son capaces de crear estructuras sin supervisión humana.
Nature eligió la misma investigación, liderada por la india Radhinka Nagpal, que creó junto a su equipo un grupo de 1.024 robots que se coordinan entre sí tal como hacen las hormigas, las termitas y las abejas.
La lista de Science también incluye una investigación que, con el uso de la optogenética –una técnica que manipula la actividad neuronal con rayos de luz–, permitió mostrar que es posible manipular recuerdos específicos en ratones.
En el área de neurociencia, destacaron los primeros chips "neuromórficos", que imitan la arquitectura del cerebro humano y están diseñados para procesar información de la forma más parecida a como lo hacen los cerebros vivos.
Dos investigaciones pioneras que desarrollaron dos métodos diferentes para cultivar células que se asemejan a las células beta –las células productoras de insulina del páncreas– también fueron reconocidas por su valía para dar a los investigadores una oportunidad "sin precedente" para estudiar la diabetes.
En el área de tecnología, sobresalieron los pequeños satélites conocidos como Cubesats, mientras que en genética, destacaron unas bacterias sintéticas de E. coli que podrían ser utilizadas para crear proteínas de diseñador con aminoácidos "no naturales".
Qué eligió Nature
Después de Rosetta y el "enjambre de robots", aparece la lucha contra el ébola, una enfermedad que mató a más de 6.000 personas en su último brote en el oeste de África. Nature subraya la figura del investigador de Sierra Leona Humarr Khan, parte del equipo que desarrolló los primeros estudios de la secuencia genética del virus.
Khan murió el 29 de julio tras contagiarse él mismo la enfermedad trabajando en el Hospital Gubernamental Kenema de Sierra Leona, donde dirigió estudios que arrojan luz sobre las mutaciones del virus.
Nature encuadra, asimismo, entre los diez logros científicos del año la iniciativa del estadounidense Pete Frates para llamar la atención sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que logró recaudar u$s115 millones.
Su campaña, conocida como el "reto del cubo de agua helada" (Ice Bucket Challenge), inundó las redes sociales con más de 17 millones de videos, entre ellos los que grabaron el magnate de la informática Bill Gates, el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush y los tres hijos del físico Stephen Hawking, él mismo enfermo de ELA.
El astrofísico estadounidense David Spergel está en la lista de los diez logros científicos de 2014 tras haber descubierto un error en los datos del equipo que anunció en marzo que había detectado por primera vez la presencia de ondas gravitacionales, una de las consecuencias físicas de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.
Spergel detectó que las mediciones del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica de Massachusetts con el telescopio BICEP2, instalado en el Polo Sur, no habían tenido en cuenta la distorsión producida por el polvo cósmico.
A raíz del escepticismo de Spergel respecto al descubrimiento, la comunidad científica pasó de barajar la nominación del equipo del Harvard-Smithsonian al Premio Nobel a debatir sobre los problemas derivados de anunciar los descubrimientos científicos con demasiado adelanto.
La iraní Maryam Mirzakhani, la primera mujer que ganó la medalla Fields de matemáticas desde la instauración de ese galardón en 1936, también aparece destacada en la lista de Nature, lo mismo que la japonesa Masayo Takahashi, por su investigación pionera en células madre.
Kipillil Radhakrishnan es la cara más visible de la misión a Marte de la sonda india Mangalyaan, un hito tecnológico que no había logrado ningún país asiático hasta ahora.
La oncóloga estadounidense Suzanne Topalian se destaca por desarrollar un tratamiento inmunitario contra el cáncer, mientras que Sjors Scheres, de la Universidad británica de Cambridge, aparece entre los científicos del año por el avance en una técnica de microscopía que permite detectar electrones con mayor eficacia y observar proteínas con una resolución antes desconocida.
Fuente: Infobae