La confusión administrativa provocó el enfrentamiento. Alguna pequeña cuenta pendiente encrespó los ánimos. Miembros del Coruxo y del Ourense intercambiaron insultos e incluso algún golpe durante la tanda de penaltis que decidió el pase de la escuadra viguesa a la final de la Copa Federación y también a la conclusión, ya en el túnel de vestuarios. Las versiones de ambos bandos no coinciden. Difieren en el grado de responsabilidad. Pero prima el interés institucional. Ambos clubes eligen enterrar el hacha de guerra. El presidente del Coruxo, Gustavo Falque, establece: "Fue una estupidez. No pasó nada. La relación con el Ourense es muy buena. Es un equipo al que tenemos mucho cariño. Esto no deja ningún rasguño en nuestra relación". El director general del Ourense, Aníbal Pereira, propone: "Hay que pasar página". LEER MAS
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