El conflicto se dio cuando oficiales de la Policía Metropolitana a bordo de la patrulla con número 2529, se les venía cerrando a un camión de transporte urbano sobre la carretera Rioverde a la altura de Avenida de Gálvez, según informan varios testigos. El chofer de la unidad de transporte público le sonó el claxon en varias ocasiones para reclamar la conducción temeraria e irresponsable del oficial que manejaba la patrulla.
Metros más adelante, cuando el camión se detuvo para que bajara pasajeros, la patrulla se colocó frente a la unidad para impedir su paso. Los oficiales reclamaron al chofer y este les increpó que eran ellos los que realizaban conductas peligrosas. Los oficiales ingresaron por la parte de atrás del camión e intentaron con golpes detener al chofer.
Esto fue atestiguado por los pasajeros que al ver los actos de prepotencia por parte del oficial, decidieron intervenir. Al verse imposibilitado el oficial para concretar el abuso de autoridad, solicitó apoyo a otros compañeros.
A la llegada de más refuerzos, el chofer explicó a los elementos policiales que habrían sido los oficiales de la 2529 quienes habían cometido una falta y que varias personas habían sido testigo. Los oficiales de apoyo en completa complicidad, desestimaron el relato del chofer y se empeñaron en realizar la detención, sin justificación.
Se sabe que el chofer y unos pasajeros fueron detenidos cerca de las 7:30 horas. Sin embargo, no fueron presentados ante un juez de control hasta cerca de las 18:00 horas, siendo violadas una serie de garantías procesales.
Tanto el chofer como un pasajero presentan golpes en su cuerpo, son acusados de posesión de droga. En la grabación se ve como el oficial no señala porque son detenidos, luego advierte que por agresiones y finalmente cuando llegan los refuerzos y al verse acorralados por la ciudadanía se maneja la versión de “venta de droga”.