VÍDEO | ¿Qué ocurre cuándo atropellamos un jabalí con nuestro coche?

Publicado el 18 noviembre 2020 por Ponferradahoy @ponferradahoy

El Race ha realizado un ‘Crash Test’ simulando el impacto a 80 Km/h con un animal de gran porte en carretera, algo que desgraciadamente es habitual en las carreteras de el Bierzo.

Durante 2018, en España se produjeron 701 accidentes por atropello con animales, con un balance de 10 personas fallecidas, 58 heridas graves y 877 heridos que no requirieron ingreso hospitalario, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

El principal problema para los ocupantes no es el atropello en sí, sino las situaciones derivadas del incidente, tales como sufrir una salida de la carretera o la invasión de un carril contrario.

Los animales en la vía, un riesgo muy importante

Dentro del informe, el RACE le ha preguntado a más de 1.000 conductores acerca de sus encuentros con animales en la carretera. Un 88% de los encuestados ha encontrado un animal en mitad de la vía, en mayor medida animales salvajes, lo que refleja una situación que parece ser demasiado común entre los conductores, y un factor de riesgo de accidente muy importante.

Así lo demuestra la siguiente pregunta: más de la mitad de los conductores ha sufrido alguna situación de riesgo al volante derivada de la presencia de un animal. Entre ellos, un frenazo (73%), volantazo (50%), la necesidad de invadir el carril contrario (24%) e incluso la salida de la vía (4%)

Un 42% ha sufrido o ha visto un atropello de un animal, situación que en muchos casos ha derivado en otras situaciones de riesgo mayor, como tener que detener el coche o salirse de la vía. Si centramos el análisis en los animales domésticos, un 14,1% de los conductores ha sufrido un accidente por un animal doméstico que se encontraba invadiendo la calzada. De los, el perro es con diferencia el animal doméstico que tiene una mayor representatividad en este tipo de accidentes, con el 79,8% de los casos.

Al margen de reducir la velocidad… ¿Cómo actuar?

Existen dos grandes peligros cuando encontramos un animal invadiendo la calzada:

  • El primero es intentar esquivar al animal mediante un volantazo, el cual puede hacernos perder el control del vehículo y terminemos sufriendo una salida de vía o un choque contra otro vehículo.
  • l segundo consiste en chocar directamente contra el animal, que según la velocidad de impacto y el peso del animal puede conllevar consecuencias muy graves.

De tal manera, en tramos con posibles animales sueltos debemos reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Presta atención a la señalización de advertencia de animales sueltos en carretera, ya sean salvajes o animales domésticos. Además, es conveniente seguir estos consejos:

  • Si te cruzas con un animal, evita tocar el claxon fuertemente con objeto de que no se asuste y pueda realizar movimientos impredecibles. Si no consigues que se aparte con leves toques de claxon, llama a las autoridades para que puedan hacerse cargo.
  • Si debes pasar al lado del animal, hazlo muy lentamente, nunca se sabe cómo puede reaccionar ya que suelen estar desorientados. Cuidado tras ver un animal en la calzada o en los alrededores, es muy probable que pueda haber más.
  • Si circulas por la noche con luz de carretera y divisas un animal, cambia a luz de cruce para no deslumbrarle y evitar que se quede parado en medio de la carretera.
  • Si el accidente es inminente, evita dar un gran volantazo, trata de sujetar el volante fuertemente, y procura detener el coche de forma controlada. Tras chocar, ten en cuenta que lo más importante es garantizar la propia seguridad y la del resto de usuarios, por lo que, si es posible, hay que colocar el vehículo fuera de la calzada.
  • En caso de obstaculizar la circulación deberemos señalizar el accidente mediante las luces de emergencia, ponernos el chaleco reflectante, y tener en cuenta antes de bajar que puede que el animal se encuentre herido y ser peligroso, por lo que debemos cerciorarnos de si se encuentra en los alrededores, o bien si está tendido en el suelo sin moverse nunca acercarnos a él. Posteriormente señalizar el lugar del accidente mediante los triángulos de emergencia y avisar a los servicios de emergencia.
  • Ten en cuenta que existe riesgo de infección: nunca toques animales muertos a menos que uses guantes. Por supuesto nunca sigas a un animal; indica su dirección de huida en el informe del accidente con objeto de facilitar a las autoridades el encontrar al animal herido.

¿Responsabilidad en caso de accidente?

La Ley 6/2014, de 7 de abril, responsabiliza al conductor de las consecuencias derivadas del accidente ocasionado por una especie cinegética, siendo éste el responsable de los daños a personas o bienes sin que pueda reclamarse por el valor de los animales que irrumpan en aquéllas. Existen solo dos excepciones donde no hay responsabilidad del conductor:

1. Que el atropello del animal sea como consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor llevada a cabo el mismo día o que haya concluido doce horas antes, siendo el responsable el propietario del terreno.

2. Que el accidente se haya producido por no haber reparado la valla de cerramiento en plazo, o por no disponer de la señalización específica de animales sueltos, siendo en este caso responsable el titular de la vía.

Si es un accidente de tráfico con un animal doméstico es de aplicación el art. 1.905 del Código Civil, que dice que es responsable el poseedor del animal: “El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.”

Esta responsabilidad es civil y responde por el daño causado por el animal, pero también puede ser responsabilidad penal, si existen heridos o fallecidos.

A nivel del seguro del coche, las compañías aseguradoras ofrecen generalmente la cobertura de daños propios por impacto contra animales cinegéticos como una garantía optativa de las pólizas básicas, sin que sea necesario contar con un seguro a todo riesgo.