Un mes después de su fallecimiento fue sepultado el exboxeador Ángel Espinosa Capó en el cementerio de su querido Holguín, sin la colaboración de las instancias deportivas y sin la presencia de las autoridades del territorio.
Su viuda Albina Madariaga Campos, familiares, amigos y el pueblo acompañaron al féretro hasta su última morada.
Madariaga Campos, de nacionalidad mexicana, y Espinosa, mantuvieron una relación por 17 años que se inició en Holguín, continuó en México y finalizó en Miami, Estados Unidos, donde Espinosa viajó legalmente en 2010 para trabajar como entrenador de boxeo en un gimnasio donde sufrió un paro respiratorio que le causó la muerte el pasado 12 de abril cuando contaba 50 años de edad.
La viuda contó a CubaNet que ella asumió el mayor por ciento del gasto del traslado del cadáver. También contribuyó Juan Rodríguez, el dueño del gimnasio, y admiradores de Espinosa radicados en Miami.
Con información de Cubanet.
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